Capítulo 043.

2.3K 92 3
                                    

Las veces que había pensado y analizado mi vida eran demasiadas, tanto así que siempre terminaba llorando solitariamente mientras lo único que oía era una voz en mi cabeza repitiéndome lo estúpida que era. Había cambiado absolutamente todo, desde el miedo que sentía al entrar en la preparatoria hasta mis sentimientos por Justin.

Quizás no estaba preparada para sufrir un cambio tan radical, e incluso aún temía que las cosas se salieran de control y me destruyeran completamente. No era nada fácil tener guardado un secreto y no saber qué hacer con él.

Tenía la opción de contarlo y afrontar las consecuencias, y una de ellas era que Justin podría alejarse de mí. O simplemente aguardar el momento exacto donde la situación fuera otra, donde la confianza entre nosotros sea lo más importante y hacernos daños fuera una cuestión para hablar sin tener que discutir.

Y era tan ilusa, porque estaba imaginándome un mundo junto a él cuando ni siquiera sabía si me quería. Estaba confundiendo demasiadas cosas con el amor.

—Hall —Oí detrás de mí, me di vuelta y lo encontré apoyado sobre el marco de la puerta.

—Justin, ¿Sucede algo? —Pregunté curiosa, levantándome de su cama.

Él asintió levemente.

—Debes irte.

De alguna u otra forma me lo esperaba. Había llegado tan de sorpresa que ni siquiera Justin sabía bien qué hacer. Era una maravillosa coincidencia que su padre no estuviera en la mansión, porque ese sí sería un problema. Además, no quería verle el rostro sabiendo que había hecho algo tan espantoso en su pasado.

—Sí, yo...me cambiaré y volveré a casa. —Respondí, dibujando una sonrisa que parecía ser más una mueca.

—No debes volver a tu casa si quieres. —Exclamó, lo miré confundida. —Tengo un departamento en el centro de la ciudad. Puedes quedarte allí. —Dijo tendiéndome un papel con una dirección escrita.

—No Justin, no es apropiado; me sentiré aún más entrometida de lo que me siento en este momento. —Expresé.

Justin me observó con un brillo en sus ojos que estaba segura de que jamás sacaría esa imagen de mi mente. Se acercó a mí y me abrazó, rodeándome por la cintura. Escondí mi rostro en su cuello y correspondí su abrazo, sintiéndome plenamente feliz.

—Escúchame —Dijo, separándose sólo unos centímetros y tomando mi rostro entre sus manos. —Tú jamás serás una entrometida, no quiero que vuelvas a decir eso. ¿Oíste? Eres tanto que...nunca nadie podría reemplazarte en mi vida.

La sinceridad en sus palabras me hacían temblar, pero de amor. El amor que sentía por Justin crecía a cada segundo y mis ganas por besarlo también. Y estaba segura de que había leído mis pensamientos cuando sentí sus labios sobre los míos, formando uno de los besos más hermosos que me había dado.

Deseaba que ese beso durara una eternidad, pero a veces una eternidad dura tan poco. Y

—Justin...—Murmuré al separarnos, me miró atento.

—Dime.

—Volveré a mi casa. —Solté seguido de un suspiro.

Él sólo hizo silencio, como si estuviera pensando bien qué decir.

— ¿Quieres...cenar conmigo esta noche? —Preguntó casi de repente, mientras mi ceño se fruncía levemente.

— ¿Qué? —Atiné a preguntar, casi sin poder creer lo que escuchaba.

—Sólo...responde. —Cerró sus ojos. Sabía cuánto le costaba pedirme aquello.

—Me encantaría. —Dije con una sonrisa, mientras acomodaba mi bolso en mi hombro.

—Pasaré por ti a las ocho. ¿De acuerdo?

+++

Observé el cielo con una mueca, el sol comenzaba a hacerse presente mientras las nubes grises se desintegraban. Bajé mi mirada hacia mis pies, estaba cansada de caminar; para mi suerte sólo faltaban unos pocos metros y tendría que ser interrogada por Marie y castigada por papá.

Había negado que Justin me trajera, ya que ni yo misma sabía bien lo que hacía. El sólo hecho de poder dar unos pasos más era suficiente. Ni siquiera estaba al tanto de la situación, y quizás por eso solía confundirme tanto.

Pero había algo que me tenía prácticamente mareada; ¿Qué sentía Justin por mí? ¿Le gustaba? ¿Me quería? ¿O...me amaba? Tenía esa sensación de que no era amor, era más bien una pequeña necesidad de sentir algo diferente. Algo que marcara su vida y la mía para siempre.

Y no teníamos muchas cosas en común; nunca pensábamos igual, nuestras ideas eran diferentes. Él era dueño de sí mismo y yo era una maldita insegura. Pero por alguna extraña razón, sus labios parecían haber sido hechos como piezas exactas para encajar con los míos, ambos mirándonos a los ojos.

¿Si no era amor, entonces qué podía ser?

Subí los tres pestaños que me separaban del suelo y abrí la puerta principal, dejando a un lado mi pequeño bolso. Reuní valor para enfrentar la situación y me dirigí hacia la cocina, encontrándome a Marie de espaldas, al parecer rezando. Aclaré mi garganta, dándole el susto de su vida.

—¿_____? ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Te has vuelto completamente loca?! —Gritó paranoica.

—Tranquila, he vuelto—Respondí son paciencia. No necesitaba alterarme, ¿cierto?

—Tu padre está en Japón, estaba furioso cuando se fue.

—¿Japón? ¿Otra vez? —Pregunté, recordando que había viajado hace un tiempo a ese mismo país.

—No hablemos de eso, cuéntame qué ha sucedido...¿Por qué huiste? —Dijo, sentándose en la silla de bar.

—Necesitaba un respiro.

—¿Tienes hambre? ¿Dónde has dormido? —Insistió.

—No, y no puedo decírtelo. —Respondí sus preguntas ordenadamente. Ella asintió.

—Ve a ducharte, y luego baja a cenar. —Soltó un suspiro. Negué rápido con la cabeza, recordando a Justin.

—No cenaré aquí...

Marie me observó y sólo se limitó a asentir. —No puedo prohibirte nada, y menos notando que tienes algo importante que hacer. —Guiñó su ojo.

—Gracias. —La abracé y corrí escaleras arriba.

¿Qué demonios debía usar? Era la primera vez que salía con un chico y no tenía idea de qué hacer. El nerviosismo se apoderaba cada vez de mí mientras imaginaba qué ponerme. Realmente no quería llamar mucho la atención pero...

Quería verme hermosa, sólo para él.



+++

Hasta aquí niñas <3

¿QUIERES UN MARATÓN? ¡COMENTA Y REGÁLAME UN VOTO!

Rom.

Invisible »Jb. |FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora