Capítulo 25 - Último Capítulo. - ¿QUÉ PASÓ?

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NARRA JOEL PIMENTEL

Había pasado poco menos de un mes, las cosas iban mejor con Erick, no era que antes estuviéramos peleados, simplemente era que aún sentía el remordimiento por lo de Richard. Había estado conteniéndome, no es que fuera difícil, el estar con Erick, el estar a su lado, era más... suficiente ahora, no necesitaba estar más con nadie.

Claro, la historia perfecta, eso no existe, había alguien que me molestaba, su mirada, sus coqueteos e insinuaciones. Christopher Vélez. Hace dos semanas me había acorralado en el pasillo de la casa, me había dicho que sabía lo que pasó entre Richard y yo, que pronto sabré el precio de su silencio. Eso me molestaba mucho, ahora que iba bien con Erick, no quería que nada lo arruinara.

Por otro lado, Zabdiel estaba bastante presionado con los pagos de la renta bimestral, el dueño vendría pronto a cobrar, de alguna manera eso lo estresaba, era algo perfeccionista en el orden, por suerte Yoandri estaba para tranquilizarlo y ayudarle a guardar la calma, creo que hay algo entre ellos, no es que me importe, pero si eso mantiene a Cabrera lejos de mi novio, por mí que se casen.

Estadística. Clase de estadística, no era de mis favoritas, pero no era en si la materia, esa me encantaba, amaba la estadística, tan solo era que la compartía con Christopher, se aprovechaba del momento para tocar la pierna y hacerme miradas coquetas.

Miré el reloj, quería apresurar el tiempo. Iluso. La clase tenía cinco minutos de haber iniciado y yo ya quería que terminaran los módulos.

- Buenos días. – comentó el profesor entrando bastante serio.

- ¿Puedo pasar? – dijo mi peor pesadilla, obvio estaba sorprendido, era muy puntual para torturarme.

- Adelante. – contestó el maestro.

Tenía la esperanza de que lo dejara fuera del aula, la suerte nunca estaba de mi lado.

- Buenos días, Joel. – murmuró sentándose a mi lado.

- Buenos días, Christopher. – dije de mala gana.

- Oh, ¡vamos! – me tomó las mejillas. – sonríeme más, guapo.

- Oh, Buenos días, Christopher. – contesté sarcástico y con sonrisa falsa.

- Deberías tratarme mejor, considerando que se tu secreto. – rio.

- ¿Por qué no me vas diciendo lo que quieres? Así dejas de molestarme.

- Lo que quiero, no me bastará con un día, Pimentel. – sacó su libreta. - ¿Qué me dices esta noche? ¿Cogemos?

¿Enserio? ¿Preguntaba eso? Si cogía con él, eso solo le daría más motivos para chantajearme.

- Nada de eso. – dije escribiendo lo que el profesor anotaba en la pizarra. – Ahora estoy con Erick.

- Eso no te importó cuando Richard, literalmente te partió en dos. – mordió la goma de su lápiz. - ¿Te gustó? – preguntó algo indecente, como todo lo que hacía.

Me abstuve de contestar dicha pregunta.

- Vamos, no seas tímido. – me dio un leve codazo. - ¿Te gustó? Yo también deseo montar ese semental.

- Porque no vas y lo montas, ¿eh? – pregunté mirándolo por fin.

- Primero quiero montarte a ti, ¿no es obvio?

- ¿Por qué me haces esto? – gruñí molesto.

- Porque no es justo. – contestó omitiendo esa voz alegre con la que me contestaba hace unos momentos. – puedes portarte mal, puedes ser un imbécil, puedes hacer mil cosas mal, y sin embargo, siempre tienes lo que quieres.

Compañeros De Renta ☆¿Joerick?☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora