Desacuerdos

12.6K 1.7K 408
                                    

¡Hola! Acá estoy de vuelta... y bueno, creo que nunca he usado tantos signos de exclamación como lo hice con esta pareja jaja espero disfruten del cap ;) 

En el multimedia evidentemente está el vizconde comiéndose las manos XD

Capítulo III: Desacuerdos

La cena fue una tensa escena de tres platos con su hermano mirándola con toda su suspicacia ducal, Jasmine nunca se sintió bajo tal presión en toda su vida. No tenía idea de cómo manejar a Bastian y el hecho de que él siguiera desaparecido desde la tarde, no ayudaba mucho a la charada que intentaba armar ante Theo.

Finalmente pudo respirar más tranquila una vez que se retiró a sus aposentos y comenzó a barajar las posibilidades que se le presentaban ante la perspectiva de perder el apoyo de su hermano. Era una condesa, claro, pero de un título vacuo que no tenía riquezas, prestigio o abundantes tierras siquiera. Su única posibilidad de salir adelante era manteniendo a Theo de su lado, pues el caso contrario sería encontrarse a alguien más que quisiera salirle de garante y Jasmine sabía que allí no tendría posibilidades. Los prestamistas nunca se involucraban con mujeres, por muy condesas que éstas fueran. Y mucho menos lo harían con la condesa de Hastings, cuando ella todavía no era capaz de solventar todas las deudas que contraía Bastian.

No, sin duda esa posibilidad estaba descartada. ¿Qué otra opción tenía? ¿Convertirse en la amante de un hombre rico? No sería tan alocado sabiendo que su matrimonio era una mentira, pero eso supondría tener que conseguir un hombre dispuesto a mantenerla a ella, a su hijo y a su esposo. No, definitivamente no podía darle tanto valor a su atractivo físico. Era bonita, no la reencarnación de Afrodita.

Suspiró con pesadez, haciendo que la doncella la mirara a través del espejo con curiosidad.

—No pasa nada, Luci, sólo estoy pensando.

—Por supuesto, mi señora —aceptó la joven, continuando con su labor de desvestirla.

Jasmine dejó que la chica le pusiera el camisón y luego se metió dentro de la mullida bata que levantó para ella, una vez que estuvo cómoda se sentó frente a su tocador y aguardó pacientemente mientras Luci deshacía su peinado. La doncella tomó su cepillo entonces, pero ella la detuvo alzando una mano.

—Puedo hacerlo yo, dile a Nancy que estaré lista en diez minutos.

—Sí, mi señora. —Haciendo una corta reverencia la joven se marchó y Jasmine comenzó a peinarse con gesto ausente.

Todo le había estado saliendo a las mil maravillas hasta ese momento y creía que ya casi lo tenía resuelto. Con el dinero que le había estado prestando Theo, ella había hecho grandes avances en su propia finca y en realidad creía que en un año sería completamente rentable. Al punto en que sería capaz de pagarle con intereses. Pero todavía no podía darse el lujo de perder ese apoyo, estaba haciéndose de maquinaria nueva para las plantaciones y eso significaba un gasto sustancioso.

—Maldición... —susurró, aunque en realidad sentía ganas de gritar hasta donde alcanzaran sus pulmones. Había trabajado tanto y ahora todo ese trabajo podía irse al diablo por una sola decisión de su impredecible esposo. No era justo.

Jasmine comenzó a trenzarse el cabello cuando escuchó el inconfundible golpe de una puerta cerrándose a la distancia, volvió el rostro al tiempo que él abría de un bandazo la puerta que comunicaba su habitación con la sala de estar compartida por el conde y la condesa. Sus ojos se trabaron un instante en una conversación sin palabras, ella se puso de pie y comenzó a retroceder, pero Bastian cubrió las distancias en segundos y la tomó fuertemente por la muñeca cuando ella intentó alcanzar el cepillo. Jasmine gimió por el dolor que le estaba infringiendo, pero él no la soltó o siquiera hizo amago de disminuir la presión. La observó esperando a que le rogara, pero ella no era de ese tipo de mujeres y no se iba a doblegar por ningún hombre.

Jasmine Flower (Serie: Acuerdos Matrimoniales 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora