Lonely 《p.jy》

[FINAL] Capítulo 18.

Estaba en la habitación de Jinyoung: eso es lo primero que notó cuando abrió los ojos, el segundo es que no sufría de los dolores.

¡Oh, gracias a Dios!

Lentamente, sentada en la cama, miró y esperaba ver a Jinyoung a su lado, pero la cama estaba vacía y claramente no había dormido dentro. Escaneó la habitación, suspirando suavemente cuando sus ojos finalmente se posaron en él sentado en posición vertical al lado de la cama, su cabeza apoyada en el colchón con su mano sosteniendo ligeramente la suya.

Incluso en una posición tan incómoda, dormía tan profundamente. Pasando su mano por su brazo, suavemente lo sacudió para despertarlo, gritando su nombre suavemente mientras sus ojos se abrían.

-Ven a la cama, Jinyoung.-le dijo en voz baja al oído, tirando de su brazo y arrastrando los pies por la cama para hacer espacio.

Aturdido y confundido, Jinyoung siguió su atracción y se metió en la cama junto a Minhee, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y presionando su cara contra su cuello.

-¿Te sientes mejor ahora?-preguntó, abrazándola más fuerte.

-Mucho mejor, gracias.-respondió, mirando al techo mientras se pasaba los dedos por el pelo.-debo haberme agotado.-agregó, presionando sus labios en su desordenado cabello castaño.

El leve aroma de su shampoo le rodeaba y la dejaba suspirando de placer. Sintió que sus labios rozaban su clavícula y le daban un beso tranquilo contra su piel.

-Acerca de ayer.-comenzó suavemente, haciendo una pausa por un segundo para besarla de nuevo en el hueco de su cuello.-no debería haberte gritado, bebé, especialmente después de todo lo que pasaste. Fui un idiota completo y lamento haberte asustado así.

-Te perdono.-respondió rápidamente, pasando las manos por su cabello para calmar la ansiedad que sentía por él.-Chaeyoung me dijo que verme recibir un disparo puede haberte asustado también. No debería haberte molestado.-encontrando su cabello, comenzó a acariciarlos.-los dos nos desordenamos anoche.-Jinyoung levantó la cabeza y la miró.

-No quiero que renuncies a tu trabajo.-le dijo con una mirada seria en su rostro soñoliento.-¡Pero tampoco quiero perderte! Saber que te pueden disparar en cualquier momento me asusta. Solo te tengo, no quiero que un idiota te aleje de mí.-explicó con voz temblorosa.

Escuchar su ansiedad tan claramente en sus palabras rompió su corazón. Adoraba ser un agente de policía, pero también amaba a Jinyoung, hiciera lo que hiciera falta, haría que esto funcionara.

-No voy a renunciar a mi trabajo, pero prometo que lo de ayer nunca volverá a suceder.-murmuró en voz baja, pasando los dedos por su cara para ahuecar su mejilla.

-¿Cómo puedes prometer eso?-susurró él, su voz se quebró con emoción.

Cuando Minhee miró a su mente, la idea de que le dispararan estaba reproduciéndose, como si se estuviera torturando con lo impotente que se sentía. Presionó su toque en su piel donde pudo, tratando de llevar la calma a su cuerpo y alejar sus preocupaciones.

-No voy a ir a ningún lado, Jinyoung.-le susurró suavemente al oído, enterrando su cara en su desordenado cabello.-ni siquiera un maníaco con un arma me va a alejar de ti. Tienes que confiar en mí con esto.

-Honestamente pensé que te estabas muriendo ayer.-murmuró en voz baja, girando la cabeza para besar la palma de su mano.-recuerdo haber salido de mi oficina solo necesitando encontrarte antes de que te escabulles para siempre. No pude encontrarte en mi cabeza y salté al peor de los casos.-su agarre sobre Minhee se tensó, como si nunca hubiera querido dejarla ir otra vez.