"NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO"

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A veces quisiera ser las palabras, ya que todo mundo las respeta, excepto los ignorantes.

Estaba allí, en el parque, donde usualmente voy a correr. Miraba la sección de juegos para niños, los más típicos, el sube y baja, columpios, casitas, entre otras cosas. Me sentía tonta, tonta al pensar todo el tiempo mal gastado en pensar en él. Era estúpido, ilógico. Quisiera verlo una vez más para decirle cuanto lo odio y quisiera escupirle en la maldita cara, odio su sonrisa torcida, odio su cabello castaño, odio sus ojos cafés brillosos, odio su piel blanca, lo odio. Quiero golpearlo hasta el cansancio pero sé que es imposible.

— ¿Confundida? – Escuché una voz femenina, volteó para ver de dónde venía. – Yo también lo estuve durante 5 años, fui egoísta e infantil, a veces creo que lo sigo siendo a pesar de que tengo mis 22 años... me siento así. He cometido tantos errores que, contarlos gastaría todos los años de vida que me restan. Tengo tanta cola que me pisen que parecería alfombra roja. – Ella río un poco. – Lamento por todo lo que te hice, no te lo mereces, creo que la mayoría de las mujeres caen en el mismo juego. Culpar a la mujer en vez de tu pareja. Es algo machista.

— Charlotte. – Traté de interrumpirla.

— Déjame terminar. – Callé. – Estuve cegada por el amor y el engaño. Culpo a todo el mundo por mis errores, además a quien engaño, fui la peor persona del mundo con la gente que me dio la mano. Todo es mi culpa... anduve con Declan, ¿lo conoces?

— No, la verdad no.

— Es el hermano de Rubén. Total. Tuve una relación con él a mis 15 años, duramos 2 años más, pero él siempre estaba concentrado en la maldita universidad. Casi no nos veíamos porque tenía que andar buscando y haciendo exámenes para becas, ya que la gente ya no leía los libros del padre de Rubén. Harta de ser la invisible... hice algo terrible.

— Te acostaste con Rubén.

— Sí, y no fue una vez. Fueron varias... salí embarazada, terminé mi relación con Declan, se fue de la casa después de ese día tan malo...

— ¿Qué paso?

— Hubo una pelea gigantesca, estaba Leo, Rubén, Declan, los padres de ellos y yo. Declan empezó a gritar sacando toda la porquería que el almacenaba por años...

— Claro. – Interrumpí. – Uno de los libros del padre de Rubén se llamaba "El Rey", además el poema de Mi Valiente Cobarde, Declan era el ángel.

— Declan... quisiera volver a verlo y decirle cuanto lo siento. El sólo quería justicia.

— Se la merecía... ¿sabes dónde está?

— El usualmente viene a buscarme para hablar con la niña, la otra vez estuve durante unas horas en su casa pero allí en fuera nada... - Me vio con los ojos llorosos. – No te puedo decir grandes cosas... pero... no todo lo que brilla es oro.

— ¿No todo lo que brilla es oro? – Pregunté confundida, escuché a lo lejos un gritó de una niña.

— Adiós – se levantó y vi como ella corría hacia la niña que había gritado... era la hija de Rubén. La vi, su cabello negro, ojos cafés, el mismo rostro de Rubén... me sentía muy mal. Me levanté y decidí caminar un poco antes de volver a casa. Me alejé de la escena.

Mis piernas sentían el peso de mi cuerpo, estaba confundida. La nueva pregunta era ¿Quién es Declan?, no he visto quien sea, tal vez no fue al funeral de su hermano. No lo sé. Empiezo a recordar, todo lo que me dijo Zuri... trató de encontrar la lógica.

Tratar, salvar y aprovechar. Tal vez se refería a la chica del panteón, su prima me puede servir.

Mafia, trucos chuecos. Se refiera a la banda de los Lobos.

Mascara, sótano, disfraz, loco y proteger... ¿proteger?, ¿sótano? Se refiere a...

...

Estaba escondida en aquel arbusto, miraba fijamente a aquella casa que le pertenecía al famoso vocalista de la banda de los lobos. Nuestro queridísimo y amadísimo Logan. Su casa tenía un pequeño sótano donde guardaba todos los instrumentos a utilizar para los conciertos de la banda. Lo sé porque el guitarrista alardea de ello en la escuela, dice que el sótano es tan grande que podía guardar toda cosa. Mi punto está en que, hay algo allí que necesitó robar y proteger. Pero ¿Qué?

Veo que todas las luces de la casa se apagan, es la hora de mi entrada, me escabullo entre las sombras para poder estar más cómoda en todo este asunto de vida o muerte, no importa el precio a pagar. Busqué una de las pequeñas ventanas que me daban acceso a la parte baja, abrí la pequeña ventana, traté de meterme sin hacer ruido, al lograrlo. Me metí al sótano, y miré a mi alrededor, todo estaba oscuro y la luz de la luna no iluminaba tan bien, pero lo que decía el guitarrista acerca del sótano es totalmente cierto, fácil podía remplazar a un búnker militar, así de grande era. Saqué mi celular de mi bolsillo y puse en modo linterna para desenvolverme en el ambiente de obscuridad y terror. Porque así era... de pura obscuridad. Lo único que se escuchaba era el sonido de mi respiración, era como ese patético juego de terror que se hizo popular cuando tenía 14 años, Granny, el cual se trataba de que una anciana te encerró en su casa y tienes 5 días (5 vidas) para poder huir, pero cualquier ruido que podías hacer era demasiado tarde porque la abuela se acercaba a ti con su machete a matarte. Nunca me atreví a jugar, porque era ridículo. Seamos honestos, ¿una anciana con habilidades y la fuerza para poder matarte? ¿Quién es? ¿Superman? De igual manera, no importa.

La luz del celular iluminaba cada rincón del sótano pero todo parecía normal, sólo guitarras, baterías, micrófonos y teclados. Nada fuera de lo común. Repitiendo los suspiros y la agonía de Zuri palpitaban en mi cabeza una y otra vez: "Mascara, sótano, disfraz, loco y proteger". ¿Eso que rayos quiere decir?, no entiendo absolutamente nada, entonces miró una caja de madera y encima se encontraba un libro, me acerco y veo el titulo del libro: "Los venenos más letales", mi cabeza hace un flashback cuando el agente me comentó acerca de como murió Rubén.

Definitivamente, los Lobos fueron los asesinos de Rubén.

Quitó el libro, y abro la pequeña caja que se encontraba allí... mis manos tiemblan, poco a poco un sudor frío recorre mi espalda, ignoró todo aquello y veo una llave vieja. La sacó y la meto en el bolsillo, la luz de mi lampara ilumina la pared que tenía enfrente y veo mi reflejo... y el de alguien más que está detrás de mí.

RUBÉNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora