-Se la han llevado joder-dijo Mara echándose el pelo hacia atrás con desesperación.
-No puede ser…-jadeó Alejandra, frustrada.- ¿Quién ha sido? ¿Habéis sido vosotros?-preguntó con desconfianza mirando a Mara y a Kieran-, ¿es que nos habéis traicionado y le habéis dicho a ese hijo de puta dónde estamos?
-¡No, por Dios Alejandra! ¿Cómo puedes pensar eso?-dijo Kieran dolido. Hacía apenas cinco minutos habían estado a punto de hacer el amor y ahora ella le venía con esta supuesta traición.
-Por supuesto que no, os ibais a ir en unas horas joder, no somos así-dijo Mara.
Alejandra miraba mordiéndose las uñas hacia donde habían ido Brendan y Viktor tras la furgoneta y maldijo entre dientes con lágrimas a punto de caer de sus ojos. Iban a ser libres en nada, en apenas unas horas. Era cuestión de poco tiempo que volvieran a casa y por mucho que eso significase dejar atrás a ese hombre que le movía toda la estantería, era un alivio; pero ahora su mejor amiga, su hermana, había sido secuestrada de nuevo. Ella ya no sabía si reír o llorar.
Kieran se acercó a ella y posó una mano en su hombro para reconfortarla, pero él estaba muy tenso e intrigado ¿quién habría sido el causante de ese secuestro? ¿Cómo habían averiguado su paradero? Los tres pudieron ver a Viktor y a Brendan como dos figuras pequeñas bajo las luces de las farolas que se acercaban corriendo y discutiendo. Una vez llegaron a la altura de los demás, pudieron escuchar los gritos de Viktor.
-¡Me cago en la puta! Joder, joder, joder… No puedo creerlo-decía con los ojos muy abiertos y entrecortadamente por la carrera-, no sé quiénes eran. No he podido llegar a ellos. Era una furgoneta negra como la nuestra y no tenía matrícula. Joder… Joder…
Viktor tenía el corazón encogido en un puño. Él tenía planes. Planes con Roxanne. Iba a estar fuera del país unos meses hasta que todo se calmase y luego volvería a buscarla para llevársela con él costase lo que costase. Y ahora todo se había ido a la mierda porque a alguien e le había ocurrido volver a secuestrarla. Era irónico. Todo empezó con un secuestro y todo iba a terminar de la misma forma.
-Viktor, nosotros no podemos hacer nada-dijo Brendan sin resuello por haber corrido, con Mara a su lado.
-Vosotros no tenéis que hacer nada-dijo el chico de ojos verdes y aspecto de tío duro que por dentro estaba muriendo lentamente.- Lo tengo que hacer yo. La voy a encontrar.
-No puedes hacerlo solo, hermano-dijo Kieran preocupado por su hermano pequeño-, no sabemos quién ha sido y es peligroso. No quiero que mueras, Vitkor.
-Yo iré contigo-dijo Alejandra con rabia-. Estoy harta de no hacer nada y no voy a volver a casa sin ella.
-No irás a ningún lado-dijo Kieran en un arranque de sobreprotección. Él no quería que nadie le hiciera más daño del que ya había sufrido.
-Imposible. Tú tienes que volver-le dijo Viktor. Debería estar frustrado e histérico, pero su mente sólo podía maquinar un plan para poder encontrarla y que todos estuvieran bien.- Tienes que avisar a la policía de que han vuelto a secuestrar a Roxanne y que empiecen a buscarla ellos también. Tenemos que inventarnos una historia para que se la cuentes a la policía si todavía estás dispuesta a encubrirnos.
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Caprichoso destino
RomantiekRoxanne McEwen había planificado toda su vida desde el principio hasta el final, únicamente quería ser diferente al resto de su familia e ir a la universidad, quería llegar a ser una gran médico para poder ayudar a la gente, pero sus planes se esfum...