Choromatsu estaba confundido, no pudo responder con palabras, pero por dentro, con la poca cordura que quedaba, sentía extrañeza, ¿No es la primera vez? ¡¿Acaso sabía sobre su sueño?! Imposible, hay algo mas detrás... Pero el joven estaba demasiado... Ocupado para pensarlo correctamente.
Osomatsu proseguía con su dedo en el interior del menor y en pocos segundos, inserto otro, dándole un respingo a Choromatsu, quién, a pesar de que conservaba su cordura, sabía que es lo que iba a pasar y lo estaba anhelando.
—Ah... Supongo que es hora. —Dijo Osomatsu con una sonrisa picara en sus labios.
—¿Eh...? —Preguntó tratando de sonar algo ingenuo.
Él esperaba un poco ansioso ese momento, aunque bastante aterrado por el dolor que pudiera sentir.
Pero para su desgracia, Osomatsu lo levantó y lo sentó en su lugar, sin que Choromatsu siquiera pudiera reaccionar, el miembro caliente del mayor entro en su boca, tan repentinamente que casi lo ahoga hasta su garganta.
—Hehehehe, ¿Realmente creíste que iba a follarte? ¡ERES UN SUCIO, CHOROMATSU! Aun es muy pronto para eso... —Agregó el mayor entre varias risas.
Estaba molesto e incluso intento liberarse de la situación, pero Osomatsu poso ambas manos sobre su cabeza, presionándolo contra su miembro, moviendolo bruscamente de adentro hacia afuera, realmente lo estaba disfrutando, pero Choromatsu se estaba ahogando con el líquido pre seminal, su propia saliva también provocaba parte de eso.
—Ugh... Tú boca es lo mejor... ¡R-Realmente es lo mejor! —Dijo entre varios jadeos.
Unos ligeros gemidos salían de la boca de Osomatsu, su miembro estaba palpitando, ya estaba llegando a su climax, Choromatsu no podía soportarlo más, sus ojos cristalizados y la dificultad para respirar, sentía que iba a morir.
—Ngh~
Finalmente, el mayor se corrió dentro de su boca, en su ultimo momento, lo presiono por última vez, obligandolo a tragar el semen que comenzaba a desbordarse por su boca, hasta que lo soltó.
Ambos estaban con la respiración sumamente agitada, Choromatsu especialmente, quién tocia y intentaba recuperar el aire como podía, Osomatsu por su parte, estaba sonriente, parecía totalmente satisfecho.
—Haa... Lo hiciste bien... Eres un niño bueno. —Agregó y lo besó en los labios mientras acariciaba su cabello.
Choromatsu lo empujo para alejarlo y dejarlo respirar una vez más, estaba sumamente molesto, no hubiese tenido problemas en hacer eso último si Osomatsu no hubiese sido tan brusco, se limpio los restos de su boca con la manga de su camisa que estaba tirada en el suelo.
—Eres un idiota, eres lo peor. —Contestó finalmente el menor. —¡Jamás debí de hacer esto contigo!
—Eso dices ahora... Pero ya vendrás por más... Mientras mas recuerdes, más desearas. —Respondió.
—¡¿De que demonios hablas?!
—No te lo diré, descubrirlo es tu trabajo... —Agregó y abrió la puerta del cubículo. —Cuando tengas deseos de... Caer en la tentación, no dudes en venir conmigo... Aunque... No creo que sea necesario que te lo diga.
Se fue tranquilamente sacando un cigarro de sus pantalones y lo encendió para irse afuera y fumarlo tranquilamente.
Choromatsu estaba asqueado de si mismo, ¿Cómo había caído tan bajo? Deseaba que la tierra se lo tragase, pero debía seguir adelante.
Se limpio como pudo y se levantó para salir de allí, miro cuidadosamente a los pasillos esperando que no hubiese nadie y salió un poco inseguro, los demás estudiantes estaban llegando poco a poco, no era tan tarde como creía, el sol estaba saliendo.
Mientras tanto, en la sala de delegados, estaba Ayano, firmando unos papeles sin importancia, Osomatsu entró sin siquiera pedir permiso y deslizando la puerta bruscamente, dejo caer su cigarro y lo piso, apagandolo definitivamente.
—¡¿Qué haces?! ¡Lárgate! —Ordenó molesta.
—¿No te lo advertí? —Preguntó con un tono relajado. —¿No te dije que te alejarás de él? ¿Qué intentas, Ayano? ¿Seducirlo? ¿Sacarle algo?
—A ti eso no te incumbe.
—Claro que sí... Porque... —Agregó sacando una jeringa de su bolsillo. —Él es mi hermanito menor.
La sostuvo fuertemente haciéndola chocar contra un librero y clavo la jeringa en su cuello, inyectando rápidamente un líquido incoloro que la hizo caer al suelo inconsciente.
No tenía planeado matarla, tenía planeado algo más, mucho más largo, hacia tiempo que quería deshacerse de ella, pero aquel contacto con Choromatsu fue la gota que derramo el vaso.
Fue hasta la parte trasera de la escuela y la encerró en uno de esos grandes cubos de basura, lo cerro con candado y la dejó allí, de todas formas, esa sustancia la podía hacer dormir por un plazo de 20 hs, seria mas que suficiente.
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Ámame hasta los huesos.
FanficChoromatsu inicia en una nueva escuela tras un accidente en su antiguo instituto, a pesar de que las cosas marchan bien al principio, se encontrará con Osomatsu Matsuno, uno de los chicos más problemáticos del instituto, quién tras ver algo que no d...