Capítulo 15. Una promesa

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-No me puedo creer que estés aquí de verdad-murmuró Alejandra con voz ahogada en el pecho de Kieran

Las lágrimas no habían dejado de caer de sus ojos desde el momento en que le vio entrar al apartamento de Román. Su amigo, avergonzado, hacía rato que se había retirado hacia la cocina y les había dejado solos. Alejandra se separó un poco de él y le miró a esos preciosos ojos verdes que la habían conquistado.

-Pues estoy aquí, mujer, pero si quieres me marcho-bromeó para hacerla reír.

Y lo consiguió, pues la sonrisa de Alejandra iluminó su rostro como hacía días que no ocurría.

-No, por favor, no te vayas Kieran-le abrazó para tenerlo pegado a ella.

Tras unos momentos en silencio, se sentaron en el sofá de Román cuando este hizo aparición tímidamente desde la puerta de la cocina.

-Gracias, Rom, muchas gracias, cariño-le dijo Alejandra, agradecida de corazón.

-Todo por hacerte sonreír-le dijo contento por haber conseguido alegrar a su amiga-. Me encantaría dejaros solos, chicos, pero si salgo el gorila ese que tienes por guardaespaldas entrará y verá a tu galán. Así que me iré a mi dormitorio y os dejaré lo más solos posible-y, antes de desaparecer por el pasillo, asomó la cabeza con una sonrisa picarona-, por cierto Alex, tú ya sabes dónde está mi habitación de invitados y en el primer cajón de la mesa de noche hay protección por si la necesitáis-una vez escucharon cómo se cerraba la puerta al final del pasillo, los dos estallaron en carcajadas.

-Tu amigo es algo especial-dijo Kieran a Alejandra.

-Por eso le adoro-sonrió ella con alegría. -¿Habéis sabido algo de Roxanne?

-Sí, buenas y malas noticias, ¿cuáles quieres primero?

-Las buenas, por favor.

-Pues parece ser que está bien.

-¿Eso es lo único bueno?

-Las malas noticias son algo más extensas-y pasó a contarle todo lo demás y a enseñarle una fotocopia de la nota que le había dejado Roxannea Viktor en una servilleta.

Ella cogí el folio y se lo llevó al pecho.

-Es su letra, no hay duda.  ¿Entonces tu hermano ha ido a Nueva Orleans a buscarla?

-Sí. He quedado en reunirme con él allí mañana. Por lo que me ha contado estos dos últimos días ha ido a visitarlos dos prostíbulos que hay en la ciudad pero no la ha visto en ninguno. Sé cómo es y no se rendirá tan fácilmente así que seguirá buscándola. Nunca le había visto tan desesperado.

-Se nota que está enamorado-sonrió Alejandra.

-Yo haré todo lo que esté en mi mano para encontrar a Roxanne. Te lo prometo, mi pequeña.

-No soy tan pequeña.

Caprichoso destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora