Cuando era niño... Solía tener un vago recuerdo, un recuerdo que dudo que haya ocurrido alguna vez... Pero era demasiado real como para siquiera dudarlo, un recuerdo donde no estaba solo, donde alguien tomaba mi mano y caminaba junto a mi hacía un vació que no podía ver más allá.
Una dulce voz infantil que cantaba una canción.
¿Será que me enamoré de Ichimatsu mucho antes de lo que creo? Porque estoy seguro de que era su voz, su figura, sus manos tocando las mías.
Eventualmente me enamoré de un Ichimatsu alegre, inocente, dulce, que admiraba al yo de antes, quién siempre quería hacer cualquier cosa para impresionarme o llamar mi atención, alguien que siempre me daba muestras de afectos con abrazos, regalos u otras cosas...
¿A dónde ha ido ese niño?
—¿Acaso te doy asco? —Preguntó Ichimatsu mirándome fijamente.
—¿Eh? —Volví en mí.
Sentía que el vapor caliente del agua de la bañera me estaba mareando un poco, lo suficiente quizás como para quedarme en mis pensamientos un buen rato, había olvidado por completo que estaba dándome un baño con Ichimatsu.
—No quieres que mienta, no mentiré. —Agregó. —¿Acaso te doy asco, Karamatsu?
—¿Por qué ibas a...?
—Dices que vas a cumplir tú promesa, la recuerdas, pero jamás te haz molestado en darme una señal de que realmente te importa.
—Lo había olvidado... Pero no puedo simplemente decirte eso...—Me importa, es solo que tú...—Haz cambiado demasiado...
—¿Yo qué...?
¿Qué podía decirle? Que asco, mientras el intenta ser sincero conmigo yo intento mentirle... No es que no lo quiera, no es que no lo aprecie... No es que voy a tratarte mal a partir de ahora, no puedo hacer eso, si te hiciera daño no solo no me lo perdonaría, sino que Jyushimatsu no confiaría en mi y eso sería un punto restante.
—Deja de engañarte a ti mismo... —Agregó entre susurros.
—¿Q-Qué dijiste? N-No me estoy engañando a mi mismo...
Sí lo estoy haciendo.
Que asco.
Se sincero, por favor...
—No te gusto, simplemente admítelo y dime que quieres de mí...
¿Qué quiero de ti, Ichimatsu?
Ni siquiera se que es lo que quiero de mí...
¿Quiero que me respeten o que me quieran?
¿No pueden ser ambas...?
¿A quién le importa?
A nadie...
A nadie le importas, Karamatsu.
Me acerqué a Ichimatsu muy lentamente hasta juntar nuestros labios; era algo hermoso, delicioso, tan deleitable, sus labios seguían siendo tan dulces como nuestro primer beso, tan suaves y tan delicados...
Me correspondió sin dudarlo, me rodeo con sus suaves brazos el cuello, ¿Vamos a hacerlo, verdad? Eso que hacen los adultos cuando se quieren demasiado... Eso que hacían Osomatsu y Choromatsu cuando no había nadie en la casa.
¿Qué?
¿Qué estoy pensando?
¿Qué es este recuerdo?
Cálido, demasiado caliente, el agua calentaba más rápido nuestros cuerpos que comenzaban a acercarse, baje mis labios hasta sus pezones y comencé a lamerlos hasta chuparlos, sus jadeos, sus gemidos... Eran música para mis oídos...
¿Se siente realmente tan bien? ¿Se siente realmente bien tener sexo con la persona que amas? Dímelo, Ichimatsu... ¿Qué sientes en lo más profundo de tus entrañas?
Baje mi mano hasta su entrepierna y comencé a frotar su miembro que ya estaba totalmente erecto.
¿Te haz puesto así por mí culpa? Eso es tan sucio... Pero supongo que no puedo esperar demasiado de alguien que desea con tanto cariño a otra persona, ¿Verdad?
¿Tanto me haz deseado, Ichimatsu?
¿Puedo hacer lo que quiera contigo?
¿Puedo hacer lo que quiera con tus sentimientos?
¿Con tú cuerpo...?
¿Con tus emociones?
¿Con tú interior?
¿Puedo romperlo? ¿Puedo destrozarlo? ¿Puedo arreglarlo?
No me tomó mucho tiempo para comenzar a penetrarlo, lo hice rápido con tal de que no sintiese tanto dolor, aun así lo sentí, sentí un poco de sangre derramarse, ¿Es tan doloroso? No presté demasiada atención a su reacción y comencé a moverme.
—¡Agh, espera! ¡E-Espera, Karamatsu! ¡D-Duele! ¡K-K-Karamatsu...! ¡Karamatsu-niisan!
Mientras mas suplicaba mas aumentaba el ritmo, ¿Por qué? No lo sé, se sentía bien escucharlo sentir dolor, se sentía mas que bien verlo con los ojos llorosos, intentando alejarse de mí...
Pero hace un momento le dije que no iba a lastimarlo, ¿No es eso mentir...?
Oh, lo siento, Ichimatsu, acabó de mentirte...
Me gusta hacerte daño...
Porque siento que así tengo el control de todo.
Siento que así no me vas a dejar...
Que no me vas a mentir...
Y que va a obedecerme como el niño bueno que solías ser...
—¡Déjame! ¡D-DÉJAME YA, KARAMATSU! —Intentó empujarme.
—No... No puedo... ¡No puedo dejarte ir, Ichimatsu!
Me moví aun más rápido, tanto como pudiese, no podía evitar jadear o gemir de lo bien que se sentía, su interior estaba dejando de ser tan estrecho por mí culpa, iba a marcar su cuerpo por mí culpa... ¿Haz guardado esa primera vez para alguien como yo, verdad? Debes estar arrepentido, Ichimatsu...
Sentí como aquel líquido espeso y caliente comenzaba a salir, no era solo yo, Ichimatsu también se estaba corriendo, era sin duda magnífico, todo era tan caliente que sentía que me iba a desmayar.
—E-Estúpido... —Dijo entre sollozos. —¡Eres un idiota, Karamatsu!
—Y tú un enfermo, Ichimatsu.
Lo besé por última vez, me separé de él y salí de la bañera, tomé una toalla que estaba en el lavado y salí en dirección al cuarto de Osomatsu donde me ofreció dormir, no me importaba que pensará Ichimatsu de mí ahora.
Porque si realmente me amará... No le debería importar lo que estoy haciendo, ¿Verdad?
¿Verdad?
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Ámame hasta los huesos.
ספרות חובביםChoromatsu inicia en una nueva escuela tras un accidente en su antiguo instituto, a pesar de que las cosas marchan bien al principio, se encontrará con Osomatsu Matsuno, uno de los chicos más problemáticos del instituto, quién tras ver algo que no d...