Allison.
—Ven, tienes que dormir.—dice Travis y me toma de la mano llevándome a mi habitación.
—Estoy bien.
—Claro que no, aún no.—me recuesta con delicadeza y le toma la mano antes de que se pueda ir.
—¿A dónde vas?
—Recuerda que yo no vivo aquí.—ríe.
—No, quédate conmigo.—digo y me recorro a un lado de la cama.—Aquí.—pongo la mano a mi lado y él se acuesta.
—Sólo vamos a dormir, ¿de acuerdo?.—ríe y yo pongo los ojos en blanco.
Me pasa un brazo alrededor de mi cintura y me pega más a él.
Huele tan bien. Me hace sentir bien y su calor en mi espalda me vuelve loca.
Me volteo y se ha quedado profundamente dormido. Que yo haya estado todo el tiempo dormida en el hospital, no significa que él también lo hiciera. Le tomo la cara y le acaricio el cabello. Me acerco lo más que puedo a él y lo beso. Una y otra vez hasta casi despertarlo.
—Joder...para...—río fuertemente y él también.
—No.
Me toma de la cintura y me pega más a su cuerpo, haciéndome gemir un poco.
De pronto escucho la puerta principal abriendose y ambos nos quedamos quietos.
—¿Esperas visitas?—dice Travis levantándose. Yo sólo niego la cabeza.
—A veces, al abrir la puerta de otra casa, pareciera que se abre ésta, pero no es así. Ven, no hay nada de que preocuparse.—Travis me mira y frunce el ceño, pero después cede. Lo abrazo fuertemente y le beso la nariz. Él sólo sonríe y me abraza por la cadera.
No aguanto más y me monto sobre él. Comienzo a besarlo borazmente y me paso el cabello de un lado.
Él comienza a bajar sus manos por debajo de las sábanas, llegándo hasta mi trasero.
Entre todo esto, no se ha dado cuenta de que la puerta comienza a abrirse, aun que yo sí.
—Mierda.—digo y me tumbo en un lado.
—¡Joder!, ¡Colton!, ¿qué mierda haces aquí?—le grita Travis y no puedo evitar soltar una risita.
—No vine por Allison, si eso es lo que te jode.—le reclama.—Vine por tí.
—¿Y por qué justo a mi casa?—arqueo una ceja y Colton me mira rencoroso.
—Porque te conozco.—dice y me tenso.
—¿Qué tratas de decir, estúpido?—digo y abalanzo sobre él.
—Tranquila, tranquila.—dice Travis y me carga.—¿Qué necesitas, Colton?
—No, yo no te necesito Travis, es Bryan.
—¿Qué mierda pasó ahora?
—El imbécil le debe a Byron.
—¿Quién es Byron?—pregunto y Travis voltea conmigo. Me toma la cara y me besa.
—Tranquila, te explicaré luego, ¿de acuerdo?—yo asiento, sin dejar de mirar a Colton que se retuerce de celos.