Allison.
Mis padres me han permitido volver a Chicago. Dios, se me había olvidado toda la vida que tenía aquí antes de irme. Él. Colton. Me había olvidado del amor de mi vida que he perdido por una carrera. Y talvez, eso fue bueno.
—¿Cómo dices que te llamas?—le digo a la chica de a lado, parece agradable.
—Chloe, te lo he repetido tres veces...—dice y me lanza una mirada asesina.
—Lo sé, lo siento. ¿Desde cuándo estudias aquí?
—Desde siempre, supongo.—dice y sonríe. Yo también lo hago. Suena el timbre de salida y recogo mis cosas.
—Hasta luego, Chloe.
—Adiós, Allison.
Salgo por los pasillos hasta la puerta principal de la preparatoria, con los libros pegados a mi cuerpo por delante.
Y al salir, lo veo.
Esta parado a lado de su amigo, ¿Travis? no recuerdo su nombre. Y detrás de ellos se mira la moto de Colt. Su "nena".
Nuestras miradas se cruzan. Estoy segura de que piensa que iré corriendo hasta él, lo abrazaré y lo besaré, y todo lo ocurrido antes se quedara atrás. Pero eso era antes, antes de que descubriera lo imbécil y egoísta que realmemente es.
Doy pasos pequeños pero firmes hacia su dirección. Quiero hacerlo sufrir. Al final, a unos cuantos metros de llegar hasta él, me desvío y camino rápidamente. Lo oigo gritar. Lo oigo gritarme pero no me detengo. Ya no tiene poder sobre mí.
Mientas corro siento la adrenalina. Una pequeña gota de sudor que se asoma de mi frente y ardor en las piernas. Siento calor en la cara. Mis piernas corren, huyen de él. Pero yo lo deseo, deseo tocarlo de nuevo, estar con él y olvidar todo.
Y entonces lo escucho. Escucho su moto venir detrás de mí.