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Nino y Marinette ayudaban a Adrien a caminar mientras que Alya los seguía de atrás con una sonrisa burlona.

-Me duele la panza.

Se quejó de su dolor estomacal el rubio y la azabache lo miró enojada.

-Te lo tienes bien merecido por comerte 8 kilos de helado.

Nino la miró con una sonrisa.

-Bueno, gracias a que él vatio el récord de comer más helado en 10 minutos, no tuvimos que pagar nada.

Adrien señaló con dificultad la gorra que llevaba.

-Y también me gané está linda gorra con una garra verde como el símbolo de Chat noir.

Los dos amigos chocaron los cinco y Marinette soltó un gruñido molesta.

-No se supone que estudian medicina ¿cómo pueden ser tan imprudentes?

Los dos la miraron palididos y luego se miraron entre si.

-Si algún profesor descubre esto estamos bien muertos.

Nino lo soltó y se alejó mientras Marinette hacia más fuerza para no caerse.

-Habla por ti viejo, tú eres el que se comió todo ése helado.

-Pero tú me viste, eres mi cómplice.

-Melda.

Nino maldijo su suerte y volvió a ayudar a la azabache a hacer que Adrien caminé.

Alya la que permanecía atrás, en silencio se acercó a ellos y miró a sus amigos con curiosidad.

-Por cierto ¿pasó algo entre ustedes dos?

Marinette miró a su amiga y Adrien volteó la mirada sonrojado.

-¿Por qué lo preguntas?

La morena rió de manera espeluznante.

-Elemental mi querida amiga, hace como media hora Adrien se viene disculpando por algo que te hizo.

La peliazul suspiro profundo y negó.

-No es nada, además él no me hizo nada malo pero si se sigue disculpando yo le haré algo malo.

Miró a su amigo el cual seguía mirando a la nada sonrojado.

El guardaespaldas de Adrien llegó con el auto y él se subió con dificultad.

-¿Quieres que te llevé Marine... ¡Ac!

Soltó un eructo y la chica negó mientras se tapaba la nariz.

-No gracias, voy a pasar la noche en la casa de Alya ya que nos queremos poner al día.

-Okay.

Cerró la puerta y el auto arrancó.

Marinette se volteó y miró a los morenos con burla.

-Así que ¿vamos a su nidito del amor?

Así es, Alya y Nino vivían juntos hace ya casi un año en una casa propia de tres pisos, aunque según ellos dormían en habitaciones a parte.

-Callate.

Los dos se voltearon avergonzados y la chica los siguió de atrás mientras se contenía la risa.

Continuará...
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¡Hola!

¿Qué tal va quedando la historia hasta ahora?

¿Quieren que actualice de a dos capítulos para no tener que esperar tanto?

Esperó que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Ganandome tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora