12 - Llaves y candados, promesa de Namsan

1.1K 110 68
                                    

Se ve a sí mismo frente a esa puerta con un 4-3 pintado en ella, placa que parece fulminar aún entre la luz opaca del pasillo. Hay un gran silencio, como si todo estuviese en mute, haciéndole percatar que conocía aquel sitio, sólo que en esos momentos se veía diferente, más frío, más distante, más glacial. Lo sabe, estaba soñando. Se ve en tercera persona deformar su rostro mientras golpeaba con todas sus fuerzas aquel gastado rectángulo de madera una y otra, y otra vez. Pero no había respuesta.

Grita, pero su voz no se escucha, lo sabe porque siente la garganta quemar como si estuviese en carne viva. Y como una vieja película de mal gusto, la puerta se abre lentamente, de a poco, con suspenso, emitiendo ese típico chirrido de film de terror para dejarle ver una sala que sabía que era la de Lu Han, sólo que estaba muy diferente.

Sábanas blancas cubrían cada mueble en la habitación. Todo parecía estar en blanco y negro. Lo sabe, Lu Han se había ido, había regresado a China y lo había abandonado, lo había dejado solo.

Lu Han se había ido.

Minseok despierta con un sentimiento agridulce. Gotas de sudor se deslizan desde su frente al cuello. Un dolor agudo está en su pecho, se convence que no tenía importancia. Todo había sido un sueño, sólo un mal sueño. ¿Pero por qué mierda soñaba eso?

A él no le importaba Lu Han. Mientras estaba ahí, soñando con él, éste debía estar revolcándose en su cama con la china. Y eso, definitivamente, no le importaba.

No le tenía por qué importar.

Además, Lu Han nunca se iría sin decirle... ¿verdad?

Cruza la sala de estar de su casa con una toalla sobre los hombros. Su hermana se le acerca asegurándose que nadie más los escuchaba. —Hermano, ¿qué sucede?

Minseok la mira después de comprobar que le hablaba a él. —Nada, sólo iba... ¿al baño?

—Me refiero a qué sucede con tu vida.

Minseok no sabe qué decir cuando la chica cierra el computador, se cruza de brazos, y lo mira fijamente. Verla seria era tan catastrófico como si Tom atrapara a Jerry y se lo cenara.

—¿Las cosas con Lu Hannie oppa están bien?

Minseok se congela. —¿¿Por qué??

Sólo se había levantado yendo al baño para tomar una ducha como cualquier otro día en su rutinaria vida.

—¿Por qué estás tan triste?

—¿Triste?

—Sí, triste

—No estoy triste.

¿Por qué estaría triste?

—Bueno... —La chica se levanta de hombros restándole importancia o resignándose, Minseok no lo diferencia. Éste entra al baño viendo su reflejo en el espejo dándose cuenta a qué se refería la niña; últimamente se pintaba muy gris, sin sonrisa, opaco, amargado.

¿Y a quién engañaba? Se sentía como la mierda, devastado, herido, con el corazón roto.

Se sentía patético y estúpido porque cada noche se acostaba pensando en Lu Han y cada mañana era lo primero que se le iba a la cabeza. Se pasaba el día buscándolo con la vista en la universidad sin dar con su silueta en ningún lado, como si el muchacho se ocultara a propósito. Le desesperaba, porque quería odiarle, quería alejarse y que fuera Lu Han quien lo buscara, quien le intentara convencer que no tenía nada con la china, que le quería a él y sólo a él.

1. SÓLO TÚ   [XiuHan|LuMin]  -  FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora