El día 26 todo el mundo se levantó tarde. La Sala Común estaba llena de estudiantes somnolientos y todo era muy tranquilo. Todo menos mi interior. El hecho de ser el novio de Hermione me tenía eufórico. Por la noche quedamos en vernos.
-Hola Draco -dijo doblando el recodo que daba a nuestro lugar del tercer piso.
-Hola hermosa pelo arbusto -contesté saliendo a su encuentro. Me besó y nos sentamos en el suelo.
-¿Es que nunca me puedes llamar por mi nombre? -preguntó bostezando.
-¿Te molesta? -pasé mi brazo por sus hombros y se apoyó en mí.
-En realidad no -cerró los ojos.
-¿Cómo tienes tanto sueño?
-No estoy acostumbrada a tantas emociones -me sonrió.
-No te voy a decir que eso no me halaga porque lo hace- le di un beso en la punta de la nariz -pero desde primero llevas una vida frenética junto a tus amigos.
-Bah, casi siempre eran ellos los que la liaban. Aunque recuerdo que pasé mucho miedo cuando en primero me castigaron a ir por el bosque por culpa de un niño entrometido -sonreí ante su afirmación.
-Era un dragón, están prohibidos y son peligrosos. Además, era Potter, me tenía que chivar -contesté a la defensiva.
-Sí, era un dragón, están prohibidos y son peligrosos pero tú eras un acusica.
-Bueno, yo también acabé castigado.
-Cierto. Y estabas tan asustado como yo -sonreía divertida aún con los ojos cerrados.
-Eso no lo puedes comprobar -rebatí rápidamente. Ella se rió y se incorporó. Me dio un beso y se frotó la cara.
-No te lo he contado pero ayer Harry y Ron confirmaron que Hagrid es un semigigante.
-Bueno, ya me lo imaginaba. Es enorme y un gigante puro no va a ser porque son bastante más grandes.
-Eso les dije yo. De todas formas es un grupo muy infravalorado, no creo que todos sean tan horribles.
-¿Cómo los elfos o los duendes?-pregunté dudoso.
-¡Exacto! -ella asintió.
-De todas formas los gigantes y los hombres lobo son bastante más peligrosos.
-Bueno, más que un elfo sí, pero quizá...
-Hermione, rata de biblioteca mía, llevan porras y miden 7 metros. No es que te puedan matar, es que te pueden hacer puré -Hermione puso los ojos en blanco.
-Que la mayoría sean así no quiere decir que lo sean todos. No todos los hombres lobos son malos, mira al profesor Lupin.
-Bueno, sí. Pero luego hay otros que son terribles.Nuestra conversación de los gigantes se hubiese quedado en eso, una simple conversación, si no se hubiese torcido todo.
Al día siguiente salí a volar un rato con Theo y Blaise. Al salir a los jardines, Pucey nos interceptó.
-Eh, Draco, alguien quiere hablar contigo.
-¿Quién?
-Ven.
Me llevó a una zona del patio donde estaban Crabbe y Goyle.
-¿Ellos son los que quieren hablar conmigo? -pregunté extrañado.
-No, ellos no, ella -señaló una roca.
-¿Pero qué estás diciendo?- este se había vuelto loco de remate.
-Ya lo verás -dijo. Se dio media vuelta y se fue.
Cuando volví a mirar hacia la piedra había aparecido Rita Skeeter.
-Ahh- di un respingo, esa vieja arpía me había dado un susto tremendo -¿Qué hace usted aquí? ¿De dónde ha salido?
-He venido porque estoy escribiendo un artículo sobre vuestro profesor de Cuidado de Criatura Mágicas, Rubeus Hagrid,y quiero información.
Esa entrometida había averiguado que Hagrid era un semigigante y pensaba escribir uno de sus artículos. Automáticamente pensé en Hermione, ella se enfadaría.
-Yo no se nada de ese zopenco -no podía mandarla a paseo, allí estaban Blaise, Crabbe y Goyle.
-Oh mi niño, seguro que sí.
Estaba a punto de darme media vuelta e irme pero entonces apareció Pucey con Montague, Flint y Pansy, había ido a buscarlos, y no me quedo otro remedio que quedarme.
Ella empezó a escribir con el vuelapluma.
-Bueno, ¿qué podéis contarme?
-Venga, Draco, dile lo horrible que es- me apremió Flint.
-¡Eso, eso! -exclamó Blaise.
-Draco, tienes que decir algo -me susurró Theo. Todos me miraban expectantes así que asentí, suspiré y cumplí con mi papel.
-A mí me atacó un hipogrifo- al menos eso era verdad. El resto se me quedaron mirando esperando que continuase -y... -no sabía qué decir, Hagrid era un profesor horrible y a mí no me gustaba nada pero Hermione me iba a matar cuando se enterase - a mi amigo Vincent Crabbe -el mencionado me miró con su habitual cara de bobo - le... Le dio un terrible mordisco un gusarajo.
-En realidad todos le odiamos pero nos da mucho miedo para decir nada- afirmó Pansy.
-Sí, es cierto. A mí una vez me amenazó con matarme -añadió Montangue y todos mis "amigos" empezaron a inventarse cosas.
Cuarenta minutos después, Skeeter guardo el vuelapluma nos dio las gracias y se convirtió en escarabajo y se marchó corriendo.
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El sueño repetitivo
RandomLa historia narra, desde el punto de vista de Draco, sus pensamientos desde cuarto curso. IMPORTANTE: se deben haber leído TODOS los libros antes, no sólo por los spoilers, sino porque la historia no narra todo lo que pasó en el libro, si no se cono...