1. SÓLO TÚ [XiuHan|LuMin] - FINALIZADO

33 - Una pequeña cosa llamada felicidad

n/a: Holaaa, gracias por leer esta historia del 2014. A quienes leen por primera vez o releen. Y quienes se dan el tiempo de votar y comentar, están en mi corazón;; Ya falta poquito para terminar de resubirlo, gracias por hacer que el tiempo que gasto en esto no sea un desperdicio♥

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Minseok suspira flexionando una pierna sobre la otra pierna estirada. Su respiración es profunda, quizá luce algo irritado. Se ajusta los pantaloncillos cortos de verano y su camisa que iba en un tono a juego con los rayos del sol.

El sonido de una campanilla de mano retumba en la sala cuando la agita a la altura de la cabeza. Son pasos atolondrados los que escucha acercarse, al mismo instante en que se acomoda las gafas de sol sobre la nariz.

—¿Señor, desea algo más? —Lu Han va a juego con una camisa blanca y un corbatín negro ajustado pulcramente a su cuello. El mandil del mismo tono se adapta a su cintura en perfección, llevando en el antebrazo derecho un paño blanco y una bandeja plateada con un nuevo mojito a la mano.

—Me da el sol. —La voz de Minseok es estricta. Sorbe por el popote lo último de cóctel que le queda mientras que Lu Han acomoda el quitasol sobre su cabeza.

—¿A gusto, señor?

Minseok asiente con menosprecio. Se limita a dejar encima de la mesilla de al lado, el vaso de vidrio vacío en espera de que Lu Han le entregase el nuevo mojito con exceso de lima tal como a él le gusta.

Al rato, adapta la pajilla dentro del vaso para comenzar a beber de nuevo. Lu Han tenía un talento excepcional para preparar los tragos, aunque fuese algo así como limonada en vez de mojito en realidad.

—Mejor. —Agita la campanilla en demasía sólo para llamar la atención y dejar en claro que él tenía el poder esa noche.

Minseok se recuesta nuevamente sobre la silla de playa. Tiene la espalda adolorida, está incómodo, sólo quiere llegar al 'asunto' pronto.

El color amarillo de su camisa en realidad no pega para nada con el quitasol en tono melocotón, y la silla de playa a rayas rojas y blancas luce un tanto fosforescentes dentro de la sala.

—¿Algo para comer, señor?—Lu Han lo suelta con sus segundas intenciones, Minseok lo sabe.

—¿Qué crees que me puede apetecer? —Inquiere con tono caprichoso, altivo. —Y no te equivoques. —Lo desafía. —Sorpréndeme...

Minseok lo piensa bastante, ¿qué le podía pedir ahora? Sus pies han comenzado a doler un poco, siente calambres, o por lo menos puede inventar esa excusa. Aunque sus hombros... también siente un peso detrás en su cuello.

—Mis hombros... —Minseok se quita las sandalias con pose erótica dejándolas caer lentamente con ayuda del otro pie. —Creo que me siento un tanto contracturado...