Capítulo 12. Reacción química

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¿Nunca has sentido esa necesidad de estar más cerca de alguien? Bueno, algo así sentía.

Hiro no podría explicarse ni a si mismo por que quería estar con el latino más tiempo que antes, como surgió la necesidad de más contacto físico o como sus ideas iban solo en torno al moreno. Incluso su proyecto se había visto afectado, ya no había hecho avances y no le importaba mucho.

Se sentía hasta cierto punto extraño y trataba de crear un vinculo más fuerte con el moreno, haciendo el ridículo en el proceso. Se ponía bastante nervioso cuando trataba de mostrarle más la parte relajada y torpe que tenia, pero realmente quería dejar las apariencias de lado y mostrarle esa parte de si. Demostrarle que no solo era un sabelotodo, que tambien podia ser dulce y gracioso (A su manera claro)

Agh ¿Realmente eso habia salido de su mente? ¿Las neuronas se le estaban muriendo o que rayos?

Algo no estaba bien con él, no cuando respondió bastante emocionado la petición de Miguel sobre ir a comer algo. Solo era una salida de amigos, nada espectacular y aun así el había sonreído como idiota y contaba los minutos para volver a verlo... ¡Basta!

"Solo era otra salida casual de amigos" se repetía constantemente tratando de calmar a sus entrañas. Desde el Día de los Muertos se sentía extraño en torno al mexicano, buscaba agradarle y hacerle sonreír, se decía que era por la necesidad de agradecerle o la culpa por haber actuado como un imbécil al principio. Claro que tenia un problema, por que ellos solían tener una relación antitética y el tratar de hacerla más normal le estaba estropeando el cerebro.

Lo que los llevaba a esa situación, donde ambos estaban en un lugar llamado "Fondita" con un Miguel sonriendo radiantemente, así de cursi como describen en los cuentos.

Después de ordenar, el moreno se sentó enfrente de él, jugando con sus dedos y sin hablar, algo sumamente extraño. Hiro por su parte se cruzo de brazos y se dejo caer en el respaldo de la silla, pensando en una manera para terminar ese tenso silencio.

Según algunos libros, contar algo gracioso sirve para romper el hielo; bueno podía intentarlo ¿No? -Hey Miguel, ¿Sabes como se multiplican las bacterias?- Aquel músico pestañeo un par de veces ladenado la cabeza en señal de confusión, negó con la cabeza sin entender de que hablaba o a que venía tal pregunta -¡Dividiéndose!- Sonrió ampliamente y soltó una risita bastante nerviosa.

Genial ahora había quedado como todo un nerd idiota frente al latino, esto de convivir y socializar era bastante difícil cuando tratabas ser agradable, era en este tipo de situaciones donde se preguntaba ¿Por que la gente no viene con un instructivo?

Mas nuevamente Miguel le sorprendía, esta vez soltando una suave carcajada que le hizo sonrojar -No entendí- El corazón del nipón volvio a acelerarse poniéndole nervioso, atino a sonreír.

-Y... ¿Que cuentas?- El mitad japonés se golpeo mentalmente, that’s it era un asco en esto.

El mexicano sonrió de medio lado con burla -Nada interesante- respondió secamente.

Hiro frunció el ceño y bufo, Miguel no estaba cooperando -¿Quieres dejar de actuar tan extraño? Me pones aún más nervioso- Irritado cuestiono, el latino se limito a resoplar y a encogerse de hombros .

-¿Actuar como?- pregunto vacilante jugando con su vaso.

Hiro le miro fijamente con un ceño molesto -Como un idiota-

El latino sonrio ladino -Crei que actuaba como tu- Despues dejo de sonreir y solto un suspiro mirando al ventilador.

Miguel no tenia como explicarle que después de su aventura, su perspectiva hacia él cambio. Le encantaba ser su amigo pero ahora temía aún más no ser lo suficientemente bueno, o hacerlo sentir mal, o que se enojara por alguna estupidez de las que hacia y le dejara de hablar; se dijo entonces que quizá debia ser más maduro, más como Hiro si realmente quería su amistad.

Amorcito CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora