《 YOERICK ✪ PARTE I 》

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COMPAÑEROS DE RENTA

《 CAPÍTULO 16 》


NARRA YOANDRI CABRERA

La clase había terminado, salí junto a Joel, pues era la última y la compartía con él, así que decidimos irnos juntos a casa.

Me sentía incómodo con él, después de lo que Erick nos dijo que le había hecho, pero tampoco podía portarme grosero.

- ¿Le entendiste a esas cosas de las integrales? - pregunté tratando de romper el silencio mientras caminábamos.

- Pues más o menos, la verdad las primeras son las más fáciles, de cualquier forma, tenemos hasta el próximo jueves para entregarlas, podemos pedir la ayuda de alguien más. - contestó sin mirarme.

- Si. - susurré. - tienes razón. - hice una mueca. - Oye, ¿no crees que fuiste un poco duro con Erick? - pregunté ya sin aguantar el hacerlo.

- ¿Te lo contó? Es un niño tonto. - gruñó.

- ¡Oye! - exclamé. - no es tonto, es mi amigo y debo defenderlo.

- Lo sé, lealtad de amigos, créelo le estoy haciendo más bien que mal, no soy una persona que sepa llevar relaciones de pareja estables.

- Pero aun así no debiste darle alas, fue grosero el arrancárselas. Tú le gustas mucho.

- Me gusta Yoandri, es muy lindo de verdad, pero no haría más que hacerle daño. - comentó.

- Bueno, no debo meterme, solo ustedes saben lo que hacen, además apenas se conocieron, creo que podrías cambiar por él, ¿no?

- Es extraño tu frase de ... "Apenas se conocieron" ... debido a que ya tuvimos sexo.

- No cualquier sexo. - reí con mis mejillas rosadas. - fue un trío.

- Me gustaría volver a repetirlo. - dijo como si nada.

- Oye, no. - reí. - yo respeto lo que no es mío, bueno a veces, pero de verdad Erick me cae muy bien y no me gustaría traicionarlo.

- Pero Erick y yo no somos nada ni lo seremos. - dijo parándose frente a mí. - ¡Vamos! - suplicó casi poniéndose de rodillas. - tu amigo Johann también me gusta, se ve muy varonil.

- No lo haré. - dije caminando nuevamente dejándolo atrás.

- Entonces hagámoslo nuevamente con Erick. - propuso alcanzándome.

- Eres un calentón. - reí. - ¿Te has acostado con alguien más de la casa?

- Christopher y Zabdiel. - dijo como si nada.

- Eres un maldito sátiro. - dije alejándolo.

- Gracias, supongo. - dije volviendo a alcanzarme. - ¿Entonces?

- Entonces ¿Qué? - pregunté arqueando mi ceja derecha.

Entré a la casa y Joel lo hizo después de mí.

- ¿Trío esta noche? - me tomó de los hombros.

- No. - contesté. - ya te dije que Erick es mi amigo y no tendría sexo con su crush.

- Es odioso que no pueda tener sexo con nadie solo porque le gusto a un niño. - bufó estresado entrando rápidamente a casa.

- No seas dramático. - grité riendo.

Caminé por la sala y vi a Erick desde la ventana sentado en la orilla de la alberca, dejé mi mochila y caminé afuera.

- ¿Todo bien? - pregunté en cuanto llegué.

- Hola Yoyo. - sonrió. - sí, todo bien.

- Pues avísale a tu cara que todo está bien. - bromeé. - vamos, ¿quieres jugar algo? ¿ver películas? ¿salir a dar una vuelta? - pregunté tratando de subirle el ánimo.

- Eres un buen amigo. - susurró abrazándome, haciendo que recargara mi cabeza sobre su hombro.

- Lo sé. - cerré mis ojos.

- Salgamos esta noche de fiesta, ¿sí? - propuso. - mañana no quiero ir a la escuela, no me siento de buen humor para hacerlo.

- Bueno, si eso hará que dejes de sufrir con el pimiento, lo haré, mañana no vamos a la universidad y nos vamos de locos, le avisaré a Johann. - dije levantándome, pero Erick me volvió a jalar.

- No, Johann no. - susurró. - no es que me caiga mal, pero no es muy discreto. - rio.

- Está bien, entonces solo tú y yo. - dije ahora si poniéndome de pie.

Erick igual se puso de pie y ambos caminamos dentro de la casa, lo que pasó de la tarde la pasamos viendo Flash en Netflix.

Nos bañamos y nos vestimos para salir a algún antro.

Al llegar tuvimos que sobornar al cadenero para que dejara entrar a Erick, pues aún le faltaba un año para cumplir 18.

Pedimos unas bebidas y nos sentamos en una mesa al fondo, Erick sonreía y eso me gustaba, me gustaba verlo sonreír, no merecía que nadie borrara esa linda curva de su rostro, tomé sus mejillas y los presioné haciendo que riera más.

- Deja de hacer eso. - rio.

- Es que eres lindo cuando sonríes, ¿prometes hacerlo más?

- No prometo nada, pero lo intentaré. - se acercó a mi oído pues la música estaba muy fuerte.

Nuestros tragos llegaron, después otros y otros, Erick balbuceaba cosas sin sentido, y reía por cosas igual.

- Y entonces le dije "¿O te gustó la parte en que tuviste a dos idiotas para besarte las bolas?" y después me fui. - comenzó a reír a carcajadas.

- Es un idiota. - dije tomando el trago. - pero te quiere Erick.

- No, no lo hace. - bajó la mirada.

- Hey, la sonrisa ¿recuerdas? - dije levantándolo de su barbilla.

Su mirada se plantó en la mía y yo no paraba de ver sus hipnóticos ojos verdes, Erick estaba ebrio, su aliento olor a alcohol me embriagaba más que diez botellas de whisky juntas, sentí como recortaba la distancia hasta que, juntamos nuestros labios.

Compañeros De Renta ☆¿Joerick?☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora