Aaron.
¿Allison?, ¿En una moto?, ¿Con mi mejor amigo?, ¿Acaso ese fué un beso en la oreja?, ¿Acaso él le sonrió?
Me desconcentro y por un momento pierdo de vista la carretera. Me desequilibrio y casi me volco. Más bien, nos volcamos.
—¡¿Qué te pasa Maslow?! ¡Casi nos matas!
—Cierra la boca...—digo y parpadeo para espantar las lágrimas.
Me han tomado ventaja, así que me es difícil alcanzarlos, pero lo hago.
—¡¿Qué haces aquí?!—le grito a Allison. Ella sólo me mira y sonríe sarcástica.
—Eso no te importa.
—Te equivocas. A mi me importa todo lo que tenga que ver contigo...—Travis acelera y me deja más atrás, así que tengo que gritar.—¡Sé que soy un estúpido!, ¡Lo siento!, ¡Pero debes parar!, ¡No puedes hacerme esto!
—¡Si, si puedo!—grita desde lo lejos y pierdo de vista la moto de Travis.
—¡Eh!, ¡Colton!, ¡Detente!—grita Trina, pero pareciera que estámos bajo el agua. No la escucho con claridad y sus palabras pasan a mi lado sin darles la suficiente importancia.—¡Que te detengas, idiota!, ¡Vamos a chocar!
—¡Cállate!—digo y acelero aún más. Las cosas a nuestro lado pasan tan rápido que casi ni veo los borrones de los edificios.
—¡Si quieres matarte, hazlo!, ¡Pero yo me quedo aquí!—detengo de un frenón la moto, que casi creo que saldré volando.
—¡Baja!—le grito a Trina y ella me mira, pero no lo piensa y de un salto ya está en el suelo.
Vuelvo a arrancar y la miro hacerse pequeña a lo lejos.
Ésta vez, acelero aún más y al llegar a una calle, cerrada por un lado, no logro dar la vuelta a tiempo. Freno lo más que puedo pero la moto no responde y me hundo en el lago Michigan, poco a poco. Y tengo miedo. No de morir, sino de Allison.
Mis pulmones comienzan a llenarse de agua y me desespero.
Después de un rato, mi vista se nuebla y cierro los ojos.