Me sentía estúpida, una tarada, una ilusa y una persona que no tiene sentido común o lógica a la hora de actuar. Confíe en la persona equivocada y estoy dando todo por él, desde mis ganas de ser un agente secreto hasta mi confianza. No podía creer que fui víctima de estupro o pederastia, si se enteraran mis madres me matarían por imbécil, estaba frustrada por caer en un truco tan bajo y tonto, que hace menos de 24 horas me jactaba de las mentiras y yo caí en las más bajas y obvias. Ya no sabía qué hacer. La cabeza me daba vueltas, como si estuviera en un juego de la feria o el de un parque, quería vomitar para sacar toda la porquería que tenía por dentro. Me levantó de la cama, eran las 8 de la noche de un martes y me siento como si me hubieran pateado, caminó hacia el escritorio de mi cuarto, que daba en la ventana, me asomo un poco, para darme cuenta de un cuerpo femenino que se encontraba en un coche clásico, en mi mente vagó el recuerdo de hoy, Charlotte, ella buscaba respuestas mías, lo sabía y quería que la retara pero no lo haré ya que no tengo ganas y tampoco tiempo para regalárselo, me senté en la silla del escritorio, enfrente mío se encontraba mi computador blanco, apenas se notaba su color ya que había apagado todas las luces y lo único que iluminaba mi habitación era la ventana en la que se asomaba la luna. Presione la tecla "enter" para poder iniciar, la pantalla se encendió haciendo que haya otro rayo de luz, vi la imagen que decoraba mi imagen de bloqueo, era un wallpaper de un hermoso bosque, en el cual claramente había sacado en su anterioridad en Tumblr, volví a presionar la tecla y apareció el rectángulo donde me pedía mi PIN, el cual con memoria lo puse, luego aparece mi fondo de escritorio de la letra de una canción sobre una imagen Tumblr, abro el buscador y escribo "Facebook", presiono "enter" y la pagina aparece en un abrir y cerrar de ojos, mis ojos se asombran al ver un recuadro de solicitud de amistad donde aparece una foto de Abel, y su nombre, lo que me impresiona es que solo aparece su nombre y no un apellido, doy clic en "Solicitud aceptada", el recuadro desaparece y continuo haciendo mi rutina, que es abrir Facebook, luego Spotify para escuchar música, poner mi lista y luego ir a Pinterest para ver algo entretenido para olvidar el mal trago que pase, me siento tan tonta. Hago mi rutina. Pero luego la curiosidad entra por mi mente y lo hago vagar, pienso acerca de la muerte de Rubén, ¿tiene caso sacrificar todo por alguien que simplemente me utilizo o hacer justicia por una persona que me hizo pasar un buen momento de mi vida? La duda existencial era esa. ¿Abandono o Justicia?
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Caminaba por los pasillos de la escuela, me sentía un pequeño gran desastre, mi corazón estaba roto, la vida no tenía sentido, o si, pero era una dramática. El timbre sonó, así que no tuve más remedio que ir a clase, caminé hacia aquel lugar, al abrir la puerta veo el bosque, estoy en un sueño otra vez, parpadeo varias veces para luego ver como un lobo corre hacia mí y me devora de un mordisco.
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Me levantó de golpe, al parecer me había quedado dormida en el escritorio, veo una figura femenina en la oscuridad, estaba a lado mío, mi corazón latía muy rápidamente como si iba a tener un paro cardíaco. La luz se encendió.
—¿Qué pasa? — decía mi mamá preocupada, un sudor frío se filtraba en mi frente, estaba jodidamente asustada — ¿Diana? — pronuncio mi nombre.
— No me pasa nada — traté de no parecer una desquiciada — ¿qué haces aquí?
—Vengo a ver si vas a cenar — negué con la cabeza, trataba de que se fuese de una buena vez, pero al parecer ella no captaba mi mensaje — Diana, llamó el agente Brown y dijo que fuiste a la comisaría, ¿sigues preocupada por el chico que se mató?
—Él no se mató — dije sin pensar, los impulsos y mi corazón mandaron mi boca y mi cuerpo, en vez de la mente, era hora que sacará toda la basura que tenía — ¿tan difícil es comprender eso? — mi tono de voz se transformó en uno lleno de furia, no podía más.
—Diana — decía mi mamá ya asustada por mi actitud. - cálmate.
— ¿Como quieres que me calmé? — mi tono de voz de elevo de una forma bastante considerada, me levanté de aquella silla, quité de mi camino a mi mamá. — estoy harta de todos y me estoy volviendo loca – tomé mi cabeza entre mis manos, así despeinando mi cabello – ¡siento que todo conspira contra mi y ya no sé qué pensar!
— ¿Qué tienes que pensar, Diana? – mi madre trataba de acercarse a mí, pero yo me alejaba.
— ¡Muchas cosas! – grité - ¡no se si tirar toda por la borda o seguir!
— ¿A que te refieres, Diana? – en un arranque, tome mi celular y me fui a galería, donde las imágenes del crimen estaban allí, seleccione la imagen en donde aparecía el cuerpo atado de Rubén y se la enseñe a la mujer. En el acto, mi mamá se asustó al ver la terrible escena - ¿Dónde sacaste eso? – me dice regañándome.
— ¡Eso no importa! – ella vuelve a echar un vistazo a la imagen y se aparta de mi - ¡no sé qué pensar de esto!
— No hay nada que pensar – estaba de espaldas, no quería mirarme.
— ¡Nada! – dije incrédula - ¡hay pruebas de que lo mataron, y no se si averiguar la verdad o no hacer nada! – ella giró su cabeza para verme.
— No quiero que te vuelvas loca. – sus palabras me relajaron un poco.
— Yo tampoco – decía un poco más calmada – quiero determinar que el realmente se hizo esto mamá, hay pruebas que dicen que él se mató, pero... existen otras que no, que el no se mató y si dejo esto aun lado el asesino esta en las calles paciéndose libremente mientras una persona que era feliz está a tres metros bajo tierra. – mi discurso pareció persuadir a la mujer. Su cuerpo giró completamente hacia mí.
— ¿Cuáles son las pruebas que delatan que el no fue? – al parecer la convencí, le enseñé otra foto de la escena, pero más alejada.
— El medía 1.75 – comencé a especular – la rama en donde se mató medía 1.85, un gran salto pudo alcanzar a saltar, pero él tenía una discapacidad en la pierna por lo cual no podía moverse libremente, no podía correr, hacer ejercicios pesados y tampoco podía saltar.
— ¿Tal vez fue su último esfuerzo?
— Si el hubiera saltado para matarse, hubiera caído en el acto y no estaría muerto, si no herido. Otra, en donde salto – hice un zoom a la parte del suelo – había un charco de lodo, en el acto de saltar se hubiera caído y se hubiera lastimado y ensuciado, en la foto de cerca no hay un rastro de suciedad mamá.
— Eso es un buen punto – la mujer tomo su barbilla con una de sus manos y la otra fue hacia la cintura – todo esto, ¿se lo dijiste al agente?
— Si – respondí ante su pregunta – pero me dijo que estaba loca y que si mostraba una prueba contundente reabriría el caso.
— Me alegro de que quieras ayudar – se acerco a mi y me quito el celular y lo lanzo a la cama, yo estaba rendida, agotaba - ¿Por qué pensar lo contrario?
— El me mintió – mi madre frunció el ceño – me dijo que tenía 17, pero en realidad tenía 23. – la mujer quedó impresionada – me da ganas de no hacer nada, pero si no hago nada ¿Quién lo hará?
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RUBÉN
Mistério / SuspenseMi nombre es Diana, tengo 16 años y estudio la preparatoria junto con mi mejor amiga Zurisadai, lo sé, es un nombre raro ya que ella tiene una familia super religiosa y por eso le pusieron ese nombre tan feo, pero créanme ella es super lanzada. Est...