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-¡Panadera!

-¡Rubia oxigenada!

Por fin el encuentro más conmovedor se hizo presente, Marinette y Chloe se encontraron en el parque.

-¿Por qué no me dijiste que volviste?

-Me olvidé de ti.

Las dos se miraban con chispas en los ojos mientras Alya negaba con una sonrisa por que seguían sin cambiar.

Las dos se tronaron los dedos y Nino se metió en medio de las dos para calmarlas.

-Ya nenas, relajense, sobre todo tú, pelear no le hará bien a tu embarazo.

Miró a la rubia que tenía un embarazo de 8 meses.

La azabache sonrió con malicia y miró a Chloe.

-Veo que no perdiste el tiempo en dos años.

La chica se sonrojo y miró a otro lado.

-Te avisó que si alguna vez tienes una hija, no voy a dejar que mi pequeño Brian se le acerque.

Alya la miró con una ceja levantada.

-Pero si tu me dijiste que un día cuando Marinette volviese, sus hijos se iban a ca...

Chloe le tapó la boca avergonzada y Marinette sonrió con ternura.

Nunca se imagino que Chloe se haría su amiga y mucho menos la imagino a un mes de dar a luz.

-¡Marineeeeeeette!

Y la sonrisa de la chica se borró al ver como Adrien se acercaba corriendo con un ramo de rosas.

Al llegar frente a ellos le extendió el ramo y ella lo tomó mientras sonreía por la insistencia del chico.

-Un ramo de rosas para mi novia.

-No soy tu novia.

-Hola Adrien. Hola Nino. ¿Qué cuentas bro? Nada mejor amigo al que ni saludo.

Habló celoso Nino y Adrien rodó los ojos por la actitud de su amigo.

-Hola Nino, hola Alya y hola gord...

Chloe sacó un bate de quien sabe donde y el rubio sonrió nervioso.

-Y hola Chloe.

Volvió a centrar su mirada en Marinette.

-¿Qué dices Marinette? Debemos alcanzar a Chloe antes de que se nos adelante.

La azabache se tocó el labio pensativa, asintió y se acercó a su amigo de manera coqueta.

-Claro, hagámoslo.

Adrien se sonrojo al extremo y retrocedió asustado.

-M-mejor otro día, debo esperar 30 minutos después de comer.

Todos rieron por la cobardía del chico excepto Marinette, ella reía para seguir la corriente.

No podía creer que hizo éso y peor aún, que fue rechazada, no lo iba a hacer pero aún así se moría de la vergüenza.

Continuará...

Ganandome tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora