Capítulo 1. Bienvenido

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Nota: Sip... si empiezas a escribir un fic, significa que ya perdiste la cabeza por una nueva ship😂💚

México. Jodido país tercermundista que no le merecía.

No lo malinterpreten, no detestaba a ese país en especifico ni nada por el estilo; es solo que el genio en él estaba enfadado de que de todos la variedad de países y ciudades que ofrecían enormes oportunidades, fuese mandado a un país tan simple como México.

Más en especifico a la ciudad de México, que ok era linda, pero no contaba con tanta tecnología como otros lugares.

Por séptima vez en el día gruño y maldijo; pero siendo francos esto no era culpa ni de sus profesores ni de nadie más que él. Si no hubiese preferido salvar la ciudad en vez de ir a registrarse, nada de eso habría sucedido y quizás hubiese sido enviado a una ciudad más tecnológica, Hasta Wasabi se lo habia advertido múltiples veces. Pero también de haber sido así las cosas, no habría evitado que las fujitas robaran el banco de San Fransokyo; así que todo tenia sus pros y contras, y siendo honestos las cosas ya estaban hechas y no había nada en sus manos para cambiarlo.

Su tía tenia razón, debia aprovechar todas las oportunidades que se le presentaran y no quejarse como un bebé llorón por lo que pudo haber sido.

Ya estaba ahí, en una mini van rumbo a su universidad temporal; con un puchero y audífonos puestos, mirando el camino por la ventana.

La primer cosa que le resulto extraña de México fue el aire fresco a las afueras de la gran ciudad, era incluso abrumador pero extrañamente fascinante respirar oxigeno limpio. Ya al entrar a la ciudad como tal se encontró con esa contaminación característica de toda ciudad grande. Finalmente y después de un largo viaje llego a la dichosa Universidad donde pasaría los próximos tres meses. O eso creía...

Hiro suspiro suavemente resistiendo el impulso de gritar y lanzar algo al enorme ventanal detrás del director, las cosas estaban empezando mal -¿Como que no hay cuartos aquí?- pregunto bastante irritado, solo quería dormir después del exhaustivo viaje que había hecho y se encontraba con este dichoso problema.

-No es un hotel, joven Hamada- replico el hombre con lentes de pasta gruesa con una mueca, apenas le había dado la bienvenida y ya tenia un problema con ese chico -Debió haber buscado un lugar donde hospedarse antes de llegar- "Debió" Hiro debió haber hecho muchas cosas en realidad y no hizo nada.

El ameri-asiatico gruño jalando su cabello mientras se hundía aún más en la silla enfrente del escritorio del mayor. El director suspiro y se levanto mirando la hora en el reloj; también estaba cansado y lidiar con ese problema a esas horas no era algo que quería.

-Escucha muchacho, voy a ayudarte pero espero grandes cosas de ti- advirtió apuntándole con severidad, el joven asintió lentamente tomando la "mochila" roja que contenía a Baymax entre sus manos y levantándose después de que el hombre le indicara que lo siguiera.

Al próximo minuto ya estaba en el auto del Director Rodríguez. Este había mencionado que le conseguiría un hogar temporal con la tía de su esposa que vivían en un pequeño pueblo llamado "Santa Cecilia" que solo quedaba a quince minutos de la Universidad; Hiro agradeció el gesto con una suave sonrisa, ya era bastante cansado viajar durante seis horas como para buscar un lugar donde hospedarse, solo quería dormir y dejar de pensar en todo lo que había dejado en San Fransokyo.

Llegaron al dichoso pueblo, que era eso... un pueblo. Lo que significaba una señal muy mala, poca tecnología y casas de un piso sencillas. En ese momento fue cuando el pelinegro se percato lo realmente lejos que estaba de casa.

Amorcito CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora