Ámame hasta los huesos.

Capitulo XLII: Un trozo de pastel.

—¡No! —Contestaron Osomatsu e Ichimatsu al unísono.

Ichimatsu cubrió su rostro con una almohada cercana de la vergüenza, su cara estaba roja como tomate y podía verse fácilmente por sus orejas totalmente coloradas, Osomatsu simplemente lo invitó a entrar, cuando Karamatsu y Choromatsu se vieron a las caras se sorprendieron.

—¿Eres el que intento hablar conmigo esa vez...? —Preguntó Choromatsu tratando de recordar el momento exacto.

Karamatsu dedujo que no sabía todo el asunto, así que simplemente asintió con la cabeza y se sentó, si hubiera sabido que eran hermanos, probablemente tendría una reacción totalmente diferente; pero mientras tanto, a su lado, Ichimatsu estaba escuchando su conversación un tanto molesto.

—¿Cómo que hablaron antes? ¿Se conocen? ¿Qué demonios esta pasando? Aparece este idiota y no solo se va a quedar sino que conoce a Karamatsu...—Qué estúpido... —Dijo en voz baja y quitó la almohada de su rostro.

El ambiente se volvió callado y algo tenso, nadie sabía que decir realmente, ¿Qué se supone que podían hablar si ellos no se conocían realmente? Osomatsu tampoco sabía que agregar por muy buenos ánimos que tuviese.

Ichimatsu, ya aburrido, decidió irse y dejarlos solos, no dijo nada antes de marcharse, simplemente se levantó y subió las escaleras; antes de entrar a su cuarto, notó la puerta que estaba abierta al final del pasillo, se sorprendió mucho cuando supo que era ESA puerta que siempre había estado cerrada desde que tenía memoria.

Inclusive había intentado abrirla cuando era pequeño y no tuvo suerte, pero ahora estaba abierta y cuando se asomó para ver, se sorprendió de que se tratará de un dormitorio matrimonial, esperaba algo más grande, quizás algún tipo de lugar donde se guardaban cosas viejas o algo así, pero el misterio llegaba a ser demasiado simple que no podía creerlo.

Luego de echar un vistazo al dormitorio, regresó al suyo, se sentó en su silla de escritorio y encendió su pc para navegar por internet, ya que realmente no tenia nada mejor que hacer, ya encontraría la solución a su aburrimiento.

Mientras estaba concentrado mirando alguna que otra cosa, no llegó a escuchar ni tampoco a sentir la presencia de alguien que acababa de entrar por su puerta, la cerro tan lentamente que no pudo oírla siquiera, sus pasos eran silenciosos hasta que llego a estar a su lado.

—¿Por qué huyes? —Susurro Karamatsu en su oído.

Ichimatsu dio un sobresalto al escucharlo, hasta se le había erizado la piel, se alejo inmediatamente del susto, si hubiera sido un gato, probablemente se habría agarrado del techo tras ese sobresalto que dio, además, sentía cosquillas en su oreja por su culpa.

—¡¿CUÁNDO DIABLOS ENTRASTE Y POR QUÉ ME DISTE ESE SUSTO?! —Gritó algo paranoico.

—Hahahaha, eres fácil de asustar, Ichimatsu, lo siento. —Dijo entre breves risas. —Solo quería ver tu reacción.

—¡Lárgate! —Exclamo molesto apuntando a la puerta.

—No voy a irme...

—¿Qué...? ¡No tienes nada que hacer aquí, así que lárgate pervertido asqueroso!

—Si tengo algo que hacer... Ichimatsu, necesito hablar contigo, a solas. —Agregó seriamente.

—T-T-T-Tú y yo no tenemos nada de que hablar. —Contestó nervioso.

—Deja de fingir y contéstame de una vez... Con total sinceridad... ¿Realmente sientes algo por Jyushimatsu?

Sus ojos azules parecían poder ver su alma, no podía mentir, pero necesitaba mentir, él estaba decidido a olvidar esos sentimientos que tenía hacia Karamatsu y seguir adelante, lo odiaba, lo odiaba por obligarlo a volver al mismo lugar, ¿De qué serviría si de todas formas iba a quedar como un idiota? Era mejor simplemente dejarlo pasar y darle una oportunidad a Jyushimatsu...

¿Verdad?

Patético.

Soy patético.

—No miento... Yo... ¡Y-Ya te dije que tendría que ser un enfermo como para sentir algo por ti!

—...

Quiero llorar...

¿Por qué tengo que arruinarlo todo siempre?

¿Por qué no puedo ser sincero conmigo mismo?

¿A que le temo?

—Entonces estas realmente enfermo, Ichimatsu. —Contestó fríamente.

—¿Eh?

—¿Tanto dolor te causa sentir algo por mí? ¿Realmente te causo tanto dolor? ¿Cómo es...? ¿Es como la muerte?

¿Qué era eso? Su tonó de voz cambio tan drásticamente, sonaba tan frío... Tan antipático, comenzaba a darle algo de miedo a Ichimatsu inclusive, clavando sus ojos azules en los suyos, como si verdaderamente quisiera entrar en ellos y leer todos sus pensamientos.

—¿Qué estas diciendo...? —Preguntó con la voz quebrada.

—No me mientas, Ichimatsu... Deja de mentirme... Si lo haces otra vez... No te daré la oportunidad...

Este no eres tú...

No eres Karamatsu...

Karamatsu no es así...

—Déjame. —Contestó cortante entre algunos sollozos.

—¿Oh? ¿Dejarte?

Karamatsu se levantó y se acercó a él lentamente, mientras Ichimatsu retrocedía hasta quedar acorralado contra la pared, no quería verlo a los ojos, ¿Por qué Karamatsu estaba actuando así? No le gustaba para nada.

—Tú empezaste todo esto, Ichimatsu, todo esto es tú culpa... Si tú no hubieras ido con tú jodida promesa... Si me hubieras dejado como todos los demás... Si no te hubieras fijado en mí, no me habrías abierto los ojos...

—...

—No voy a ir detrás de ti como un perro, ¿Sabes por qué? ¡PORQUE ESTOY CANSADO DE SER EL PERRO DE OTROS! —Gritó y golpeo el muro detrás de él. —Así que se un niño bueno y obedece a Karamatsu-niisan... ¿Sí? No me hagas enojar... Haz abierto la caja de pandora y ahora vas a tener que hacerte cargo por haber provocado esos sentimientos tan repugnantes que tengo hacía ti... ¿Entendiste?

—...

—¡¿ENTENDISTE?!

—¡SÍ! —Respondió tembloroso.

—Muy bien... Buen chico. —Acarició su cabello. —Nos vemos en la cena. —Agregó y salió del dormitorio.

Ichimatsu cayó al suelo, no podía creerlo... ¿Él provoco que Karamatsu actuase así? Sentía un miedo terrible desde los pies a la cabeza, era como si tuviera un nudo e la garganta que no le permitía responder, gritar o siquiera moverse... Era intimidante y aterrador.

No pudo evitarlo, pero comenzó a llorar en silencio, se acomodo allí en el suelo y cubrió su rostro con sus brazos y lo apoyo sobre sus rodillas...

¿Qué demonios esta pasando...?