Capítulo uno.

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                                                                                                                                                                              Colton.

"Como alguien como yo acabaría aquí". Pienso y me restrego los ojos con las manos. Me levanto. La chica que con la que estuve anoche está a mi lado, dormida. Ayer parecía muy atractiva, hoy es repugnante. No me culpo, estaba bajo los efectos del alcohol. Siempre es así. Nadie la remplazará a ella. Allison. Con solo pensar su nombre una especie de escalofríos me recorren la espalda y me hacen desearla ahora mismo en mis brazos. Sus tiernos labios junto a los míos. Su olor. Para ser sincero, todo de ella me parecía vago y excitante.

Tomo mi toalla y me meto a la ducha. Abro el grifo y el agua helada comienza a caerme sobre el abdomen. Nada mejor para comenzar el día.

Al salir, la chica se ha ido así que puedo quitarme la toalla con toda libertad y lo hago. Siento frío en las piernas y cierro la ventana. Me pongo la ropa típica de mí. Una sudadera, pantalón globo y mis supras.

Camino hacia el estacionamiento donde tengo mi Lamborghini. Al salir, las chicas me miran. Sus miradas no hacen mas que elevar mi ego. Esbozo una sonrisita y despues la retiro. El aire hace que mi cabello vuele. Esa libertad que solo puedo sentir en este auto.

Estaciono mi auto a lado de ese viejo camper. El camper de Travis. Teniendo tanto dinero y viviendo como un mendigo. Siempre se lo he dicho, él solo prefiere gastarlo en bebidas.

—¡Bro! ¿Qué hay?—dice Travis mientras se dirige hacia mí. "Dios quiera que no me abraze", pienso pero es tarde, me ha cojido con esos brazos tan fuertes y casi me estrangula.

—¡Hey!—reclamo divertido.—Ya no soy un niño.

—Está bien, señor Maslow...—pongo los ojos en blanco.—¿Para que has venido?

—¿Acaso no puedo venir a visitar a mi mejor amigo?—lo empujo con el dedo en el hombro.

—Siempre que vienes es para algo...

—De acuerdo, ¿Hay carrera hoy?—digo y mis ojos se iluminan. Después de Allison, las carreras son lo mejor que ha pasado en mi vida. Me encanta sentir toda esa adrenalina. Respirarla en el aire frio que choca en mi pelo cada que corro.

—Colt...—dice y se da vuelta.—Te he dicho que eso solo te traerá problemas...

—Soy Colton Maslow. No pasa nada.

—Dime, ¿Cuántas veces te han arrestado? ¿Veinte?—dice y se recarga en el cofre de mi auto.

—Veintitrés. Pero que más dá. Si no me dices Travis, yo lo averigüaré.

—¿Recuerdas lo que te costó esa vez?—se endereza de tal forma que parece más serio.

—No quiero hablar de eso, ¿está bien?

—Sólo es para que recuerdes que esa mierda no trae más que problemas...

—¡Joder! ¡Que no quiero hablar de eso!.—y es cierto, no quiero hablar de eso. Esa carrera casi me costó la vida. Y me costó a Allison, que es casi lo mismo. Por esa estúpida carrera la perdí, y jamás me podrá perdonar.

Dulce tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora