Si se pudiera concebir

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¿Que pasaría si una sola persona pudiera aprender y saber todas las cosas del mundo? Todo lo que se pueda aprender, conocer y saber. Hay una gran brecha entre la humanidad de ese matiz y la humanidad de ahora. Sin embargo la brecha existe, y mientras exista, existirá la posibilidad de desaparecerla bajo su propia unicidad. Las personas que conocemos tienen diferentes personalidades, formas de vida, creencias y matices que los hacen únicos y auténticos en su propio concepto de humanidad, sin embargo el hecho de que exista la globalización abarcando todos los aspectos de cada una de estas personas, cada creencia, cultura, personalidad, e incluso pensamiento, nos lleva a la conclusión de que en algún punto de esta línea se unirán cada una de estas personas, pudiendo formar en síntesis a aquella persona, quizá fabricada en serie y a medida directa con todo lo que abarca el conocimiento. Se podrá dar paso a la evolución del ser humano como el humano de único conocimiento.

Una hipótesis brillante, pero muy adelantada a un conocimiento prematuro del concepto de globalización en sí como es el que se encuentra plasmado en la mente de las personas ahora. Se dará un largo proceso hasta que aquella idea comience a sonar más "posible" en la mente humana, mientras tanto podré seguir comiendo malvaviscos tostados en fogata junto con Milha sin decir una sola palabra.

Si tan solo pudiera saber lo que ella piensa. Sería un conocimiento que apreciaría tener para mí, sin que ella lo sepa.

Ella come un malvavisco y se prepara para decir algo, pero luego se arrepiente.

—¡Dilo!—acierto a decir casi jadeando.

—¿Qué cosa?— responde

—Lo que ibas a decir, dilo por favor.—respondo tratando de hacerla sentir en confianza.

—Eras justo la persona con la que no quería pasar una noche en este bosque.

Siento esa sensación rara de saber que escucho a alguien decir exactamente lo que yo pensaba en el mismo momento.

—No te preocupes, también pienso lo mismo. Eres la última persona en la que pensaría estando en esta situación—repliqué.

Miento, fue la primera persona en la que pensé cuando fui dejado aquí, incluso cuando quiero olvidarla ella está en mi mente como una calcomanía pegada en las paredes de mi cerebro.

Si tan sólo hubiera bajado conmigo mi equipaje de 15 kilos no tendría que compartir refugio con Milha. No me siento bien cuando alguien hace algo por mí, nunca me gusto recibir ayuda de nadie, y mucho menos de personas que me alteran más de lo normal, ya sea porque me agradan mucho o porque las detesto.

Milha tiene un reloj de muñequera, y anuncia que es tarde.

—Quizá ya es hora de dormir— Anuncia.

—Tengo un par de abrigos aquí, y una sola colchoneta, traté de equiparme con lo suficiente para pasar la noche con Sam, pero el Maestro separó a los hombres de las mujeres, así que el plan se fué abajo. ¡Pero ahora estás tú y podría salvarte la vida!

Siento como su aura de hipocresía me asfixia.

Me abstengo de decirle alguna cosa, solo quiero dormir y descansar, comienzo a pensar que sería mucho más saludable para mí dormir afuera en el frío de este bosque que aquí adentro con Milha compartiendo la misma colchoneta.

La cuestión es que para mi desgracia ya estoy metido en este embudo, lo único que me queda es dejarme destilar. 

Ella acomoda un poco la colchoneta y comienza a notarse un tanto nerviosa, luego se viste de una pijama de tela muy gruesa y unos calcetines grises dentro de la tienda. Yo espero afuera a que la llama se apague, luego ella me avisa que está lista y que entre a la tienda. 

MilhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora