Nana.

3.8K 378 154
                                        

-Bien, Osomatsu nii-san, Totty. Vosotros sois quien más tiempo pasáis con Karamatsu nii-san. ¿Por dónde podríamos empezar? -cuestionó el verde, y el rojo adoptó una pose pensativa para reflexionar las pocas veces que había prestado atención a su hermano menor. Y como se arrepentía de haberle ignorado.

-Ayer dijo que había ido a ver a Chibita. Sino recuerdo mal, son bastante amigos. Podríamos ir a su puesto nosotros también y hablar con él sobre Karamatsu nii-san. -ofreció el rosado, con una inocente sonrisa y asombrando al morado y el mayor, quien había quedado de nuevo en ridículo frente al más pequeño de todos.

-Buena idea, Todomatsu. -le felicitó el verde, sorprendido al ver como no había tardado nada en recordar tanta información. -Después podríamos ir a ver a Totoko-chan y...

-Esto es por Karamatsu, no para ligar. -interrumpió Osomatsu, rodando los ojos al ver su comportamiento en una situación así.

-Y hablar con ella sobre el asunto puesto a que él comentó algo sobre que había estado con ella. -acabó Choromatsu, cruzándose de brazos y dejando como un idiota al rojo de nuevo.

-O-Oh, ya veo...

-Decidido pues, vayamos a ver a Chibita primero. -dijo Ichimatsu, y todos asintieron conforme a aquella decisión que habían tomado.

-Espera, ¿Karamatsu estuvo con Totoko? -cuestionó el rojo, irritado por oír aquello. No entendía que hacía el azul con ella, y sin que ninguno lo supiese.

-Baja esos celos, Osomatsu. No tenías posibilidad alguna con ella. -habló Totty, rodando los ojos por su comportamiento infantil. Pero Osomatsu no estaba celoso. No por ella.

-No entiendo porqué no nos lo contó. -se quejó, cruzándose de brazos. Le molestaba, ya que ya era suficiente con no conocer al rosado. Ahora no conocía al segundo de los Matsuno.

-Quizás porqué no le prestáis atención suficiente, ¿no creéis? -cuestionó una voz más que familiar para ellos, que les hizo girarse por la sorpresa de oírle allí.

-¡Chibita! -exclamó Jyushimatsu, hablando al fin y lanzándose hacia el bajito para abrazarle y éste no se quejó.

-¿Cuánto rato llevas ahí? -preguntó el morado, ya que no recordaba haberlo visto llegar en ningún momento.

-Todo el rato, teniendo en cuenta que estáis delante de mi puesto. -objetó, y señaló aquel lugar donde solían ir a comer o incluso a beber de vez en cuando.

-Somos unos idiotas de campeonato. -comentó el verde, golpeando su frente con la palma de su mano por no haberse dado cuenta.

-Ahora os dais cuenta de eso. -comentó Chibita, rodando los ojos y entrando en su puesto para limpiar la barra de nuevo. Los cinco chicos se acercaron allí y se sentaron en los asientos, algo tristes al ver que había uno vacío.

-Chibita, hemos venido a hablar contigo sobre-

-Karamatsu, lo sé. -acabó él la frase, sonando mucho más desanimado que antes y dando un triste suspiro.

-Por favor, tienes que ayudarnos. -pidió Choromatsu, educadamente pero suplicando con sus manos unidas a su amigo. El chico miró a los hermanos, todos mirándoles a él con súplica en sus miradas y no pudo evitar recordar al azul llorando con una sonrisa, hablando de que él era el problema. De lo mucho que amaba a sus hermanos.

-No sé que ha pasado entre vosotros, pero es muy serio. Karamatsu está muy mal, ¿sabéis? -aclaró, por si aún no eran conscientes de lo que estaba ocurriendo con su hermano. Todos se interesaron en lo último, puesto que eso significaba que sabía algo.

Happy Pills. | Osomatsu-san. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora