No puedes arrastrar una persona que no camina, ni puedes caminar a lado de una persona que corre.
Extrañamente dormí muy bien, sin pesadillas.
Me desperté con el sonido del timbre, miré hacia la ventana y me dí cuenta que no había Sol, estaba muy nublado.
Bajé las escaleras de mala gana y ví una nota de mi madre en la mesa.
"Santana el desayuno está en la cocina, Fuimos al juego de football de tu hermano, regresamos en la noche"
Bien me quedé sola.
El timbre volvió a sonar y a este le siguieron varios golpes en la puerta.
¿Qué mierda quieren a estas horas?.
Me dirigí a la puerta y abrí sin antes ver quien era.
Gran error.
-¿Te desperté?- preguntó Brittany.
-¿Qué haces aquí tan temprano?-decidí ignorar su pregunta anterior.
-Quedamos en acabar el trabajo, además ya casi es medio día.- respondió.
-Parece que aún fuera de madrugada, pasa- dije haciéndome a un lado para que entre.
-¿Estás sola?-preguntó mirando mi casa.
-Si, al parecer mis padres fueron a un juego de mi hermano-
-Linda pijama- Dijo riéndo.
Sentí el calor propagarse por mi rostro.
Ni siquiera tuve tiempo para cambiarme, estaba casi desnuda.
-Vamos a mi habitación y terminemos con esto de una vez- dije avergonzada.
Ella me siguió hasta llegar a mi cuarto, y luego al llegar, pasó su mirada por todo el lugar.
-Me encanta tu habitación-dijo suavemente.
Cerré la puerta y la invité a que se siente en mi cama junto a mi.
Me miró un rato y luego hizo lo que le pedí. Se acomodó junto a mi y cuando iba a hablar mi estómago rugió de una manera vergonzosa.
Sonrió y tomó mi mano guiándome nuevamente fuera del cuarto en dirección a la cocina.
Una vez ahí, calenté lo que mi madre me había dejado y lo puse en dos platos. Brittany se sorprendió al principio pero aceptó de buena gana y empezó a comer.
No nos demoramos mucho y al cabo de un momento ya estábamos nuevamente en mi habitación.
-Bien Brittany puedes hacer las preguntas-
-Ok, ¿una tú, una yo?- dijo
-Si, yo empiezo. ¿Comida preferida?-dije.
-Mm cualquier cosa que cocinen para mi, no soy exigente en las comidas. ¿Alguna cicatríz?-me preguntó.
-Si, tengo una pequeña en el tobillo de un accidente en bicicleta cuando era pequeña. -Respondí.
-Antes de seguir quiero que pienses bien en las preguntas que me vas a hacer, para conocer a alguien de verdad debes preguntar cosas importantes, cosas que te interesen de verdad.-dijo
-¿Has besado a alguien?-pregunté
Sonrió y asintió con la cabeza.
-¿Te has lastimado a tí misma?- me preguntó.
-Si te refieres a cortarme o algo asi no, pero a veces me encuentro sometida a grandes períodos de entrenamiento físico que me agotan.- dije sinceramente.
-¿Quién es tu mejor amiga o amigo?-pregunté
-Nadie. ¿Algún vicio?-me preguntó.
-No, a veces bebo ya sabes, en fiestas y eso pero nada más. ¿Alguna vez te has enamorado?-Dije
-No lo sé, no lo creo. ¿tú?- Dijo
-No, he tenido novio y todo eso pero nunca he llegado tan lejos.- dije.
Me observó un momento y continuó.
-¿Qué es lo que más amas?- me preguntó.
-La música. ¿Última vez que lloraste?-
Se movió incómoda y su mirada fue directo al piso.
-No recuerdo- respondió al fin.
-Ok- dije y cambié de tema-¿Prefieres leer el libro o ver la película?-
-Leer el libro definitivamente, ¿Qué cambiarías de ti misma si pudieras?- preguntó.
-Intentaría controlar mi temperamento, a veces simplemente exploto como una bomba el momento menos esperado. ¿Alguna vez te han roto el corazón?- le dije.
Miré como las emociones cambiaban en sus ojos y fue la única respuesta que necesité.
-¿Crees en el amor?- dijo
-Si- dije sin dudar.- ¿Tú?-
-Si, ¿Algun sobrenombre?- dijo.
-Muchos, algunos me llaman San, Mi madre me dice Sanny o Santana María cuando se enoja y algunos idiotas del instituto me llaman Satán o Satanás, obviamente no lo hacen en mi cara o saben lo que les pasaría-
Britt sonrió y cerró su cuaderno dejándo de escribir.
-Creo que ya no necesito más- dijo
-¿Puedo preguntarte algo?-dije y la timidez me llenó enseguida.
-Si-
-¿Por qué no te caigo bien?¿Hice algo malo? o ¿Te dijeron algo de mi?-
pregunté y soné bastante desesperada pero ya no podía hacer nada.
Esperé lo que parecían años hasta que finalmente tuve respuesta.
-Me agradas, no hiciste nada malo y todo lo que escuché de tí no me importa.- dijo recostándose en mi cama.
-Pero no te entiendo, dices que te agrado pero siempre me evitas y luego faltas y mientes a todos cuando te piden explicaciones pero cuando yo lo hago no me dices nada-dije.
-Eso es porque no puedo ni quiero mentirte, prefiero no decirte nada a mentirte.-dijo mirándome.
Wow esos ojos.
-¿Porqué siempre te veo cansada?-dije
-Porque no duermo bien-
-¿Quieres dormir?es decir, ya comenzó a llover y es cuestión de tiempo para que la luz se vaya, siempre se va cuando llueve así y no puedes irte ahora que llueve.-dije muy rápido.
Sonrió y golpeó suavemente la almohada junto a ella para que yo me acueste.
Hice lo que pidió y enseguida se apagó todo dentro de la casa a causa de la fuerte lluvia.
Pasé una cobija encima de las dos y sentí su mano en mi estómago, puso su cabeza en mi brazo y me acercó aún más.
-¿Recuerdas la clase de salud?-le pregunté.
-Si-
-Dijiste que me gustaba acariciarte, Tenías razón.-dije casi en un susurro.
-Lo sé, me gusta que lo hagas-dijo y se durmió.
Las preguntas no dichas me daban vuelta en la cabeza.
¿Por qué parece que nunca duerme?
¿Por qué no puede mentirme?
¿Realmente le agrado?
¿Porqué todo esto me atormenta?
Más y más preguntas hasta que el sueño me invadió.