El encogimiento de Luffy solamente duró por unos cuantos minutos ya que ese fue el mismo tiempo en que lo utilizó contra su adversario, su cuerpo elástico había vuelto a su estado normal mientras que la pelinaranja quería poder sostenerlo por unos segundos más al ver a su capitán con las energías agotadas; sin embargo, sus brazos no estaban acostumbrados a soportar el peso del moreno. Sentía como Mugiwara se le resbalaba de las manos, pensó que iba a caer al suelo pero Roronoa Zoro impidió eso al colocarlo en su espalda.
—Sanji no hagas ningún movimiento brusco. Nana no se encuentra en buen estado. —comentó el doctor de los sombrero de paja al ver a Sanji cargar a la anciana entre sus brazos. Atrás de ellos se encontraba Daisuke con una mirada lamentable.
—A una flor, sin importar que esté marchita, se le trata con delicadeza. — pronunció el rubio mirando atentamente a la canosa. Era una mujer fuerte. —Esta dama necesita de mi ayuda y yo no me negaré de su pedido de auxilio.
— Eres genial, Sanji— alagó el reno a la vez que caminaba a un costado del cocinero, sostenía entre sus patas una botella de agua por la sed que sentía en estos precisos momentos. El pequeñín admiraba a su nakama, como a todos los de su tripulación. Siempre aprendía algo nuevo. — aunque no entendí lo de la flor.
Robin acomodó su cabello en un moño mientras se quitaba el abrigo que cubría su piel, no tardó en darse cuenta de que el hielo comenzaba a derretirse de manera rápida, concluyó que el verdadero clima era el verano, pues veía aproximarse una terrible ola de calor que dejaría más exhaustos a sus nakamas. Brook y Franky no serían los últimos en darse cuenta, con tan solo ver a la arqueóloga hacer tal acto estaban completamente seguros de que los abrigos, a partir de ahora, les estorbarían.
Usopp agarró las maletas de cada uno de sus compañeros, él no hacía nada, y para restaurar eso, cargaría los bultos de los demás. Se posicionó a un lado de Sanji que hablaba con Chopper.
Parecía que nadie de los sombrero de paja se daban cuenta del muchacho que miraba el pavimento con las lágrimas retenidas en sus ojos, pero tampoco es que no le tomaban importancia; se podía justificar por el cansancio, pero más que eso, era por que cada uno se ocupaba de cada cosa que procuraba el momento, además, la anciana no se encontraba en buen estado para estar distrayéndose, tenían que llevarla a la casa que habían encontrado tras ir detrás de su capitán.
ESTÁS LEYENDO
Los celos de Monkey D. Luffy
Fiksi Penggemar📣 Fanfiction | One piece | Mangaka: Oda Eiichirō. Los sombrero de paja se sorprenden al ver un desconocido en el Sunny; resulta ser un chico aventurero con el sueño de conocer a Nami. La pelinaranja se hace cargo de Daisuke, estando juntos todo el...