—Es sencillo, Do, Re, Mi, Fa, Sol. —Tocó las teclas correspondientes a sus palabras.
—Do, Re, Mi, Fa, Sol... —Repitió en las teclas.
—¡Sí! ¡Estás progresando! —Rió alegre.
Choromatsu y Lilith estaban tocando el piano juntos o al menos Lilith intentaba enseñarle a tocarlo, la sala estaba totalmente vacía y entraba el dulce sonido de las olas del mar no muy lejos desde la ventana.
El lugar era esplendido, el suelo era de cuadros negros y blancos, un patrón llamativo pero elegante, las paredes de un color beige que iba muy bien, las ventanas eran enormes y llegaban hasta el techo, siendo de bordes de color negro, una gran chimenea en frente del piano y una gran cantidad de sofás alrededor del mismo instrumento.
No olvidemos el pequeño bar que había a unos pocos metros con sus taburetes incluidos, era un sala de entretenimiento donde sea que lo vieras, Choromatsu jamás había estado en un lugar así, sí, su residencia era realmente grande, pero nada comparado con esa mansión.
Se escucharon los sonidos de unos coches detenerse en la entrada de la casa, el llamativo sonido de sus puertas cerrarse hizo que llamase la atención de ambos, quiénes se asomaron por las ventanas del vestíbulo a husmear.
—¡Ha~! Estoy agotado... ¿Ustedes no? —Preguntó a las chicas de junto.
—Oh, genial, llegó mi hermano menor. —Agregó Lilith con poco animo.
Apenas se voltearon para regresar al salón, las puertas se abrieron bruscamente, el chico era de baja estatura, de cabello negro oscuro, ojos de un llamativo color rosado, casi magentas, vestía con un uniforme de una escuela prodigio, llevaba en sus manos un móvil blanco de aspecto bastante caro y una sonrisa similar a la de un gato, a su lado iban dos chicas quienes estaban impresionadas por la enorme casa.
—Adelante, mi habitación esta arriba, tercera puerta a la izquierda. —Indico mientras las veía subir las escaleras. —¡Lilith! ¿Mamá y papá están aquí?
—Sabes que sí, Todomatsu. —Contestó ella.
—No seas tan fría conmigo, hermanita, no es necesario la envidia porque sea más... Lindo que tú. —Agregó con una leve sonrisa. —De todas formas, diles que estaré arriba.
El menor subió sin darle ninguna importancia a la presencia de Choromatsu, quién lo miro bastante extrañado por su aspecto y forma de hablar tan afeminada, Lilith suspiro y mantuvo su sonrisa de niña dulce un poco más.
—Me disculpo, Totty es... Un idiota... ¿Continuamos con las lecciones?
Antes de que pudiesen entrar, fueron interrumpidos nuevamente por sus padres quienes cruzaron la puerta de la otra sala, Lilith se enfureció bastante, pero lo oculto muy bien con sus expresiones.
—¡Cariño~♪! —Dijo su madre acercándose con una sonrisa.
La madre de Lilith era alta, de cabello rubio, tes blanca y ojos azules, aparentemente extranjera, vestía con un vestido rojo un tanto ajustado pero que hacia notar su esplendida figura, pero a pesar de su aspecto tan... "Sexy" quizás... Era arruinado completamente con su voz aguda, llegaba a ser un poco chillona y molesta.
—Hoy vamos a tener una celebración muy especial, ¿Qué te parece si le muestras la casa a tu amigo? Nosotros estaremos preparándolo todo para esta noche, ¿Bien?
—Sí... Bien. —Contestó ella algo insegura y obedeció.
Al poco tiempo, empezaron a caminar por los pasillos del segundo piso, mientras sus padres ordenaban a los sirvientes que iban desesperados de un lado a otro, intentando no cometer errores.
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Ámame hasta los huesos.
FanfictionChoromatsu inicia en una nueva escuela tras un accidente en su antiguo instituto, a pesar de que las cosas marchan bien al principio, se encontrará con Osomatsu Matsuno, uno de los chicos más problemáticos del instituto, quién tras ver algo que no d...