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Me situaba en una silla de oro, mis vestimentas eran de la época del virreinato, tenía una corona hecha de cristal que estaba sobre mi cabeza, la tomé y la miré para volverla a colocar encima de esta, miraba por a alrededor, al parecer estaba en el bosque. Poco después, intenté bajarme para explorar el ambiente pero al parecer me había atorado en la silla. Pero de pronto, vi a lo lejos un hombre, con cuerpo de humano y cara de lobo, se acercaba a mí y sostenía una caja un poco grande, se hincó ante mi y me ofreció dicha caja. No sabía por qué. Me acerqué y la abrí... en ella aparecía la cabeza del hombre de la máscara.
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Grité.
Miré al mi alrededor, estaba en casa, era sábado.
Me sentía un tanto extraña a mi ambiente, como sí nunca hubiese vivido en mi casa. Lo que pasó ayer me tenía alterada al pensar que pude morir, que el hombre intentó abusar de mí. Tomó mi celular y escribo por Google: "El Rey libro PDF". Aparece millones de páginas y una sección donde se veía la portada de dicho libro, en ella estaba un hombre que daba la espalda y tenía una corona de cristal en su cabeza, podía observar que tenía su vestimenta conforme a su época.
Presioné en la primera página. Y leí una parte del prólogo que me llamó la atención:
"
Sus ojos finitos apuntaban al cielo con la mirada vacía, y en él, presionaban balas chiquititas que mató a cada uno de los desgraciados que condenaron al cruel destino de vivir al límite, de pensar en contra corriente.
Cansado de servir. Cansado de seguir con la esperanza que su vida cambiaría con su Rey lo decida o muera. Cansado de vivir un pueblo sometido por las influencias de la supervivencia. Cansado de que, sea un sustento, la piedra angular del destino de los infantes y de los ancianos, con rostro preocupante pero tratando de mirar el lado bueno de las cosas. Cansado de rogar, rogar para pedir pan, rogar para pedir agua, rogar para pedir justicia.
El Rey no iba a cambiar. El Rey... un niño consentido por el corazón frío y amargo, criado para pensar en él antes que los demás por el sólo derecho de estar vivo. Con la duda que en ese joven pecho lata un corazón, latiendo salvajemente. Con la duda que en esa piel tan fina pueda haber un alma bondadosa y llena de vida. Con la duda que detrás de esa bella cabellera castaña con algunos rulos exista un cerebro que piense y que carbure. Lastimosamente no había una respuesta clara.
El pobre campesino llenó de rabia, tenía que hacer algo para poder salvar a su pueblo...
"
Declan debe ser el campesino y el Rey debe ser Rubén.
Ahora lo entendía todo.
Escuché a lo lejos pequeños ruidos que provenían de mi ventana, me levanté y fui hacia ella, me asomé y lo vi. Estaba Abel, sus ojos azules se hacían notar, se parecía a alguien que conocí pero no sabía donde, me alejé de la ventana, me fui directo hacia la puerta de mi recamara, salí y bajé las escaleras rumbo a la puerta principal. La abrí y pasó Abel.
— Me enteré de lo que pasó ayer. – Me abrazó, sentí su cuerpo delgado contra mí, era extraño.
— Estoy bien. – Se alejó un poco para terminase separándose de mí.
— ¿Cómo sigues? – preguntó, para luego tocar mi herida que tenía en la cabeza. – Debe doler.
— Algo, estoy viva eso es lo que importa. Y ¿Cómo estas tu?
— Bien... me enteré de que hablaste con Charlotte.
— Sí, fue algo raro pero tenía un motivo, su hija. Ahora tengo otro propósito.
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RUBÉN
Misteri / ThrillerMi nombre es Diana, tengo 16 años y estudio la preparatoria junto con mi mejor amiga Zurisadai, lo sé, es un nombre raro ya que ella tiene una familia super religiosa y por eso le pusieron ese nombre tan feo, pero créanme ella es super lanzada. Est...