Capítulo 064.

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Observé mis manos con curiosidad en cuanto supe que Claire tardaría varios minutos platicando con aquel señor en la puerta. Habíamos oído el timbre y ella se había levantado del sofá a la velocidad de la luz, incluso llevándose la mesa ratona por delante.

No tenía idea de qué estaba haciendo con mi vida; debía sacar todo lo que tenía para decir, pero a la vez sentía que aún no era el momento. Y a pesar de ello, definitivamente quería enfrentar la maldita realidad como nunca. Esto era demasiado para mí. Sobrepasaba todos mis límites; deseaba jamás haber descubierto ese maldito secreto que tanto me atormentaba. Tenía tantos problemas y eso sólo hacía de mi vida un completo desastre.

Si tan sólo mi madre hubiera sido como todas las demás, no dejaría que enfrentara esto sola. Y tampoco dejaría que sufriera en todo sentido. No tenía amigas de mi edad en las cuales confiar, no tenía familiares cercanos que se dignaran a aconsejarme, no tenía ni siquiera una mascota que me acompañara en cada momento. Era una fracasada, ¿Cierto?

— ¿Gusta pasar? —Escuché detrás de mí y me giré para ver mejor.

— Muchas gracias, pero debo continuar con el caso. Prometo que pronto volveré a visitarla, señora Mallette.

Tragué en seco al oír aquel apellido que tanto rondaba por mi cabeza, y entonces recordé a Steve, el tío de Justin y dueño de uno de los hoteles más lujosos de París. Era más que obvio que él era el hermano de Claire. Eso también me traía unas cuantas dudas acerca de por qué él no le ayudaba a Justin a buscar a su madre, o por qué Claire jamás lo había mencionado. ¿Acaso Jeremy también la había alejado de su familia? ¿Acaso había sido tan hijo de puta para ponerla en contra de todos?

—Siento que tuvieras que esperar, cariño. —Exclamó ella volviendo a mi lado—.Acabo de recibir la mejor noticia de mi vida.

La miré. — ¿Puedo saber cuál? —Pregunté formando una sonrisa en mi rostro.

Tardó unos segundos en responderme. Su emoción podía sentirse hasta en el aire, y la felicidad que se había acumulado en sus ojos parecía responder por sí sola.

—Quizás...quizás pueda volver a ver a mi hijo.

Más allá de mi ceño fruncido, un dolor agudo similar a una punzada en el corazón inundó mi ser. Podía verme a mí misma sentada allí como una tonta; podía sentir a mi cuerpo relajándose lentamente. Y a mi mente descansar como hace mucho no lo hacía. Me sentía culpable y a la vez victoriosa.

— ¿Co...cómo? —Tartamudeé.

—He estado averiguando en preparatorias y descubrí su nombre en la planilla de una situada en el centro de la ciudad. —Hizo una pausa. —En cuanto supe que era él...sentí millones de emociones en mí. Todo mi esfuerzo ha valido la pena, sólo me queda esperar...

Noté sus lágrimas deslizándose por sus mejillas y no pude evitar abrazarla. Santo cielo... ¿Qué demonios estaba sucediendo? En segundos mi ánimo había dado un giro de ciento ochenta grados; ahora sentía ganas de vomitar y de brincar como una niña pequeña a la cual le habían regalado un viaje a Disneyland; si ella había estado averiguándolo todo, no tenía por qué decírselo de una forma grotesca y abrupta. Ella podía encontrar respuestas y llegar a Justin por sí sola; aunque estaba segura que luego me arrepentiría de no darle mi ayuda. A pesar de todo se lo merecía.

—Eso es increíble Claire, sé que lo encontrarás. —Esbocé una sonrisa, sosteniendo sus manos. —Sé que tú eres capaz de hallarlo y por fin podrán estar juntos como tanto lo deseas.

Claire asintió. —El sólo hecho de imaginarlo a mi lado me deja perpleja completamente. —Sus ojos brillaban más de lo normal, tanto que creía que me haría llorar también. —Debo tener fe.

Invisible »Jb. |FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora