De los dos

Capítulo 21: Madre

Masahiro se quedó helado y sin palabras al ver a la mujer que estaba frente a él. No se había esperado su presencia, en especial por el largo tiempo que llevaba sin verla.

Megumi lo miró apenada y se acercó a él. Podía verse en sus ojos la cantidad de emociones que estaba reteniendo.

—¿Mamá? ¿Qué haces aquí? —logró decir Masahiro.

—Yo la invité —habló Miho, recibiendo una mirada de sorpresa por parte de todos los presentes.

Masahiro se quedó en silencio, miró angustiado a su madre, observándola detenidamente. Megumi respiró hondo y logró hablar.

—Masahiro, hay tantas cosas que quiero decirte que no sé cómo comenzar. He sido una pésima madre, a pesar de que siempre he estado consciente del gran hijo que eres, puede que sea muy tarde, pero quiero pedirte perdón por todo, y darte las gracias, porque a pesar de que no pude darte el buen ejemplo que necesitabas, por ti mismo fuiste capaz de salir adelante y ser lo que eres hoy.

El nombrado se quedó en shock, su pecho comenzó a doler y varias lágrimas se empezaron a acumular en sus ojos.

Kousuke lo miró apenado, pero sabía que no podía hacer nada, era el momento adecuado para que ellos se dijeran sus verdades a la cara.

—Ma-má —balbuceó Kaori, moviendo su mano hacia Masahiro. Al ser ignorada, continuó llamándolo más.

Megumi miró hacia la niña y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos sin ningún permiso. Kaori miró su abuela y una sonrisa se formó en su rostro.

—Me he perdido de tantas cosas —comentó Megumi, llevando sus manos a su rostro.

—Te perdono —dijo Masahiro con firmeza, recibiendo una mirada de sorpresa de su madre—, con Kaori he entendido muchas cosas que antes ignoraba, criar a un hijo es difícil, incluso si tienes ayuda. Nosotros estábamos solos, pero a pesar de todo eso nunca me abandonaste.

—Masahiro, lo lamento tanto.

Masahiro comenzó a llorar, pero a paso rápido se acercó a ella y la atrapó en un abrazo.

—De verdad lo lamento por todo, Masahiro.

—Yo también.

—He sido una mala madre.

—No has sabido serlo, pero sí has dado lo mejor de ti, eso no te hace una mala madre.

—Te amo, hijo.

Masahiro pegó un salto ante esas palabras y la abrazó más fuerte.

—Y yo a ti. Te amo, mamá.

Luego de llorar y decirse todas las cosas que tanto querían decir, ambos se calmaron y empezaron a disfrutar de la fiesta.

Megumi se acercó a Kousuke, quien aún tenía en sus brazos a Kaori.

—Perdón —habló ella.

Kousuke la miró muy sorprendido. Megumi continuó hablando.

—Tú has hecho tanto por mi hijo, y yo te traté de lo peor, te llamé incluso pedófilo y pensé cosas malas sobre ti. Muchas gracias por cuidar de Masahiro, por amarlo y ayudarlo en todo.

Una sonrisa se formó en el rostro de Kousuke.

—Debió haber sido muy duro para usted, pero Masahiro es un gran hombre, gracias a usted —contestó.

Megumi abrió los ojos sorprendida, iba a responder acerca de eso, cuando Kaori comenzó a balbucear y a moverse inquieta.

—Kaori —la nombró Kousuke, tratando de calmarla.