Los humanos se quejan por la vida que les ha tocado vivir, si solo supieran que existimos aquellos que les gustaría vivir lo que ellos.
La única hija de KarlHeinz con sentimientos guardados sobre aquellos seres que Ama pero con una gran rival que s...
Después del aquel encuentro tan candente que tuvo con Shu, Sakura decidió relajarse un poco comenzado a escribir en su diario, tratando de poner todos aquellos sentimientos reprimidos una vez más, en aquel cuaderno que ayudaba a liberar esa carga que guardaba en su corazón necesitaba poder despejar su mente de todos sus problemas.
Quería encontrar alguna respuesta para lo que acababa de ocurrir con aquellos dos seres que se decían ser sus hermanos, porque tenía muchas preguntas ¿Por qué lo hicieron?, ¿Por qué ahora?, acaso se trataba de un juego nuevo entre ellos? bajo estas circunstancias prácticamente les creería eso y más. Es decir, nunca habían mostrado interés en ella o mucho menos demostrar algún sentimiento que no fuera para molestar. Estuvo pensando eso por mucho tiempo hasta que comenzó a dolerle la cabeza.
Se encontraba Yui corriendo por los pasillos de la mansión tratando de escapar de las manos de Ayato, este último no lograba dejarla en paz aunque sea por unos minutos, sinceramente le molestaba que la trataran así y que no la valoraran lo suficiente, solo les importaba su sangre y eso le dolía porque al final de cuentas ella era una simple humana rodeada de seres que ante los ojos de la sociedad no existían, aunque ella quisiera ayudarlos estos no la dejaban y si lo hacía luego volvían hacer los mismos desgraciados de siempre.
Suspiro con pesadez, su cuerpo comenzaba a sentir el cansancio de haber estado corriendo por todo el lugar. Cansada de correr Yui llego al pasillo donde se encontraba la recamara de Sakura, Honestamente nunca había logrado entrar a su cuarto de echo de todos los hermanos, ella era la que más le intrigaba, ya que siempre se mostraba seria e indiferente, pero estaba segura de que ella no era así, Sin embargo, pensó si entrar era realmente una buena idea o no, con algo de duda estiro su mano hasta el picaporte de la puerta girándola muy lentamente, su mano tembló.
La voz de Ayato a lo lejos la estremeció tanto que no dudo en abrir la puerta e ingresar a la habitación. Quedo sorprendida al ver el cuarto la decoración era preciosa y se podía observar mejor con la luz de la luna reflejada sobre aquella habitación.
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Yui pudo observar cómo Sakura se encontraba dormida sobre uno de los sillones del lugar y pudo observar un cuaderno en el suelo, se acercó hasta recogerlo, una vez en sus manos no pudo evitar ojearlo y su rostro se contrajo en una mueca de horror, levanto la mirada de la página para ver a Sakura horrorizada. Llevo su mano a la boca tratando de callar aquel grito que quería salir de su garganta. El simple hecho de leer todo aquello impuro que ella profanaba hacia sus hermanos la hizo sentir mal.
Retrocedió algunos pasos hacia atrás con la intención de irse, sin embargo, mala decisión ya que eso provoco que tropezara con la mesita de noche y el estruendo hizo que Sakura despertara. Ella al ver a Yui en su habitación le extraño, iba a echarla cuando noto un cuaderno entre sus manos, palideció ante la sola idea de que ella lo haya leído más sus sospechas fueron descubiertas por la manera en que ella la miraba.
— ¿Q-que ha-ces aquí? —Pregunto Sakura.
— Yo estaba escapando de Ayato y... —Yui bajo la mirada sin saber que más decir — Sakura tu
— No digas nada —interrumpió Sakura con enfado— En primer lugar, tu no deberías estar aquí —dijo arrebatándole el diario de las manos — Y en segundo lugar no te enseñaron a no tomar cosas que no son tuyas.
Yui la miro directo a los ojos y podía notar por primera vez como ella literalmente temblaba de miedo.
— Es pecado eso que sientes —musito Yui.
Sakura mordió su labio inferior con enfado e impotencia, Sabia aquello, pero no es algo que se pueda quitar, así como así.
— Ya te dije no es de tu inconveniencia —Sakura bajo el rostro. — Yui si dices algo de aquí — señalo el cuaderno en sus manos mientras caminaba hacia ella y su voz comenzó a sonar escalofriante. Yui comenzó a retroceder completamente aterrada.
Finalmente, su espalda tocó la pared, Sakura coloco ambas manos a un lado de su cabeza.
—Si vuelves a entrar a mi habitación o siquiera piensas en comentar algo con respecto a lo que leíste en este cuaderno—Sakura hizo una pausa que a Yui le pareció eterna pues ella realmente tenía miedo — Te aseguro que te matare tan dolorosamente que preferirías mil veces que Ayato te persiga.
Lagrimas corrieron por el rostro de Yui completamente aterrada, sus piernas temblaban cual gelatina y no emitía ningún otro sonido que no fueran lamentos.
— ¿Fui clara?
— Hai.. —dijo Yui aterrada saliendo corriendo del lugar dejando a Sakura sola.
" Demonios ella lo sabe" pensó ella mientras varias lagrimas se deslizaban por sus mejillas.
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