Lonely 《p.jy》

Capítulo 10.

Después de pasar todo el día lejos de Jinyoung, los efectos de su contacto constante comenzaron a desaparecer. Un dolor sordo se hundía lentamente en sus músculos, como si acabara de hacer un duro entrenamiento en el gimnasio. No fue demasiado doloroso de soportar: ni siquiera había notado el dolor mientras estuvo en el zoológico con Chaeyoung.

Sin embargo, no podría enterrar su deseo por Jinyoung, sus pensamientos siempre recaerán en él sin importar nada.

Tumbada en su sala de estar después de un largo día, se encontró mirando su teléfono; preguntándose si debería llamar a Jinyoung o no, preguntándose si él la llamaría o no. Esa mañana, él dijo que la llamaría por teléfono después del trabajo, pero ¿lo decía literalmente o era una invitación para que lo llamara?

No quería interrumpirlo en una reunión o algo así. Tomó su teléfono, girándolo entre sus dedos en deliberación. Suspirando en voz alta por si misma, echó la cabeza hacia atrás con frustración. Es por eso que no salió. En ese momento, su teléfono comenzó a zumbar en su mano, el nombre de Jinyoung parpadeando en la pantalla.

Inmediatamente su corazón se alzó de felicidad, ansioso por escuchar su voz después del largo día.

—¿Escuchaste de nuevo?—preguntó tan pronto como respondió, pensando cuán convenientemente había llamado.

—Tal vez.—respondió en broma, su voz enviando a su estómago a dar volteretas.

En esa palabra, sintió la tensión en su cuerpo relajante.

—Estoy volviendo a mi casa para cambiarme. ¿Quieres salir ésta noche y hacer algo divertido?—el corazón de Minhee comenzó a correr de emoción.

—¿Algo divertido? Eso me parece bien.—respondió, sentándose en el sofá.—¿Qué tenías en mente?

—Eso es todo lo que digo.—le dijo Jinyoung por encima del zumbido de su auto. Él debe haber estado llamando por Bluetooth.—-¿Te paso a buscar en una hora?

—Sí, nos vemos pronto.—colgó, arrojando su teléfono sobre la mesa y accurucándose en el sofá con un cojín para abrazarlo.

Realísticamente, una hora no era tan larga, pero la necesidad de tener a Jinyoung con ella ya era abrumadoramente fuerte. Le asustaba sentirse tan dependiente de él cuando estaba acostumbrada a su independencia. Cerrando los ojos, trató de relajarse y calmarse antes de prepararse.

Dentro de si misma, encontró los constantes latidos del corazón de Jinyoung coincidiendo con los suyos y se rodeó de ellos, comenzando lentamente a sentirse tranquila y en paz. En un momento escuchó los latidos del corazón de Jinyoung, y luego su tono de llamada resonó en la sala de estar, haciéndole saltar de miedo con los ojos muy abiertos. Aferrándose a su corazón, recuperó su teléfono y respondió, llevándolo a su oído.

—¿Hola?—comenzó suavemente, sofocando un bostezo.

—Estoy afuera, ¿vienes?—preguntó Jinyoung con una pequeña risa.

Minhee se resistió, entrando en pánico porque no estaba lista.

—Llegas temprano otra vez.—exclamó, saltando a sus pies.—se suponía que estarías aquí en una hora.

—Ha pasado una hora.—respondió, sin reprimir sus risitas. Sus ojos parpadearon hacia el reloj en la pared, sorprendida de ver que de alguna manera había perdido una hora.

—Debí haberme quedado dormida. Voy a estar abajo en un segundo.—divagó rápidamente, ya apresurándose en su habitación.

Al tirar el teléfono en la cama, corrió al espejo para juzgar con qué tenía que trabajar. Su cabello se asemejaba al nido de un pájaro, así que lo recogió y lo amontonó en un moño, sacando algunos mechones alrededor de su cara para enmarcarlo. No tuvo tiempo suficiente para intentar delineador los ojos, tampoco tenía la mano firme, así que se enjugó un poco la barra de labios y esperó lo mejor. Estaba en el medio de decidir si tuvo tiempo suficiente para cambiarse a algo más apropiado para la cita que su camiseta a rayas y el mono de mezclilla cuando Jinyoung se metió en su cabeza.