Quemaré los puentes tras de mí para verme obligada a caminar hacia adelante.
Bien ahora qué hago si ella no quiere hablarme.
No puedo creer que es la primera vez que quiero ser amable y no me dejan.
-Umm empecemos con lo más básico ¿te parece?- le dije.
-claro.- dijo poniendo sus brazos en la mesa y descanzando su cabeza entre ellos.
Me miraba fijamente logrando que me sienta intimidada.
-¿Estás cansada?- no pude evitar preguntarle.
-No, ¿por qué preguntas?-
-No sé, talvez por que estás acostada en la mesa.- Sarcasmo siempre presente.
-No estoy cansada, solo me gusta estar así y mirarte.-
Fuck!
-Ya como sea, ¿Edad?-dije cambiando de tema.
-16-
-¿tu nombre completo?-
-Brittany Susan Pierce-
-¿Tienes hermanos o hermanas?-
-No-
-¿Alguna mascota?-
-Un gato-
-¿Vives con tus dos padres?-
-Si-
-¿Tienes auto?-
-No-
-¿No? y ¿cómo vienes?-
-Caminando-
-¿Vives cerca?-
-Si-
Me respondía con esas malditas monosílabas. Si había una cosa que odiaba era que me ignoren.
Nadie me ignora.
-¿Y qué tu no me vas a preguntar nada?- dije alzando la voz alteradamente.
- No-
-Y ¿cómo se supone que me vas a conocer?-
-Debes aprender a conocer lo que es importante de las personas Santana. ¿Tú crees que te va a servir saber mi edad o si tengo auto para conocerme realmente?- Dijo muy tranquila.
- ¿Ah eso crees? Entonces según tu pensamiento ¿qué es lo que conoces hasta ahora?- Dije desafiándola.
-Te llamas Santana, no te gusta sentarte adelante, no te gusta que te ignoren, eres cheerio, eres amiga de Quinn y... te gusta acariciarme.- Dijo calmadamente levantándose para ir a su próxima clase.
¿Qué acaba de decir?
-No me gusta acariciarte y no vas escribir eso.- dije cogiéndole de la mano para que no me deje hablando sola.
-No puedes decidir lo que yo voy o no a escribir. Yo escribo lo que me da la gana, además es verdad.-Dijo soltándose de mi agarre.
- Mira Barbie, anda enterándote con quién estás hablando! Conmigo nadie se mete me oiste?!- Dije cogiéndola otravez para que no se le ocurra dejarme hablando sola.
-Es una pena Bonita, parece que ya llegó alguien dispuesta a intentarlo.-
-No te metas conmigo Barbie, no te pongas la soga al cuello de gana.-
-¿Sabes de qué me di cuenta también?, te encanta cogerme la mano.- Dijo soltándose y se fue.
Me dejó como una imbécil hablando sola.