Capitulo XXVIII: Vidrios rotos.

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Unos ojos azules lo miraban desde arriba, un cabello castaño recaía sobre su rostro y una mirada cariñosa expresaba en su rostro, era Lilith, quién al verlo despierto no se tomo la molestia de alejarse, Choromatsu se asustó un poco, pero los nervios fueron más grandes que el susto, no pudo moverse por miedo a hacer algo estúpido.

—Buenos días... Como te haz salteado el desayuno, pensaba despertarte para almorzar. —Dijo ella con un suave tono en su voz.

—C-Claro... L-Lo siento...

Cuando intentó levantarse, ambos chocaron sus cabezas, se alejaron y se sobaron las frentes para luego reír por lo ocurrido.

¿Era realmente posible que algo tan "tierno" le estuviese pasando? De solo pensarlo le daba la sensación de que no era real, Lilith se estaba ganando muy lentamente su aprecio, más rápido que con cualquier otra persona.

—Te traeré el almuerzo. —Agregó y se levantó para ir hacia la cocina.

Cuando se despertó por completo se percató de que había perdido otro valioso día de clases, pero dado que no quería volver a ver a Osomatsu tras lo que había pasado esa noche, pensaba que era mejor para su cordura mental.

Lo tenía confundido, a veces realmente lo hacía sentir como un idiota por tener un mínimo sentimiento hacia él, quizás de odio, quizás de amor, no se entendía a si mismo, pero otras veces le tenía tanto miedo como para suicidarse con tal de no volverlo a ver nunca mas en su vida.

Desde que lo vio asesinar a Hyun, definitivamente ya sabia que no estaba muy bien la cabeza, pero con el paso de los días, se percató de que era peor de lo que creía...

Al poco tiempo, Lilith regresó y almorzaron juntos, pasaron la tarde estando unidos y conversando, jugando vídeo juegos, entre otras actividades que los hacían mas unidos, ya llegando la noche, decidió volver a casa junto a su madre, quién se retiraba mas que satisfecha por aquel trato hecho con los padres de la castaña.

●●●

Había pasado un buen par de meses desde lo acontecido, Choromatsu había dejado de asistir a la escuela regularmente, hasta el punto de hacer las tareas en casa y trabajos para luego ser entregados por su madre, su padre no volvió a aparecer por la casa y por primera vez, mantenía una relación "normal" con su madre, donde de en vez en cuando conversaban.

El verano se estaba haciendo presente con el calor sofocante y los días soleados.

Choromatsu se llevaba mejor con Lilith, hasta el punto de quizás... Llegar a tener ciertos sentimientos hacia ella, todo parecía estar saliendole de maravilla.

Así parecía hasta que una mañana, alguien tocó a la puerta, él estaba completamente solo y estaba leyendo una novela que encontró en el librero que nadie usaba; se levanto del sofá y se dirigió a la entrada para abrir.

Cuando la abrió, sintió un escalofrío que le recorrió cada parte de su cuerpo.

—¿Choromatsu Matsuno? Soy el detective Fujika, ¿Me permite hacerle un par de preguntas?

Tras hacerlo pasar y servirle algo de tomar, ambos se sentaron en los sofás y comenzaron con el interrogatorio.

—¿Conoce a Hyun Park y Ayano Mitsuka? —Preguntó el detective con una seria expresión.

—Sí... Hyun era un compañero de clase y Ayano era... —Suspira. —Era una amiga.

—Ya veo... Por su expresión... Puedo notar que no se ha enterado de la noticia.

—¿Ha pasado algo con ellos...? —Preguntó intentando disimular su conocimiento.

—Hyun Park ha desaparecido y sus padres lo han estado buscando hace meses, pero recientemente se ha abierto el caso porque... La señorita Mitsuka desapareció pocos meses después... 

—¡¿Lo esta diciendo en serio?! —Se levantó algo paranoico. —Sabia lo que Hyun... Pero... Ayano...

—Lamento que se enteré ahora, se ha abierto una investigación en la escuela, por lo tanto, los estudiantes no han tenido clase durante dos semanas, pero todo volverá a la normalidad este lunes... Volviendo al tema... ¿Conoce a alguien que pudiese llevarse mal con alguno de ambos o siquiera... alguien de malas pintas o que pareciera peligroso?

Choromatsu repaso en su mente lo visto ese día, el día en que Hyun murió, sintió una punzada en su pecho, estaba decidido a hacer algo por la muerte de ambos pero... Pero tuvo que recordarlo...

"—Hay tantas cosas que quisiera hacerte, Choromatsu.", 
"—¿Qué? Si claro, esa cara no demuestra emoción por eso, vamos por diversión real.",
"—Choromatsu... Te debo una disculpa..."
"—Todo esto por lo que estás pasando... No te lo mereces.",
"—Es que cuando te veo con alguien mas me pongo celoso y..."
"—¿Por qué no fuiste a la escuela hoy? ¡Me tenías realmente preocupado!"
"—Jamás te dejaré solo, Choromatsu"

Todas esas palabras rodearon su mente, joder, ahora si que estaba confundido, agarro fuertemente la tela de su pantalón con mucho odio y frustración, tenía hasta deseos de llorar, pero no lo hizo.

—No, lo siento... No conozco a nadie así... —Dijo con culpa.

Las preguntas prosiguieron hasta que el detective se fue bastante convencido de la inocencia de Choromatsu y se fue a seguir con los interrogatorios, el menor que se quedo paralizado allí sentado y sin poder controlarse, comenzó a llorar.

Osomatsu, Osomatsu era el único que lo hacía llorar por sobre todas las cosas, desde que lo conoció, desde que tuvo esas pesadillas, desde que sintió el miedo en carne propia... Comenzó a llorar por su culpa.

—Onii-chan te dará una recompensa... —Resonó la voz de Osomatsu en su cabeza.

Oh joder, se estaba sintiendo realmente mal en esos momentos como para empezar a tener fantasías de Osomatsu agradeciéndole por su... "Lealtad" se le erizaba la piel de solo pensarlo, imaginarse al mayor acercarse y besarlo como aquella noche, tan apasionadamente y todo por haber mentido...

Empezaba a excitarse y sin poder controlarse, levantó su sudadera de mangas cortas y empezó a apretar y estirar sus pezones hasta que su miembro estaba completamente erecto, bajo su cremallera, su ropa interior y comenzó a frotarlo de arriba a abajo, se sentía tan sucio, tan culpable, tan idiota... ¿Por qué lo defendió? Después de todo lo que le había hecho.

Mientras tanto, Karamatsu iba corriendo por los callejones de un barrio, de camino a la casa de Osomatsu con toda prisa, tenía que decírselo, decirle que estaba en sumo peligro ahora que la policía había decidido investigar la desaparición de Hyun, pero en cuanto llego, notó algo que le heló la sangre.

Ámame hasta los huesos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora