Capítulo ocho.

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Allison.

Travis me ha hablado de unas carreras siamesas. Se supone que son carreras de motos donde el corredor, lleva  a su compañero sentado dándole la espalda y van enganchados. Muy peligroso.

Éstas carreras son muy importantes para él. Me ha pedido que yo sea su acompañante. Siempre le he reprochado a Colton esas carreras, pero eso no significa que les tuviera miedo, así que he aceptado. Son ésta noche.

Me pongo unos jeans ajustados y una camisa de cuadros algo suelta. Le doy volumen a mi cabello castaño, que cae sobre mis hombros. Escucho el timbre y bajo corriendo. Al abrirla puerta, miro a Travis sonriente y yo también sonrío.

—Hola.—dice y me besa.—¿Lista?

—Iré por mi bolso.

Cuando vuelvo, subimos a su moto y no tardamos en llegar a nuestro destino.

Hay muchos hombres con piercings y tatuajes, conduciendo motos grandes y ostentosas.

Miro hacia mi derecha y Colton está a lado de la misma chica de ayer. Hablando con varios tipos un poco más grandes que él.

Tomo aire y desvío la mirada.

—Faltan cinco minutos, ¿segura que quieres hacerlo?

—Sí, segura.—le sonrío y camino junto a él. Me toma la mano y entrelazamos los dedos. Me estremezco.

Estámos en la línea de partida y miro a mi derecha. Colton está enfrente en la moto, sonriente, con esa chica sosteniéndose de la parte trasera de su "nena".

Y recuerdo cuando antes me sentaba ahí, con mis dedos entrelazados en su abdomen y esa hermosa sensación que siento cuando estoy con él desde pequeños.

No dejo de  mirarlo y creo que Travis se ha dado cuenta.

—No me molestaré si vas y lo besas.—dice y reacciono.

—¿Estás bromeando?

Me quito el casco y me sacudo el pelo, llamándo su atención, pero no lo miro.

Miro a Travis, lo abrazo por detrás y y le beso el lobulo de la oreja. Él se estremece y sonríe. Me levanto y me siento al contrario de él..

Colton me mira atónito.

También mira a Travis y el anfitrion de las carreras grita. Salimos demasiado deprisa y no puedo evitar hacerme hacia adelante.

Miro a Colton. Le llevamos ventaja. Él me ve y yo a mis pies que están suspendidos en el aire.

Sonrío y con un movimiento rápido, aparto un mechón de pelo de mi cara.

Dulce tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora