27 - No podemos ser amigos

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Se siente como tener frío, con pieles congeladas, y llegar a un lugar. Un lugar cálido bajo la luna, sin colores, casi transparente, como un espectro. Un espectro brillante, con cuerpos resplandecientes, arrastrándose desde las tumbas.

Casi como un espectro reduciéndose a colores y arcoíris y sombras. A veces.

Minseok es el primero en despertar; en ese límite entre la inconciencia/conciencia, antes de abrir los ojos, reza un "por favor que todo haya sido real y que esté a mi lado ahora" buscándole.

Y es ese calor de un cuerpo próximo que le dice, antes de siquiera terminar de abrir los ojos, que sí, todo fue real. La noche anterior si pasó.

Lu Han está de lado, frente a él, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, respirando. Respirando como mucho tiempo antes le había visto hacer por horas en las mañanas antes de despertarle a besos.

Siente electricidad recorrerle cada fibra del cuerpo cuando le observa con detenimiento el rostro; siempre tan angelical, tan pálido, como porcelana, cuya expresión suave siendo reflejada contra los débiles rayos de sol que se colaban desde la ventana, le daba aún más el aspecto de un ángel, un ángel caído del cielo, perdido, inocente, puro.

—Deja de mirarme, me harás un agujero en el cráneo.

—¡No te estoy mirando! —Las mejillas de Minseok se incendian cuando Lu Han habla sin siquiera abrir los ojos. Sus labios se mueven cual inmaculada sinfonía y, acurrucándose aún más en la cama, entre las sábanas y sus calores, lo mira.

Ya no se tocan, sus pieles están separadas; Minseok siente una urgencia de sentirle a su alrededor. Pero Lu Han se limita a observarle en silencio, sin pestañear, y esa presión Minseok no la soporta teniendo que desviar la vista hacia cualquier otro lado.

Lu Han bosteza, estira sus brazos, se acomoda en la cama, abre los ojos bien. Y cuando los segundos pasan, y el silencio se hace más denso entre corazones pesados que bombean haciendo un estruendo, se levanta.

Minseok no quiere que se levante. Minseok quiere que lo abrace, y se besen, y no le deje ir. Quiere que lo de la noche anterior se repita, todo el día, todos los días, hasta la eternidad.

Se acurruca entre las sábanas cubriéndose hasta los ojos cuando Lu Han camina por la habitación, desnudo, yendo hacia la sala. Le ve la espalda; los rasguños, moretones, y succiones enrojecidas que le dejó sobre la piel la noche donde se amaron, pocas horas atrás. Y verlo contornear el trasero sin pudor, descaradamente, provocándole, lo hacía sentir peor.

El agua de la ducha cae. Minseok no sabe si es una invitación, un que se marche luego, no sabe qué se supone que debe hacer. Porque hasta se imagina preparándole un café y esperándolo con una toalla al salir del baño para desayunar juntos. O meterse a la ducha junto a él. Esa era una mucha mejor idea...

¡Pero qué piensa!

El asunto es que no debía confundir las cosas. Porque tampoco sabe qué se supone que son ahora, o en qué términos quedarán. Él tiene novia, Lu Han se irá. Minseok detiene su batalla mental cuando ve el clóset vacío con una maleta hecha a los pies.

No, no hay ropa. Nada de ropa en el clóset, y sólo una maleta entreabierta en donde el chico tiene dentro todas sus pertenencias. Minseok se petrifica cuando la idea se le hace más evidente que nunca; Lu Han se iría, nuevamente, y para siempre.

Se levanta un poco tambaleante y, curioseando, comprueba que todo es tal como lo imaginó. La ropa está dentro de la maleta, y antes de siquiera darse cuenta, se ve jugando con la clave de esta, cambiando los números, y cerrándola antes de preguntarse qué hizo.

1. SÓLO TÚ   [XiuHan|LuMin]  -  FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora