(Aprire)
Su Abril había muerto, ella presenciaba el cuerpo, lleno de cortadas, cubierto con finas líneas de sangre, con los escombros rodeándola, el cabello muy maltratado, sus ojos cerrados mostrando una paz absoluta, una fina sonrisa dibujada en los labios.
Aún le resultaba extraño mirar a su chica y compararla con la otra Abril. Ambas eran la misma persona, pero eran tan diferentes.
Aprire extendió sus brazos, y una a una, fue levantando las piedras que la rodeaban. Su magia aún era débil, reconstruir toda la habitación la llevaría a un desmayo de varios días, pero sentía que debía continuar, era su último acto de bondad hacia la joven.
Le tomó varias horas hacer que el lugar recuperara la belleza que tuvo esa misma mañana.
Finalmente cayó de rodillas, junto a la cama donde reposaba Abril, respiraba con dificultad debido al cansancio, pero sonreía, estaba orgullosa de su trabajo. Y mientras sentía las fuerzas abandonarla, recordó a la otra Abril, ¿qué le había contado ella?
Aprire se quedó dormida y soñó con la antigua vida que su amada tenía antes del deseo.
En aquella vida, Abril había crecido y vivido junto a sus dos padres, la vida más allá de la dimensión humana era simplemente imposible, la imaginación le dejaba pensar en hadas y magos, pero llegar a creer que fueran reales era algo imposible para ella.
En aquella ocasión, Abril se preparaba para ir a la escuela.
-Llegarás tarde, Abril- dijo Anastasia mientras pasaba por delante de la habitación de su hija.
-Ya voy- grita Abril dando los últimos toques a su flequillo.
Ella odiaba tener el flequillo despeinado, porque le podía lucir o como una chica formal o como una vagabunda.
Finalmente, su peinado queda tal y como a ella le gusta, tomó su mochila y se dirigió corriendo hacia la planta baja. Mientras bajaba las escaleras, resbala en uno de los últimos escalones y casi cae al suelo.
-Cuidado, linda- dice su padre, que llegó justo a tiempo para evitar que ella se lastimara –Podrías hacerte daño
-Justo a tiempo, papá- Abril sonríe -Gracias
Siempre le sorprende que su padre llegue en el mejor momento, era como si de algún modo, él supiera cuándo ella fuera a necesitarlo.
Mohamed se asegura de que Abril no se haya lastimado, luego le hace señas para que se dirija a la cocina. Abril no duda y lo sigue.
Fue cuando ella entra al lugar cuando ve unas velitas encendidas sobre un pastel de chocolate.
-Feliz cumpleaños, querida- dice Anastasia mientras coloca unos platos sobre la mesa.
-¿Hoy es mi cumpleaños?- pregunta Abril, un poco confundida.
-Claro que sí- responde Mohamed –Primero de Abril, hija
Abril revisa su teléfono. Era cierto. Había estado tan ocupada con sus proyectos escolares que había olvidado por completo su cumpleaños.
-Trece años- susurra Anastasia mientras sirve pequeñas rebanadas en cada plato –Ya eres una señorita... ¿para cuándo nos presentas a tu novio?
-¡Novio?- exclama Mohamed.
-¡No tengo novio!- exclama Abril rápidamente –Y que quede claro que no lo tendré pronto... a mí no me gusta nadie
-Eso espero- dice su padre –Tú eres todavía una niña, no debes pensar en esas cosas
Abril sonríe, sabe que a su padre realmente no le importa, solo finge molestarse para darle un motivo de decir que no es el padre perfecto.
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Creadores del pasado [Las crónicas de Abril #6]
Viễn tưởngAprire regresó de su viaje a otro mundo. Regresó débil, con magia muy básica, sin los dones que en algún momento le dieron su grandeza y gloria. Ahora deberá esforzarse más que nunca para recuperarlos antes de que alguien se aproveche de ello. Sin e...