¡Hola! Espero que estén bien, ya estamos por acá con un nuevo cap, más largo y todo eso.
En el multimedia les dejo una genialisima pintura que hizo una de mis chicas, viene estupenda para el cap. Espero les guste ^_^
Y si no les gusta, mientanme para que sea feliz ¿ok? OK.
Capítulo XI: Ryan
Para completo disgusto de Jasmine, Bastian no le ofreció ninguna explicación al respecto de sus palabras. Durante los siguientes dos días que se vio obligada a permanecer en cama por su herida, no tuvo noticias suyas, ni tan siquiera una de sus inoportunas visitas. No podía decir que se hubiese sentido descuidada, pues todo el personal de la casa había estado al pendiente de cualquiera de sus pedidos por más pequeño que éste fuera. Y aun cuando intentó convencerse de que en realidad no le importaba tener una conversación con su esposo, Jasmine no podía simplemente hacer caso omiso de la situación que le había arrojado de buenas a primeras. Bastian había hecho una elección de palabras a conciencia, evidentemente quería que ella reparara en ello. Pero entonces, ¿por qué no le había dicho más?
Suspiró con frustración, al tiempo que una criada abría la puerta con cuidado de no interrumpirla. Jasmine quería pedirle por favor que la interrumpiera, nunca se había considerado una mujer paciente y cumplir con la indicación del doctor Hartman le estaba costando horrores.
—¿Lord Hastings? —le espetó a la joven, ni bien ésta hubo cruzado el umbral.
—No se encuentra en la casa ahora, señora. —Esa había sido la respuesta que había obtenido de cada miembro de su personal, como si todos hubiesen tomado la decisión unánime de ocultar a Bastian—. ¿Desea que le suba algo? ¿Té? ¿Algún libro?
—No, gracias —la cortó, perdiendo repentinamente el deseo de verse interrumpida—. Retírate.
—Sí, mi lady.
La doncella se marchó en silencio, dándole espacio para que volviera a sumirse en sus pensamientos. En los pasados días había tenido mucho tiempo para pensar, pues por mucho que trató de seguir con su trabajo, administrar una finca suponía un reto cuando se hacía desde la cama. Así que después de pensárselo un poco, supuso que podía poner las cosas en pausa por unos días. En ese sentido le daría un poco de razón a Bastian, la casa no se vendría abajo si ella se tomaba un descanso. Ya se había asegurado que los cimientos estuviesen bien apuntalados de todos modos.
Pero ese descanso se estaba empezando asemejar a una tortura y no podía culpar a las pequeñas punzadas de dolor que de tanto en tanto le enviaba su tobillo, no. Su malestar tenía otro referente, curiosamente mucho más molesto y potencialmente más dañino que su herida. Miró el reloj que tenía sobre la repisa de la chimenea y luego dirigió su vista con impotencia hacia la puerta, de pronto comenzó a anhelar la visita de Ryan para comer. Pero faltaban horas para eso y no tuvo más opciones que arrellanarse en sus almohadones y forzarse a conciliar el sueño.
***
Hacía aproximadamente una hora que había despedido a Ryan luego de alimentarlo como cada noche, y una vez más se encontraba sola con sus pensamientos. Había intentado alargar lo más que pudo la visita de su hijo, hasta que el pobre cayó rendido en su cama, dispuesto a dormir lo llevaran o no a su habitación. Estaba sola.
Miró el reloj del mismo modo que llevaba haciendo los últimos dos días y aguardó impaciente, hasta que las manecillas se movieron para anunciar la medianoche. Era todo, necesitaba salir de allí o terminaría por volverse loca. Cogió la bata que su esposo encontraba tan insultante para su contemplación y con mucha calma, colocó los pies en el piso para incorporarse. No sintió ningún tipo de dolor, por lo que supuso que el tobillo ya estaba recuperado o en proceso de ello. Entonces se encaminó lentamente hacia la sala del conde y la condesa, que, como las noches anteriores, se encontraba vacía.
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Jasmine Flower (Serie: Acuerdos Matrimoniales 01)
Ficção HistóricaJasmine ha pasado la mitad de su vida cuidando a los demás, habiendo cumplido los 28 años y siendo prácticamente una desconocida en la escena social, su futuro más inmediato parecía empujarla a la mal sonada y bastante temida soltería. Y ésta a una...