¿Y después? - CAPÍTULO FINAL

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¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Un año? Casi un año desde que Aravy logró entrar a este mundo. Y a pesar de todos los contratiempos, el palacio de Aprire había recuperado su belleza, y sus súbditos le obedecían y querían. Era como si nada hubiera sucedido.

Su dimensión estaba segura de cualquier ataque, había obligado a las quimeras firmar un acuerdo de paz.

Fue unos días después de todo lo sucedido, Angel, la dulce pequeña de corazón rencoroso, se acercó a ella con una mirada temerosa.

-Aprire, debo decirte algo- dijo a niña.

La niña le guió hasta su escondite privado, donde una quimera felina se ocultaba. Su nombre era Chris, y pudo explicar con detalle lo que había sucedido con su hermano y las otras dos chicas. Solo de ese modo, Bell pudo librarse de las quimeras que tanto la odiaban, y cuando Chris se negó a dejar sola a su nueva amiga, las quieras no tuvieron más remedio que abandonar la idea de destruir la dimensión.

Poco a poco Aprire lograba sentir la tranquilidad que nunca sintió con sus demás compañeros.

De vez en cuando visita a sus hrmanos en la dimensión de ángeles, ellos viven en el palacio legendario, aunque aún considera extraño habar con ellos con tanta amabilidad ¿culpabilidad tal vez?

De nada servía guardar renconres, debían estabilizar las dimensiones, asegurarse de que todo volviera a la normalidad en cada una ellas, que no quedaran signos de batallas ni memorias de criatura extrañas.

La dimensión de Aprire había sido abierta, todos podían salir y entrar cuantas veces quisieran. Esto era solo una extrategia de Aprire para que sus aliados viajaran a las dimensiones y convencieran al resto de las criaturas de no atacarlos, pero al final, al ver que aquellos viajes llenaban de alegría a sus almas, Aprire decidió dejarla abierta.

Un pequeño aviso "regresen cuando se sientan débiles", pues los dones de Aprire se habían vuelto muy inestables fuera de su dimensión, tardaría algunos años en recuperar la fuerza que alguna vez poseyó.

En cierta ocasión, mientras contemplaba el atardecer desde su balcón, Eream se acerca a ella. Un simple momento de calidad entre hermanos.

-¿Te arrepientes de algo?- le preguntó a Aprire.

Ella estaba distraída, así que no había escuchado la pregunta.

-¿Cómo dices?- preguntó ella.

-Renunciaste a tu hermosa vida en el palacio legendario, le diste la vuelta a tus hermanos... traicionaste y mataste... ¿no te arrepientes de nada?

No se lo pensó mucho, ella sabía las respuesta, pero permaneció en silencio durante un momento, solo para recordar todo lo que había sucedido últimamente.

-No- dijo finalmente –Hay muchas cosas que me hubiera gustado que sucedieran de otra forma, pero al final, estoy conforme con el resultado, y eso es lo que importa

-¿Y la humana?

-¿Abril? Ella...- un suspiro, ¿cómo continuar la frase? –Ella... tuvo un final desdichado

-¿Y de ello no te arrepientes?

Silencio.

Sin recibir respuesta, Eream abraza a Aprire, cree que es el mejor apoyo que puede brindar ahora mismo.

-¿Puedes guardar un secreto?- pide Aprire.

-Todos los que me confíes- responde él.

Aprire hace aparecer una pequeña luz entre sus manos, una luz brillante y delicada.

-Ella es Abril- susurra Aprire –Su alma al menos...

-Aprire... dijiste...

-Sé lo que dije- se apresura a decir ella –No puedo traerla de vuelta... y no porque no quiera, pero si lo hago, corro el riesgo de traerlos de vuelta... a Aravy... y Manen

-Entiendo... Abril es la puerta, muerta es la única forma de mantenerla cerrada... ¿y la traerás de vuelta?

-No lo sé... sé que no soy la única que quisiera verla, pero correr ese riesgo...

-Sobrevivimos una vez, quién sabe si podamos hacerlo otra vez

-Exacto

Ambos hermanos miraron la noche que ya se había presentado ante ellos, mientras que el alma flotaba entre las manos de su amada.

-No sé lo que haré con ella, Eream, pero sé que no la quiero abandonar

-No lo hagas, al final siempre sabes qué hacer, sus almas están unidas por un lazo que nadie más entiende, sabrás qué hacer

Aprire mira el alma frente a ella mientras murmura un "te quiero, Abril". 

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Nota de la autora:  

Capítulo cortito, pero está bien para ser el caítulo final, ¿no?

Y ahora, a despedirme... y sí, ahora ya es definitivo. Llegó el momento de dejar de jugar a la escritora, pues mis dos pasiones se separaron  y no hay forma de que las haga ambas, y por suerte (buena o mala) la escritura no fue mi elección.

Saben que me encantaría continuar con las crónicas de Abril y tener mil novelas... pero no se puede, no quiero seguir explotando a los personajes de manera tan miserable, sin dedicarles tiempo de planeación... si algún día retomo la historia será para corregir todos los errores (y saben que no son pocos), pero de momento, mi vida se ve envuelta en mi otra pasión, y esa no la dejaré de ninguna manera.

Me despido de ustedes, que me dieron unos MUY buenos años disfrutando de este "pequeño" cuento, gracias por todas las sonrisas que me sacaron, por los comentarios de animo y apoyo, gracias a los que me leen desde el inicio y gracias a los que se fueron uniendo conforme avanzaron los capítulos.

Este es mi adiós.

Gracias por leer, votar y comentar.

Creadores del pasado [Las crónicas de Abril #6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora