《 SEX MODE OFF - II 》

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COMPAÑEROS DE RENTA

《 CAPÍTULO 21 》

NARRADOR OMNISCIENTE

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NARRADOR OMNISCIENTE

La puerta se abrió levemente, Joel se encontraba recostado de lado recargado sobre su mano mientras comía frituras y observaba el televisor.

- ¿Todo bien? - preguntó observando como el ojiverde se introducía a la habitación.

- Todo bien. - contestó con una sonrisa. - ¿Por qué preguntas?

- No vienes con Yoandri, ¿se te cayó de la bolsa? - rio.

- No, dijo que tenía cosas pendientes que hacer. - respondió de inmediato.

- Oh. - fue el único sonido que dejó salir de su boca.

- ¿Podemos hablar? - se paró frente al televisor para atraer su atención.

- ¿Sobre qué? - arqueó la ceja.

- Sobre nosotros. - susurró encaminándose lento hasta la cama.

- No hay un nosotros. - contestó.

- Pero quizá pueda haberlo, si tan solo te dieras la oportunidad de ver las cosas de otra manera. - se recostó de lado quedando frente a él, mirándolo fijamente a los ojos.

- Erick, no lo habrá, no soy buen material como novio, no llevamos ni una semana aquí y ya me tiré a la mitad de los habitantes de la casa. - argumentó. - Yoandri, Christopher, Zabdiel, Johann, tú. - lo señaló.

- Aun no lo has hecho con Richard. - trató de reír a lo que Joel no mostró ninguna expresión.

- A lo que me refiero, jamás seremos felices sabiendo que yo en cualquier momento puedo ponerte el cuerno. ¿Por qué no puedes entenderlo, pequeño? - acarició la mejilla del menor.

- Porque sé que, si te comprometes, lo lograrás. - susurró tomando la mano que estaba en su mejilla y acariciándola con su pulgar. - solo te pido una oportunidad, si crees que es demasiado, se termina, cada quien, por un lado, seguiremos siendo amigos.

- ¿En verdad lo crees? - susurró al igual que el otro. - ¿Cuánta fe tienes en mí, Erick?

- Demasiada, sé que por dentro eres un lindo chico, romántico y detallista, solo necesita haber alguien a quien tengas que demostrárselo.

. . . mientras tanto . . .

Zabdiel salió del agua después del gran clavado que se había dado, sacudió su cabeza para deshacerse del residuo de líquido en su cabello, pasó sus manos por la cara y observó al cubano que se encontraba en la orilla de la alberca sentado, pataleando con sus pies dentro del agua.

- ¿Qué sucede con esa sonrisa? ¿Se murió? - dijo sarcástico.

Yoandri levantó la mirada y observó como el puertorriqueño nadaba hasta él, quedando uno frente al otro.

- Estoy bien. - dijo.

- Porque si te gusta Erick, ¿no intentas nada con él?

- Por la misma razón por la que a ti te gusta Christopher y no intentas nada con él. - contestó.

- Uh, golpe bajo. - fingió dolor. - ambos estamos enamorados de las personas que sabemos que no quieren nada con nosotros, de las personas que están enamoradas de otros.

- You get me. - sonrió.

- Ahora que nos entendemos, entra al agua o te obligaré. - dijo sumergiéndose de nuevo.

Yoandri no lo pensó dos veces y se metió a la alberca.

Pasó la tarde, Erick había recibido una respuesta por parte de Joel, que seguramente después le contaría a Yoandri, por otro lado, Yoandri le había ganado confianza al rizado puertorriqueño, con quien no había tenido la oportunidad de tratar.

- - - al siguiente día - - -

La primera clase del jueves había terminado, "Temas Selectos de Física I" era la única clase que los siete chicos compartían, así que se habían sentado juntos.

Ese día, Yoandri y Erick solo tenían esa clase, mientras los demás todavía tenían que permanecer en la institución.

Los alumnos salieron del salón, Erick se despidió de Joel y comenzó a caminar hasta la salida, por otro lado, Yoandri buscó por todos lados a su amigo de ojos verdes, no le gustaba irse solo a casa, al captarlo corrió esquivando cada alumno que se encontraba a su paso, hasta llegar a él.

- Oye. - tomó su hombro deteniendo su paso.

- Yoyo. - dijo contento. - te perdí al salir del salón, todos salieron muy arrebatados.

- Lo sé, yo también te perdí, ¿ya vas a casa? ¿me puedo ir contigo? - preguntó exaltado, el aire aun le faltaba por correr tanto.

. Por supuesto. - asintió.

Yoandri sonrió y caminó a su lado, la curiosidad lo devoraba por dentro, era su amigo, así que técnicamente podría preguntarle libremente.

- ¿Qué tal te fue con Joel? - preguntó el ojinegro al salir de la escuela.

- Tengo que contarte mucho. - dijo dando un brinquito de felicidad.

Yoandri sonrió por eso, pero lo que realmente quería hacer era llorar, claramente ese salto que su compañero había dado, era señal de que Joel había recapacitado y se había dado una oportunidad para salir con el niño más guapo.

- Pues cuéntalo. - pidió.

- Me dijo que lo intentaría, que trataría de ser mejor persona para merecerse estar a mi lado. - detalló. - soy tan feliz, Yoyo.

- Me lo imagino. - susurró. - ¿Los días de películas en tu habitación se terminaron? - hizo un puchero.

- Claro que no, amo estar contigo, eres el único que me comprende en esa casa, a aparte de Joel. - lo abrazó. - llegando veremos algo, ¿de acuerdo?

- Está bien. - sonrió, se dijo a si mismo que si Erick era feliz, él era feliz. También se dijo a sí mismo "repítelo hasta que te lo creas, Yoandri"

NARRA JOEL PIMENTEL

Metí las ultimas cosas a mi casillero y lo cerré, volteé a mi lado izquierdo, en donde mis ojos se toparon con Richard, que se encontraba frente a su casillero cerrado, bebiendo agua de una botella transparente.

Recordé que la clase solo la compartía con él, así que no me haría nada mal el hablarle, de todas formas, ya nos conocíamos, me encaminé hasta él, pero me detuve, sabía que mis intenciones no eran socializar con él para no estar solo en clase, sabía que mis hormonas gritaban en mi interior "te falta Richard, es el momento", pero una voz en mi cabeza también decía, "prometiste cambiar".

Me di la vuelta, caminando hasta el salón de clases.

- Oye, Joelo. - gritó el moreno, escuché el sonido de sus pies haciéndose más fuertes a cada segundo, estaba corriendo.

- Hola, Richard. - saludé volteando, presionando fuerte mi dentadura.

- Oye, me di cuenta que compartimos esta materia juntos.

- Así es. - respondí volviendo a caminar.

- ¿podemos estar juntos? A veces me pongo nervioso si no conozco a nadie. - pidió siguiéndome.

- Por supuesto. - contesté.

Llegamos al salón y para mi suerte solo había dos asientos disponibles, uno frente al otro.

- No es mi día de suerte. - susurré.

Compañeros De Renta ☆¿Joerick?☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora