tentaciones ocultas Elliot y Kate

capitulo 30

Capitulo 30

Estoy solas y a oscuras en una habitación que no me pertenece, sé que tengo que dormir pero no puedo porque estoy solo en esta maldita cama con una necesidad sexual que consume mi sangre ¡necesito tanto a Kate! No mas visitas a sus padres hasta que estemos casados. Vuelvo a tratar de cerrar los ojos pero no puedo dormir me rindo y miro el reloj son pasadas de la media noche esta noche será larga.

Unas pisadas resuenan por el pasillo se dirigen a mi habitación no me parece raro que sea el padre de Kate confirmando que este en la habitación de su hija  ¡esto es ridículo parezco un adolecente no un hombre de veintinueve años! Miro hacia la puerta que se abre con cuidado pero de vez de ser una figura grande entra una figura menuda es la silueta de una mujer.

-       ¿Kate eres tú?  - la silueta sigue caminando

-       Shhh – se acerca a la cama se mete debajo de las sabanas – claro que soy yo ¿Quién mas podría ser?

-       No lo sé tu mamá ¿quizás?

-       ¡Elliot! – suelto una risita al escuchar su voz ofendida – eso es lo más estúpido que escuchado.

-       Óyeme tu madre me puede desear en secreto - sigo bromeando con ella.

-       Me voy de aquí – ella está enojada.

-       La detengo de inmediato y la jalo a mi pecho para que no tenga escapatoria.

-       Nena no te enojes solo era una broma.

-       Una muy mala broma Elliot – susurra.

-       Lo sé, digo idioteces después de doce horas sin estar sin ti.

-       Yo también te extrañe Elliot – besa mi pecho – no sabes cómo te necesito.

-       Tenemos que ser muy silenciosos. – murmuro.

Sus labios se unen a los míos no sabía cuánto en verdad necesitaba tener sus labios unidos en los míos causan estragos en mi cuerpo y mis sistema cuando nos besamos, seguimos besandonos para recuperar todo el tiempo perdido que no la he tenido en mis brazos en un futuro no va volver a pasar. Kate cambia de poción para que dar encima de mi erección suelto un gemido que queda atrapado en mi garganta cuando Kate decide que mi camisa es un obstáculo entre nosotros, separamos nuestros labios.

-       Me encanta tu cuerpo – con un dedo traza todo mi toras – quiero saborearlo todo.

-       Nadie te detiene nena – Kate se ríe – hay una parte de mi cuerpo que te necesita  ¡mucho!

-       Será cierta de abajo – susurra. – no sé cuál es.

-       ¿te muestro?

-       No, lo descubriré yo.

Kate mueve un poco sus caderas haciendo fricción contra mi pene duro suelto un gemido agudo al sentir ese movimiento contra mí, todo se vuelve más frenético al sentir los suaves labios de Kate contra mi piel, me vuelvo más desesperado cuando la punta de su lengua hace un sendero por mis pezones y los tomar entre sus dientes.

-       ¡Kate! – ella no se detiene – yo… no pares.

Kate continúa jugando con mis dos pezones por varios minutos causando que mi polla esté a punto de explotar en mis pantalones, nunca habías hecho esto que ella adore mi cuerpo, siempre he tratado que ella sea la que sienta la excitación del juego previo al verla disfrutar para mi es más que suficiente pero al sentir como sus labios juegan con mi cuerpo me hace desear que ella siempre me haga esto.