Negocios malditos

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¿Cómo les va? Tengo entendido que a algunos le está costando un poco hacer buenas migas con Bastian. Déjenme decirles que... esto va a continuar así por un rato XDD Bastian es un personaje muy peculiar y como han visto Jasmine es de armas tomar. Así que espero que no vayan con muchas ideas de enamorarse de él porque es tan o más perro que Iker jaja Recuerden, cuarto capítulo y ya se los advertí. Después no quiero reclamos xDD

Capítulo IV: Negocios malditos

Esa noche Jasmine casi no pudo descansar, aun frente a la velada aceptación de Bastian de permanecer allí dos semanas, ella sabía que nada nunca era tan fácil con él. Dos semanas parecía poco tiempo para el común de las personas, pero ellos definitivamente no eran comunes. Y la posibilidad de que terminaran matándose era muy real.

Una parte de ella estaba tentada de acceder a su pedido de sobornarlo con alcohol, sabía que la bebida aplacaría en gran medida sus arranques de mal genio. Pero no quería hacerlo, no quería darle la satisfacción de obtener eso de ella, no quería darle el poder de hacer y deshacer a gusto en su casa. Recordaba demasiado bien lo que había sido vivir con él durante el periodo en que buscaron concebir a Ryan. Bastian siempre había tenido un vaso en la mano entonces, siempre se encontraba bebiendo algo, siempre le obsequiaba una sonrisa torcida y alzaba la bebida de turno en un simbólico brindis cuando la veía cerca. No tomaba al punto de perder el conocimiento, ni tampoco hacía eso de arrastrar las palabras como había visto hacer a algunos hombres. No, él sólo bebía sorbos cortos, pocas cantidades pero de forma indudablemente constante. Y cuando en un solo momento de debilidad se atrevió a preguntarle por qué bebía todo el tiempo, él le respondió de forma concisa: sólo hago de este infierno algo más soportable.

Jasmine comprendió entonces que a Bastian le hacía tanta gracia como a ella esa obligada convivencia, así que a la primera oportunidad que tuvo se encargó de sacar todo el alcohol de la casa. No quería darle nada con lo que pudiera sentirse demasiado cómodo, de ese modo ninguno de los dos se vería en la necesidad de soportar al otro. Y había funcionado. Luego de que Bastian se mudara a Londres de forma permanente, había regresado a Kent en tres ocasiones y en todas ellas sólo había estado en la casa el total de dos días. Ella sabía que odiaba el hecho de que todas las vitrinas estuviesen vacías, pero no se lo reprochaba y se marchaba al pueblo a buscar el consuelo del alcohol o de alguna mujer. Jasmine no podía evitar preguntarse si él lo recordaba, si recordaba aquella noche en que se había puesto como una cuba y había entrado en su habitación a...

Sacudió la cabeza apartando ese pensamiento. Bastian nunca se había emborrachado frente a ella antes, no al menos hasta aquel día. Jasmine ni siquiera supo decir qué había cambiado, qué lo había alterado al punto en que se hundió por completo en la bebida y luego quiso hundirla a ella. Fue la única vez en que su esposo le inspiró miedo.

Y por ese motivo no estaba dispuesta a darle nada de alcohol, no dejaría librada al azar la posibilidad de que volviera a ser ese hombre. Mucho menos sabiendo que ahora Ryan estaba allí. No, Jasmine cuidaría a su hijo a como dé lugar.

Empujando la bandeja con el desayuno que apenas había tocado, decidió ponerse en movimiento. Le haría una corta visita a su hijo y luego comenzaría a trabajar; el tiempo no era algo que estuviese en su favor y debía sacarle el mayor provecho a cada segundo. Mientras Theo continuara de su lado, ella tenía una finca que administrar y sacar adelante.

Salió de su habitación y enfiló directo al pasillo donde había decidido poner el cuarto de Ryan. La casa estaba distribuida de tal modo que el tercer piso era el destinado a las habitaciones de los niños, pero a Jasmine no le había gustado nada la idea de tener a Ryan tan lejos. Había hecho los arreglos que consideró pertinentes, aun frente a la mirada desconcertada del ama de llaves, y había trasladado a su hijo y a la niñera al ala occidental. Justamente al final del pasillo de las habitaciones del conde y la condesa.

Jasmine Flower (Serie: Acuerdos Matrimoniales 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora