Colton.
Después de dejar a Allison en su casa anoche, fuí con Travis por unos tragos.
Llaman a la puerta y camino para abrirla.
—Hola, Trina.
—Hola Maslow, ¿iras mañana?
—¿Mañana?...
—¿No supiste? Haran unas carreras siamesas al norte de Riverhead.
—Sabes que ya no corro.
—¿Ah, si? ¿Desde cuando?—pregunta divertida.
—Desde ahora.—digo y se me acerca, tanto que puedo ver mi reflejo en sus ojos.
—No, no lo sabía.—sus delicados dedos pasan por mi brazo, hasta llegar a mi abdomen.—Es una lástima, eras de los mejores...—continúa y me estremesco, ya que me ha acercado a su cuerpo. Es guapa y tiene un delicioso cuerpo. Pero no puedo...
—¿Que? ¿Te ha comido la lengua el raton?—baja sus manos y me toma de las rabillas del pantalon.
—No, Trina...—digo pero mi cuerpo no responde.
Me acerca mas hacia ella, haciendo que absolutamente todas las partes de nuestros cuerpos se toquen. Incluso nuestras lenguas.
Y lo hacemos. Y he engañado de nuevo a Allison. Y me siento como una mierda de nuevo. Y mi mundo se vuelve a acabar.
Escucho el chirrido de la puerta y Allison entra.
Me mira y luego mira a Trina, que aún no ha parado totalmente.
Sus ojos se encuentran con los míos y me mira con rabia.
Antes, mirar sus ojos me hacía sentir de una forma extraña y hermosa. Hoy, ne hacen sentir pequeño y pesado. Pesado por tanta culpa.
No dice nada, sólo se limita a dar media vuelta e irse por donde llegó.
Sé que se ha ido, para no volver.