Cuando el cielo se tiñe de color naranja, la mayoría de personas acaban cierta parte de su rutina, los estudiantes regresan a casa cansados, exceptuando algunos que eran parte de clubes, Choromatsu era de los primeros, quiénes regresaba exhausto a casa, durante el resto del día tuvo diversos problemas, empezando por los golpes en el segundo receso y acabado por estar con su uniforme de gimnasia puesto tras que los chicos le lanzaran un bote de basura en la cabeza, hasta cuando fue a ducharse para quitarse la suciedad de encima, le robaron su uniforme.
Llegaba a su casa en un vecindario regular, sin nada de especial que lo caracterizara o al menos eso creía él, era el clásico vecindario de gente con mucho dinero, casas exageradamente grandes, modernas u clásicas, sin llegar al extremo de ser una mansión, su cara era la que estaba al final de la cuadra, siendo de dos pisos con grandes ventanas, amplio jardín y una valla de seguridad.
Sin entrar en mucho detalle, pasó por la primera puerta hasta la segunda, tras abrirla y entrar, se quitó los zapatos como de costumbre, a un lado estaban los tacones negro de su madre, quién probablemente estaría en la sala haciendo papeleo o algo que la mantuviese ocupada.
Iba a pasar a su dormitorio directamente, pero cuando su madre (Que acertadamente estaba en la sala) lo escuchó, inmediatamente lo llamó.
—Choromatsu, ¿Eres tú? Ven un segundo.
—Ahora voy. —Contestó desanimado.
Su madre era un mujer de una esplendida figura, aparentemente de unos 43 años, pero parecía más joven, vestía con el usual uniforme de ejecutiva y usaba lentes, su cabello estaba atado con una coleta y llevaba un maquillaje que le daba un toque de elegancia.
—¿Cómo te va en tu nueva escuela? —Preguntó la mujer sin quitar la vista de los papeles.
—Algo... Mal...
—¿Por qué lo dices?
—Mis compañeros comenzaron a molestarme mucho... Y-
—Y lo tienes bien merecido, Choromatsu. —Lo interrumpió. —Ibas a una de las escuelas más prestigiosas de todo japón y por un mínimo accidente, ahora estas abajo de toda la escala que solías tener, ¿Sabes por qué? Porque es una lección de la vida, para que no se vuelva a repetir, ahora te levantarás solo si quieres volver a donde estabas, ¿Oíste? Manten tus notas como siempre, quiero buenas reseñas de tú comportamiento y pensaré si ayudarte o dejarlo en tus manos. —Agregó.
—De acuerdo...
—Ahora vete.
La madre de Choromatsu era probablemente la mujer más fría que había conocido jamás, nunca le demostró nada de afecto, ni siquiera de niño, él siempre fue cuidado por su "Nana" quién siempre le cocinaba y enseñaba los valores importantes de la vida, ella aun trabajaba en la casa y de hecho era quién hacia los almuerzos de Choromatsu tan... "decorativos".
Su padre era un importante funcionario político como concejal, mientras que su madre era una ejecutiva dueña de varias empresas importantes del país, volviéndose así, un chico que grandes influencias que si daba un paso en falso, toda su familia podría caer en vergüenza y desgracia, por fortuna ese "accidente" pudo esconderse muy bien.
Mientras sacaba sus cosas para completar otra de las tantas actividades escolares dejadas por el profesor, se puso a pensar en lo que había ocurrido esa tarde.
Inicio de pequeño flash back:
—Yo... Creo saber algo que podría perjudicarlo pero-
—¡Con que aquí estas! —Interrumpió Osomatsu.
—Otra vez tú... ¿Por qué no te vas a molestar a alguien más, Osomatsu? —Preguntó Ayano molesta.
—¿Cómo que a alguien más? Yo soy leal a mis principios, digo, si no tuviera una SOLA víctima pasaría a molestar a todos los demás... ¿No haz pensado en eso...? Es un benefactor común, un sacrificio a un Dios... ¿Entiendes...?
—Si...
Ayano se retiro sin poder decir nada, intimidada por las palabras de Osomatsu, trato de distraerse con algo de trabajo, pero dejando eso de lado, Osomatsu se sentó sobre la camilla a un lado de Choromatsu, quién volteo a mirar a otro lado para evitar encontrarse con los ojos de esté.
—¿Por qué me escogiste a mí...? ¿Acaso te he hecho algo? ¿Hay algo que te moleste de mí...?
—No, simplemente... Te escogí porque cometiste un error y lo sabes... Además, estabas destinarlo a serlo desde el primer día en que te vi.
Él lo tomo de su mandíbula y lo obligo a voltear para mirarlo directamente a los ojos, Choromatsu temía aun más por lo que le pudiese ocurrir.
—A partir de ahora me tienes que llamar como todos los demás... "Osomatsu-senpai" ¿Oíste? Porque por cada vez que me faltes el respeto, sera un golpe de más, ¿Entendiste? Cuando llegues a la escuela no hablarás con nadie y siempre, siempre te dirigirás a la parte trasera de la escuela... Y obedecerás todo lo que te diga...
—¿Qué te hace pensar que voy a obedecerte? No me interesa si me golpeas o no, puedo fácilmente decírselo a las autoridades.
—¿En serio crees que será tan fácil? —Preguntó entre risas. —Bueno, haz lo que quieras... Ya descubrirás que pasa si me desobedeces de todas formas...
Fin del flash back.
Esos recuerdos no lo dejaban concentrarse y lo hacían temblar, recordar ese susurro en su oído lo ponía aun peor, le daban deseos de que la tierra lo tragase... ¿Por qué le pasaba esto a él? ¿Qué hizo para merecer algo así?
●●●
—¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?! —Preguntó entre gritos Karamatsu. —Oh dios... No puedo creerlo, ¡¿CÓMO PUDISTE REBAJARTE A ALGO ASÍ, OSOMATSU?! —Agregó paranoico.
—Oye no es para tanto... Sabes que he hecho cosas peores, fue rápido así que no fue algo malo para él, estaba destinado a morir de todas formas... Todos morimos, ¿No? —Contestó relajado mientras sorbía un poco de su malteada.
—Lo que quiero saber es... ¿Por qué...? Hyun no había hecho nada que nos molestara...
—Fue un impulso, un deseo, eso es todo.
—¡¿QUÉ?! ¡¿Qué diablos significa eso?!
—No lo entenderías... Nadie lo va a entender... —Dijo en voz baja.
![](https://img.wattpad.com/cover/136012766-288-k476905.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ámame hasta los huesos.
FanficChoromatsu inicia en una nueva escuela tras un accidente en su antiguo instituto, a pesar de que las cosas marchan bien al principio, se encontrará con Osomatsu Matsuno, uno de los chicos más problemáticos del instituto, quién tras ver algo que no d...