Invisible »Jb. |Finalizada

Capítulo 015.

El timbre de receso sonó y salí disparada de la clase. No esperé a que nadie saliera, era la primera vez que lo hacía y se había sentido jodidamente bien. Caminé por el extenso pasillo, mirando de reojo a las personas, las cuales aún seguían mirándome y susurrando. Los entendía, ¿Quién hubiera imaginado que yo, la invisible y fea de la clase, estaría tan cerca de un chico tan guapo como Logan?

Oh vamos, era tan estúpida para entablar siquiera una plática con un chico. Además, papá mataría a cualquiera que quisiera algo conmigo, pero para su suerte se ahorraría eso. Nadie querría estar con su hija, reí sin gracia en mi interior. Recordé entonces cuando, de pequeña, papá decía que no tendría novio hasta los cuarenta años. Al parecer su "deseo" se haría realidad después de todo. Jamás había dado mi primer beso, ni había tenido la "charla" con mamá sobre el sexo, ni siquiera había ido a una maldita fiesta en toda mi vida. Por algo me llamaban fracasada.

—Quieta ahí, Hall. —Oí detrás de mí y automáticamente di media vuelta.

—Hailey...—Susurré nerviosa, sintiendo cómo me faltaba un poco el aire.

— ¿Has hecho mi tarea de español? —Preguntó amenazante, alzando su fina ceja. Alice apareció detrás de ella y se colocó a su lado, ambas me miraban.

—No me la has pedido —Balbuceé nerviosa, mirando hacia abajo.

—Justin te lo dijo, ¡Y no lo hiciste! —Fruncí el ceño y la miré. Me tomé dos segundos para analizar sus palabras, y luego asentí.

—Tienes razón, no la he hecho.

Ambas me tomaron por los brazos, era mi fin. Entramos a los baños y me arrojaron al suelo bruscamente. Sentí dolor en mi cabeza, Alice me jalaba el cabello fuertemente mientras Hailey comenzó a golpearme con sus puños en el rostro.

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Caminé apresuradamente hacia Bieber, quien al parecer buscaba las llaves de su auto. Lo fulminé con la mirada, cabrón. Gracias a su intento de hacer mi vida imposible, Hailey y Alice me habían golpeado en los baños, todo por una maldita tarea de la cual el maldito Justin no me había dicho.

— ¿Por qué lo hiciste? —Dije mientras me ponía frente a él. Me miró unos segundos, como si estuviera recalculando.

— ¿Hacer qué? —Preguntó tranquilamente, haciendo que mis ganas de golpearlo crecieran.

—No me dijiste nada acerca de la tarea de Hailey, y ahora... ¡Mira mi ojo! ¡Mi padre contratará a un maldito espía! —Grité exageradamente mientras señalaba mi ojo derecho, el cual de seguro estaba morado.

—Lo olvidé—Lo estaba viendo. El muy idiota estaba riéndose.

—Imbécil...—Murmuré, para mi mala suerte fue un poco alto y ya tenía a Bieber arrinconándome contra su preciado auto.

— ¿Cómo me llamaste? —Preguntó seriamente. Era increíble la bipolaridad de este chico, pero yo tampoco podía decir nada. Era igual de bipolar que él.

—Suéltame —Rogué, estaba tomando mi muñeca con demasiada fuerza.

Al tratar de zafarme de su agarre, sentí un ruido estruendoso. Di un salto en mi lugar y de repente la lluvia comenzó a caer sobre nosotros. El sonido de los truenos era algo que jamás había tolerado, un trauma que llevaría hasta la tumba. Miré hacia el cielo ignorando completamente el dolor que sentía en mi muñeca. Volví mi mirada hacia Justin y lo encontré viendo el cielo también, se veía...se veía tan guapo e inofensivo. Como otra persona, de la cual con gusto sería amiga. Había imaginado tantas veces cómo sería Justin si fuese tierno, alegre y amable. Para mi desgracia, la realidad golpeaba duro.

—Señorita Hall... —La voz de Logan hizo que empujara a Justin lejos de mí. Él me miró y luego a Logan.

—Adiós Justin —Dije bajito, observándolo.

—Adiós, Hall.

Logan y yo caminamos hacia la limusina. Él abrió la puerta de copiloto y por un momento creí que bromeaba. ¿Me dejaría subir ahí? De todas formas lo hice, tal vez tendría tiempo para intentar platicar. Logan subió del lado del piloto y encendió la limusina. Miré por la ventanilla y supe que era el momento de comenzar a dejar de lado la timidez por primera vez en mi vida, pero increíblemente no tuve que iniciar yo la conversación.

— ¿Puedo hacerte una pregunta? —Dijo él, algo intimidante.

—Ya la estás haciendo —sonreí, él amplió una sonrisa en su rostro. Una de las más hermosas que había visto. —Dime...

— ¿Ese tal Justin...es tu novio? —Preguntó de repente y mi sonrisa se borró de inmediato.

—No —Reí sin gracia, mirándolo de perfil —Él jamás se fijaría en mí.

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