RUBÉN

"PASADO"

Un frío invadía mi cuerpo, sentía que mi piel me quemaba lentamente por la temperatura, abrí los ojos, veía que estaba en aquel bosque, pero esta vez estaba acostada en la nieve y miraba los árboles, admiraba la vista tan linda que tenía, ya que podía ver las hojas, tenían un color verde y negro al mismo tiempo, algo difícil de explicar, las ramas eran delgadas y eran de un color marrón oscuro, en eso siento que uno de los lobos que era blanco con manchas negras se acerca a mí y me lame la cara, sentía un escalofrío recorrer por mi cuerpo ante el comportamiento del lobo, pero parecía que me quería ayudar, luego todo se volvió obscuro.

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Abrí mis ojos, la cama resultaba cómoda en un punto exacto, tanto así que no tenía ganas de levantarme para ir a correr, solo quería reposar en mi cama, quería olvidar el mal rato que viví ayer, ya que he tenido muchas emociones encontradas, traiciones y verdades salieron a la luz al igual que odio y apoyo, ya no sabía que pensar o sentir, solo quería morirme. Me levantó de aquella cama, miro hacia el reloj electrónico color negro que se encontraba en mi mesa de noche, los números rojos hicieron que me marearan, los leí, eran las 5:00. Era el punto exacto para levantarme e irme a correr, me levantó de la cama para irme a cambiar, mis pies se arrastraban por el suelo de aquella habitación, me voy hacia el ropero y saco la ropa deportiva que estaba a punto de ponerme, la dejo caer sobre la cama con somnolencia, los parpados estaban a punto de caer para poder cerrarlos, pero un esfuerzo detuvo ese movimiento, me quite la pijama para poder cambiarme y salir a correr. Después me hice una coleta para sostener mi cabello, salí de la habitación con mi celular en mi brazo y unos audífonos para poder escuchar música.

Salí de la casa, un frío recorrió mi piel haciéndome estremecer de una manera impresionante, tenía mucho frio, era típico en esta temporada ya que era enero y esa estación hace más frío en este sitio que nunca, vi el auto de Charlotte, ella estaba allí o eso creo, estaba dormida en el asiento de piloto, me dio lastima por estar dormida enfrente de mi casa esperando que salga, pero al mismo tiempo se ve patética porque sabe que si me toca le va ir muy mal. Seguí mi recorrido hasta el parque trotando, escuche música por los audífonos, muchas imágenes empezaron a salir por mi cabeza, tantos que no los podía reconocer, volvía a vivir lo que paso ayer, recordaba como veía la credencial de Rubén y ver su rostro en ella, también su voz diciéndome que tenía 17 y no 23, tengo millones de razones por las cuales irme, pero es lo que siento, tan solo pensar eso me hizo dudar ¿en qué más me mintió? Y ¿valdrá la pena seguir luchando por un mentiroso? Todo es tan confuso, me sentía tan tonta por seguir sintiendo cosas por él, solo quiero que alguien me diga que puedo hacer. Trato de enfocarme en mi ejercicio, cuando voy a correr tomo descansos de unos 30 segundos por vuelta, además no digo que corro demasiado, pero si le echo mis corridas al parque, siento como alguien está a lado mío. Es Leo.

— ­Hola – me decía mientras iba a mi paso - ¿no me has dicho cuando podemos ir a tomar algo?

— Estoy ocupada – dije fría, sentí que mis palabras lo habían afectado, un olor detectable me hizo recordar viejos tiempos. – hueles a medicina.

— Soy médico – volteo a verlo lentamente, me detengo, el caminó y se pone frente mío - ¿Qué universidad vas?

— En ninguna – contesté sin ganas, él se impresiono tanto que su expresión cambio por completo - ¿Qué pasa?

— ¿Eres menor de edad? – asentí, sus manos tomaron su cabeza. Ahora entendía todo, él pensaba que yo tenía la edad de su hermano, al enterarse de que no, se espantó cuando se enteró que Rubén se metió con una menor de edad.

— Me tengo que ir – lo evadí.

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— Todo estará bien – decía mi mamá mientras me daba unos hot cakes. El olor me hizo recordar el día que llegue a esta casa, esa mañana de abril, ellas me querían tanto, lucharon demasiado para tenerme y su sueño se cumplió, estoy feliz por ello, pero con solo recordar lo que paso ayer, sabía que ese sueño se había derrumbado – nos hemos tomado un tiempo – me dio leche y se sentó a mi lado.