tentaciones ocultas Elliot y Kate

capitulo 20.1

Capitulo 20.1

Estoy tan borracho en estos momentos que ni si quiera sé donde esta mi casa ¡mierda mis padres se van enojar! Si no llego a casa, me rio fuerte ellos se van enojar solo por llegar en este estado tan deplorable como dice mamá. Están difícil ser un hijo perfecto para unos padres tan perfectos no encajo en ese lugar  en especial con mis hermanos Elliot se destaca en el deporte y la clase de carpintería es hábil a construir cosas, Mia es un torbellino entre clases de violonchelo es la mejor para una niña de ocho años y mamá a notado que siente amor por la cocina para su corta edad.

Luego estoy yo la oveja negra de la familia que solo se pelea con los chicos del instituto que acaba de ser expulsado el día de hoy solo porque golpeo un chico que se  tropezó en mi camino, soy el chico que no puede ser tocado que cada vez que su madre lo intenta le rompe se corazón ¡bien Christian así se los agradeces! No los culpo que mi padre fuera una puta y el tipo fuera una mierda conmigo los Grey ´s me salvaron pero yo no puedo compensarlos por nada.

Estoy con un psicólogo que es un idiota “Christian tiene que aprender que manejar su ira” por eso tengo que ir dos veces por semana a una reunión manejo de la ira.

-       Mira el niño bonito – unos tipos se acercan a mi son tres. – nos gusta tus zapatos.

-       Me rio en su cara – no me jodas hombre ¡lárguense!

-       Pero miren el niño bonito tiene agallas – uno patea mis zapatos con eso me levanto pero me balanceo.

-       No me molesten – mi cuerpo se tensa si quieren pelan la van a tener.

-       Nados tus zapatos y el reloj nada te pasara.

-       Y si no quiero darles mis cosas a mierdas como ustedes – los reto.

-       Te daremos una golpiza.

-       Quiero ver que lo intenten.

No me da tiempo para reaccionar siento que el primer puño choca contra mi estomago dejando sin aire, me tambaleo pero me sostengo y le doy un golpe directo en su mandíbula haciendo que el tipo suelte un lloriqueo otro  se acerca le doy una patada.

-       Estúpido muchacho te vas arrepentir  

Uno de los hombres me sostiene las manos desde atrás me impide seguir peleando con ellos, me golpean en el estomago con cada puño mis rodillas flaquean pero el tipo de atrás no me impide caer al suelo. Solo este tipo de toque tolero el que duele que en verdad merezco para siempre no un toque suave y dulce este me puede ayudar olvidar lo que es mi vida. No puedo soportar que me toquen pero cuando me golpean es el único que tolero, el único que conozco en verdad.

-       Déjenlo – tengo los ojos serrados esa voz hacen que los abra.

Puedo ver que uno de los tipos esta en el suelo y el otro lo sigue al instante cuando mi hermano Elliot le pega una patada ambos quedan inconscientes. La mirada de mi hermano es enfurecida el otro tipo lo nota por qué me deja libre  sale corriendo dejando a sus amigos.

-       Hola hermano. – lo saludo le sonrió con mis labios hinchados por los puños - ¿Cómo estás?

-       Yo muy bien pero tú no – toma en cuello de mi camisa mi arrastra lejos los maleantes – se puede saber que mierda – me gruñe.

-       No mucho una cuantas copas – me encojo de hombros - ¿quieres beber?

-       No Christian no quiero beber solo tienes catorce años ¡idiota! – me regaña ¡vamos hermano tu también!

-       No soy más mayor que tú tienes dieciséis ¡te he visto tomar cerveza!

-       Si pero no me emborracho para que unos matones me maten agolpes ¡entra al coche!

No puedo creer que mi hermano haya causado todo esto es que no piensa en mis padres ¡mierda esta todo golpeado! Casi lo matan gracias a Dios pase por el parque antes de que terminara muerto o mal herido.

-       Eres un idiota ¡gracias a Dios llegue a tiempo!  - lo sigo retando.

-       ¿mamá y papá lo sabes?

-       No siguen durmiendo – porque si dieran cuenta estarían locos – maldición estarían preocupados.

-       Lo sé, me duele la cabeza.

-       Pues claro estas borracho – suspiro – llegamos a casa.

-       ¿le dirás a nuestros padres?

-        No ven te voy a curar las heridas.

-       Gracias.

Dejo a mi hermano en la casa del embarcadero entro en puntillas a la casa para no despertar a nadie, no podremos ocultarles los golpes a mis padres pero será mejor que lo sepan mañana no ahora eso me da tiempo para quitarle la borrachera a mi hermano. Saco las cosas necesarias con un poco de café unas cuantas aspirinas.

¿Por qué mi hermano hace esto? Lastimarse asi mis padres tratan de ayudarlo por todos los medios pero Christian no le causa efecto nada de lo que hagan, lo que más me duele de todo esto es ver como mi hermano pequeño sufre por todo esto ver cada día el dolor que esconde los ojos de Christian el miedo de ser tocado ¡Cuánto daño le hicieron esos hijos de puta!

-       Hey – dice mi hermano cuando me ve – se dieron cuenta.

-       No – le pongo la gaza en el corte del labio hace una mueca – pero se darán cuenta mañana.

-       Lo sé, estarás en problemas por mi culpa  - puedo notar que la borrachera se le ha calmado.

-       Me encojo de hombros – lo afrontare lo que importa eres tu ¿te duele algún lado?

-       No, solo la cabeza – le paso la aspirina y él se la toma  - gracias por ayudarme.

-       Eres mi hermano aunque este loco te quiero y siempre te voy a cuidar.

-       Gracias hermano mayor.

-       No me agradezcas nada ¿nos quieres?

-       Aparta la mirada – claro que sí pero no puedo ser como ellos quieren.

-       Nadie te pide eso menos hechos – lo obligo a mirarlo a los ojos – ellos nos aman tal como somos, les duele ver cómo te destruyes.

-       Lo sé, te pudieron a ver hecho daño Elliot  - me dice

-       Tenía que hacerlo no podía ver cómo te lastimabas así – no quedamos mirando una rato a los ojos ambos podíamos ver el sufrimiento del otro – vamos a dormir.

-       Claro.

Cuando la cabeza de Christian queda en la almohada cae en un sueño profundo solo puedo verlo dormir esperar que el cambie por una vez por todas antes de que le pase cualquier cosa en la calles termine en la cárcel o peor muerto.

-       Encuentra tu luz hermano – con eso cierro los ojos.