32- Estamos juntos en esto

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Dobla el trapo entre los dedos con precisión milimétrica. Se pregunta cómo la tipa de la otra mesa lo hace velozmente sin necesidad de medir el largo por el ancho. Lu Han se siente inútil; apunta en la mente pedirle más tarde un tutorial sobre cómo limpiar un local de pizza y no morir en el intento. Juraba que, con su poca experiencia tiempo atrás como mesero en Beijing, era ya un experto. Oh, qué equivocado estaba.

Hace varios minutos que ha notado que un par de chicas de la fila lo han estado observando, cotorreando y riendo (que se hiciera el desentendido era distinto). Joder, ya no quería más servilletas con números telefónicos; pobre papel, pobres árboles, pobre vida, benditas amurradas de Minseok.

Se ajusta la camiseta azul marino con el gran logo de la tienda en un costado. Lu Han amaba la pizza, en el pasado. Hoy, después de pocos días de trabajo, cree oler el queso mozzarella en cada parte de la tierra. Puede jurar que nunca más podría comer una.

—¿Dónde pido una con doble queso y pepperoni?

Lu Han levanta la vista sobresaltado al reconocer la voz. Allí, detrás, unos gigantes y redondos ojos gatunos lo observan con una sonrisa de orgullo.

—¡Baozi! —Lu Han deja el trapo a un lado apilando un montón de bandejas vacías, intenta parecer casual. —¿Qué haces aquí?

Minseok, actuando adorable, se le cuelga de un borde de la camiseta. —Esas chicas te han estado mirando hace tiempo... —Hace un puchero. —¡Eres un puto! ¡Te haces el lindo frente a ellas! ¿¿Por qué les sonríes de vuelta?? ¡Eres un puto, Hannie, un atrevido! —Cambia su expresión a una de rotunda indignación, lo golpea en la cabeza levantándose en puntillas.

—¡¿Y ahora qué hice?! ¿¿Por qué me inflas los cachetes?? ¡No es mi culpa ser tan guapo! —Minseok rueda los ojos. —¡No ruedes los ojos! —Minseok los vuelve a rodar. —En todo caso, ¿qué haces aquí? Aún no es mi horario de descanso, harás que me despidan, mi jefe te verá, nos verá. —Busca al hombre alrededor. —¿O me extrañabas demasiado? ¿Estás celoso de que lindas chicas me dejen sus números en las servilletas?

Juega, se le acerca y lo provoca, porque Minseok le ha encontrado un par de papelitos en los bolsillos armando una rabieta en casa con "¡¿Por qué los guardas?!" "¡¿Es para llamarlas más tarde?!" "¡Eres un puto, Luge, un puto, no me mires, no me hables, no te daré besos en todo el día!" cuando sólo se le había olvidado tirarlos a la basura.

Sí, estaba celoso. Minseok podía actuar indiferencia muy bien, pero no se quedaba atrás de Lu Han en lo posesivo.

Minseok hace una mueca de desprecio. ¡Una mueca que hace literalmente morir a Lu Han! Porque, Dios, nadie entendía lo adorable y apretujable que era; esos cachetes que parecían brillar y pedir a gritos que fuesen mordidos. Tan pequeño, tan compacto, tan de bolsillo que sólo le entraban ganas de raptarlo e irse a encerrar en el baño con él (porque no aguantaría hasta llegar a casa).

Abrazarlo hasta dejarle sin aliento, besarlo hasta dejarle los labios hinchados... mierda, ¿Cuánto faltaba para salir del trabajo? Ya estaba jodidamente duro.

—No he venido por ti, ¿sabes? No eres el centro del mundo. —Minseok vuelve a rodar los ojos. —He venido a trabajar.

—¿Por qué siempre quieres pelear conmigo? No entiendo... espera, ¿¿trabajar??

Minseok deja su amurrada, dando unos saltitos coqueteándole. —Pero sólo será medio tiempo, debo cumplir con la universidad.

—¡Pero, mi amor! ¡Te dije que no te preocuparas, que yo me haría cargo de todo!

1. SÓLO TÚ   [XiuHan|LuMin]  -  FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora