Existe un silencio ensordecedor que se divierte pasando por mi cabeza de oído a oído. Puedo vizlumbrar que ha amanecido, pero al menos yo no he pegado los párpados durante toda la noche.
¿Porqué lo hizo?, ¿Es acaso que necesita una prueba consistente para deshacerse de Sam?, En realidad me ama?, Creo que hemos llegado a un punto en el que ninguno de los dos sabemos lo que el otro piensa de él. Es un deseo frustrante de saber si lo que estás haciendo está bien o mal, pero de alguna manera lo disfrutas.
No he tenido el valor de preguntarle qué ha pasado con aquella foto, pero es más que probable que ella logrará explicarmelo de manera que no tenga nada que ver con su plan maestro.
Y si en realidad no hay plan maestro y estoy uninendo mal los puntos? Es muy temprano como para dedicarme a investigar hipótesis que no llegarán a ningún lado. Sólo puedo seguir mirando hacia el techo de la tienda, el mismo en el que centraba mi mirada antes de preguntarle si "amaba a Sam" y caer en su trampa.
Los pájaros comienzan a cantar, el sol ya ha salido lo suficiente como para calentar la contorno externo de la tienda. Milha duerme como una cerda a mi lado. Me dispongo a salir del refugio con la mayor calma posible, no quiero que me pesque tratando de huir. Al menos no en este momento en el que no estoy completamente seguro de si lo lograré.
Otorgo una última mirada hacia su rostro. Sus mejillas continúan rosas por el frío que se está terminando de ir, su cabello suave descanza sobre su almohada, obtiene un brillo inmediato luego de abrir la cremallera de la tienda, provocando un reflejo tagencial que simula la corona de una reina, tan indestacable que pareciera se me obligara a decir que su cabello no es hermoso, pero de alguna forma me encanta. Sus anteojos descansan a unos centímetros de su mano derecha, aquellos que olvidaba de vez en cuando en el baño y luego no podía hallarlos, era ahí cuando mi notable ayuda se hacía presente, entrando al baño de chicas de la facultad ayudando a encontrarlos. De alguna manera era divertido. De alguna manera lo fué.
Salgo de la tienda y me dispongo a buscar mi kit de supervivencia que había recordado dejarlo cerca de la hoguera, pues cortaba pedazos de ramas con uno de los cuchillos y olvidé guardarlo. Al parecer ya no está. Milha debió haberlo guardado cuando vió que me olvidaba de él. Aún preparando este plan siempre fué totalmente sincera conmigo cuando me ofreció pasar la noche juntos por el frío. Creo que será mejor al menos esperar a que despierte y preguntárselo, sólo para ver con qué argumentos se plantea defender.
Mientras tanto doy un pequeño paseo por el bosque que se encuentra detrás de nosotros, busco pedazos de ramas caídas y algo para hacer leña, llevo todo al lugar donde la noche anterior se encendió la hoguera. Me dispongo a intentar encender fuego con la técnica que ví en Youtube de fricción de las ramas y lo conseguí en pocos minutos. Esperé a que la llama se propagara un poco más y tosté una porción de malvaviscos.
Milha ha despertado, dentro de la tienda se dislumbra movimiento. Será mejor que piense en cómo formularé mi pregunta para que comience contándome porqué tramó toda esta farsa sólo para conseguir acostarse conmigo y planear algo despues, lo cual aún no estoy seguro de qué exactamente será, el hecho de acostarse con la novia de alguien puede usarse para diferentes fines, una calumnia perfecta y muy típica de chicas para obligarte a conseguir lo que quieren.
La cremallera se abre.
- Te has levantado temprano - Exclama mientras logra cerrar la cremallera de la tienda.
Me contengo por un momento, trataré de seguir el rumbo de la conversación.
- ¿Has estado esperándome para decirme algo? - Me sorprende antes de que yo logre pronunciar palabra.
ESTÁS LEYENDO
Milha
Random¿Es posible saber en realidad cuando estás haciendo lo correcto? Harry nunca lo supo hasta que llegó al final. Pero Milha lo supo desde el principio. Harry creía que podría vivir una vida normal, creía que estaba haciendo lo correcto, pero lo cier...